Transporte: un futuro eléctrico

Un carro o una bicicleta conectado a una estación, en plena calle, cargándose de electricidad. Ese cuadro, poco común, será normal en las oficinas de Condensa: 20 bicicletas eléctricas servirán para desplazarse entre la casa y la oficina.

No es el único paso que está dando el país hacia una nueva era en la forma de transportarnos. La Secretaría de Hacienda distrital radicó en el Concejo de Bogotá un proyecto que, entre otras cosas, busca que los vehículos de servicio público eléctricos o híbridos tengan una exención en los impuestos por cinco años. Y esta semana la alcaldesa de Bogotá Clara López propuso construir un corredor ecológico en la carrera séptima por el que transiten buses alimentados con electricidad.

Aun así, y con un listado amplio de proyectos para promover el uso de energías alternativas, algunos opinan que la carencia de infraestructura, financiación y políticas públicas detendrán el crecimiento de estos sueños.

“En Estados Unidos hay voluntad política para que la industria de los vehículos eléctricos prospere. Lo mismo en los países en los que los gobiernos le apuestan a la preservación del medio ambiente. Colombia, desafortunadamente, no forma parte de esas naciones”, dice el ingeniero Jairo Giraldo Londoño, jefe de departamento de entrenamiento de Mazda. ¿Qué tendría que hacer un gobierno para impulsar esta tecnología? “Incentivar no sólo la investigación, sino la fabricación. ¿Cómo? Eximiendo de pagar impuestos a los usuarios de estos vehículos, ofreciendo subsidios para que los carros salgan a la venta a un precio más atractivo (ya que pueden costar hasta 40% más que uno convencional) y subsidiando a los fabricantes para que desarrollen nuevas baterías”.

De Colombia se podría decir que se están empezando a hacer los primeros esfuerzos. Que Sofasa, ensambladora oficial de Renault en Colombia, empezó a comercializar este año los primeros cuatro vehículos eléctricos, marca Renault Fluence, y se puso la meta de llegar a los 250 para 2012 —en cooperación con Endesa y EPM—, fundamentalmente carros para flotillas empresariales. Ya se está avanzando en el tema tributario para incentivar la compra, pero “se requiere avanzar más”, dice el director general de Endesa en Colombia, Lucio Rubio, y explica que ya fue aprobada una reducción del IVA para la importación de carros eléctricos pesados (entre 5 y 15%), así como para vehículos individuales.

Colombia todavía no cuenta con la infraestructura y la inversión gubernamental para masificar esta tecnología. Al menos, en eso coinciden el director general de Endesa en Colombia, Lucio Rubio, y el ingeniero Giraldo Londoño, de Mazda. “Lo primero en lo que hay que pensar es en las fuentes para recargar las baterías de estos vehículos. Que así como sucede en Europa haya redes de tomas eléctricas distribuidas por las calles y que el usuario pueda depositar una moneda o un billete para cargar la batería por horas”, explica Giraldo y sigue enunciando los requisitos que tendría que cumplir el país para posicionar estos autos. “Se necesita una infraestructura que les permita a los usuarios tener un debido mantenimiento y reparación: una red de concesionarios con personal capacitado específicamente en este tipo de vehículos”.

La opinión de Rubio apunta hacia el mismo lado. Dice que la masificación de esta tecnología sólo será posible si se adoptan unas políticas públicas y un marco de regulación. Por ahora, para la llegada de los 250 carros, se van a instalar cerca de siete puntos de recarga. Ya está el primero y empezará a ser sometido a pruebas en convenio con una universidad colombiana.

Rubio utiliza la palabra “masificación”, la misma que Juliana Rico, directora de la Cámara de la Industria Automotriz de la ANDI, evita a toda costa al hablar del mercado de vehículos eléctricos. “No lo observamos como algo que va a ser masivo, las energías alternativas (hidrógeno, eléctrica o solar) no son masivas en ninguna parte del mundo. En Colombia la industria automotriz debe consolidar una estrategia para manejar toda su canasta energética, que incluya la política de biocombustibles. Hay que decir que no estamos preparados para un ingreso masivo de esta clase de vehículos, pero sí venimos trabajando de una manera adecuada para que llegue un número específico”. Y así es como está pensada la estrategia. Que vayan ingresando al país poco a poco, fundamentalmente a las grandes y medianas empresas que, en palabras de Juliana Rico, “sí están interesadas en que sus flotas sean de tecnologías limpias y alternativas”.

Un millón de carros eléctricos

En su candidatura, Barack Obama reiteró que su objetivo era incentivar el uso de energías amigables con el medio ambiente y así contribuir a la meta de reducir las emisiones de carbono en un 80% en 30 años.

Estados Unidos ha destinado US$2.400 millones a investigación y fabricación de baterías con más resistencia, pues los vehículos eléctricos alcanzan sólo un máximo de 160 km recién recargados, mientras un carro de gasolina puede superar los 400 kilómetros.

Obama anunció que ofrecerá créditos de hasta US$7.500 para incentivar la compra de estos carros. Y se sigue manteniendo en la meta del millón de carros híbridos circulando por las calles de Estados Unidos en los próximos cuatro años.

Tres años del carro eléctrico en Colombia

En septiembre de 2008, el entonces ministro del Medio Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial, Juan Lozano, estrenó el primer carro eléctrico en el país.

El Reva es un auto 100% eléctrico, con carrocería hatchback, cuyo desarrollo, con el apoyo de Estados Unidos, se realizó en India a partir de 1994. Tras siete años de arduo trabajo fue presentado en el mercado local y en 2003 se comenzó a comercializar en Europa. En la actualidad se vende en países como el Reino Unido, Italia, Japón, España, Irlanda, Noruega y Chile.