Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
La militante del M-19 Nydia Erika Bautista fue detenida, torturada y desaparecida forzadamente el 30 de agosto de 1987, por militares de la brigada 20 del ejército, en el barrio Casablanca de la ciudad de Bogotá.
Antonio Erik Arellana, hijo de Bautista publicó con el seudónimo de Chico Bauti el libro de poesía Tránsitos de un hijo al Alba, en homenaje a su memoria.
Este libro está dedicado a reivindicar el derecho a la memoria, a la perseverancia de los familiares de los desaparecidos, a combatir el dolor con la poesía. “Es la magia del pequeño niño de doce años a quien las autoridades le arrebatan su madre cuando apenas comienza la vida. Ese es el mayor valor contenido de este libro, atreverse a buscar en el corazón las palabras para contar lo innombrable y para no dejar morir la herencia de dignidad que la violencia política quiso borrar desapareciendo forzadamente a Nydia Erika como a tantos y tantas miles en Colombia donde este crimen es invisible y enfrenta a una gran indiferencia social”. Así está consignado en el sumario de este libro.
¿Por qué y cuándo decidió escribir un libro de poemas sobre desaparición?
El libro se ha venido escribiendo poco a poco, durante muchos años, la recopilación de unos 15 años, la selección tiene un criterio específico y consiste en ¡No olvidar! El año pasado decidimos publicarlo como un homenaje a mi madre, la musa principal de esos tránsitos.
¿Cuál fue la finalidad?
Dejar testimonio de lo ocurrido con ella, con la mujer luchadora por la transformación social, por la paz con justicia social. Somos testigos de lo ocurrido en Colombia contra los opositores políticos y los defensores de derechos humanos, con las personas que han entregado sus vidas en la defensa de la dignidad humana y eso es lo que se refleja en el libro.
¿Cree que por medio de la literatura se puede llegar a crear memoria en la gente?
La memoria no se crea, eso lo definimos en la investigación “espacialidades y memorias en la sociedad red con el profesor Jorge William Agudelo: el acto de traer el pasado al presente tiene finalidades concretas y específicas. La literatura siempre ha dejado huellas del pensamiento de los seres humanos. Ahí está la huella de mi pensamiento, de mis sentimientos.
¿La literatura y el arte es un medio de protesta? ¿Por qué?
No es únicamente protesta lo que se recrea a través del arte o la literatura. Creo, como diría Celaya: “Maldigo la poesía concebida como un lujo cultural por los neutrales que, lavándose las manos, se desentienden y evaden. Maldigo la poesía de quien no toma partido hasta mancharse”.
¿Este libro es una forma de rebeldía?
Es rebelde, sí, como otros tantos. Un libro inconforme, joven. Por eso lo de Chico, el adolescente que se niega a aceptar el homicidio de su madre con una sentencia de impunidad y de olvido.
La desaparición forzada es una realidad que atraviesa el país cotidianamente, la cual es eliminada de las mentes de quienes no viven esta situación. ¿Este libro es un acto para derrotar el conflicto individual y general?
El problema de nuestra sociedad es que solo reacciona frente al dolor propio, y casi nunca entiende o pretende negar que fenómenos como la desaparición forzada son crímenes contra la humanidad, eso está establecido en el derecho internacional. Considero que es importante plantear desde la experiencia vivida por los familiares, amigos e hijos las dimensiones de la tortura sicológica a la que se ven sometidos miles de personas que se enfrentan a la incertidumbre y al desconocimiento del paradero de sus seres queridos. Al dolor que se prolonga y se extiende debido a la ausencia forzosa. Eso es, además de la lucha por la justicia y por la verdad.
El dolor y la tristeza es algo que los seres humanos no podemos borrar, entonces ¿Por qué dice que Tránsitos de un hijo al Alba es una forma de transformar el dolor?
Una cosa es borrar o eliminar o negar, y otra estancarse, mantenerse ahí, sin pensar que antes del dolor existió mucho amor. Y que después de una larga noche y niebla, llegará la luz de un día nuevo. La humanidad persiste en mantenerse atada al miedo, tiene miedo a la libertad y a la vida misma. Por eso la poesía inspirada en el dolor no pretende engrandecer ese dolor, sino reconocer qué lo causó, para continuar en tránsito a otro estado.
¿Puede un protagonista ausente adentrarse en esta realidad al leer estos poemas?
No sé, depende del lector o lectora, de la forma como asuma la lectura y la vida. A veces la gente es espectadora de su propia vida y no protagonista, a mí me gusta vivir la vida como un protagonista, que sufre, ríe y llora, se equivoca y sueña. Y que además se pierde en la escritura. Que sigue haciendo caso omiso…
¿Para qué sirve y para que se lee este tipo de poesía?
La poesía no es útil, no debe ser útil, debe ser, como dijeron grandes escritores, placer y pasión. Se lee para alejarse del televisor, del ordenador, de las rutinas, del tedio.
¿Cómo se relaciona la literatura y la construcción de memoria colectiva?
Eso es una analogía.
Los libros se leen, se prestan, se pierden, y muchas veces se olvida lo que se leyó, o hay quienes no prestan atención y leen por recomendación. ¿Entonces cómo se garantiza que con la literatura se puede construir memoria?
No hay garantías, esto es un producto sin garantías.
¿Qué es para usted la memoria?
Es el acto de la mente humana de traer el pasado al presente.
¿Cómo le fue en la Feria del Libro?
Un buen balance, vendí un libro a una biblioteca con prestigio, que presta libros a sectores populares, lo cual me alegra, y otro libro se lo robaron, lo cual me enorgullece, pues atreverse a semejante acción en un sitio tan custodiado por personal de seguridad y cámaras de vigilancia, es un reto, eso demuestra decisión por parte del lector. Además que demuestra que las ferias no sirven si no se obsequia o se intercambia...
Está de moda
Está de moda el exterminio
Entre los humanos
Que aseguran haber superado
Los límites de la irracionalidad
Y el instinto: la animalidad.
En nombre de la razón
Masacran y bombardean
Al mundo entero por seguridad.
Las razones humanitarias
Cuelgan de los estantes
Con precios certificados
Ya sea con cifras árabes
O con códigos de barras
Que recuerdan a los posibles
compradores:
Que la vida está muy cara.
Por Luz Andrea Gómez Brito, colaboradora de Soyperiodista.com