Al tenor eslovaco Ambroz Bajec-Lapajne le diagnosticaron un tumor cerebral y le recomendaron que para extirpárselo y que no hubiera daños en su habilidad de cantar tendría que realizársele una craneotomía.
Sorprendió que mientras se adelantaba el procedimiento quirúrgico, el cantante se mantuvo despierto.
Además de estar a todo momento pendiente de su intervención, también permaneció cantando.
Mientras los médicos le atendían, el tenor eslovaco cantó y así facilitó la misma intervención.
La idea de los galenos al mantener al cantante despierto era evitar que sucediera posibles contratiempos tras la cirugía.
Por Redacción Actualidad
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