TV holográfica al estilo de 'Star Wars'

A veces, las historias son el primer paso para el nacimiento de una nueva tecnología. Otras veces es la tecnología la que altera la forma en que nos contamos historias. Michael Bove, en el Instituto Tecnológico de Massachusetts, trabaja al mismo tiempo en la invención de nuevas tecnologías de entretenimiento y en descubrir nuevos formatos para narrar historias.

Como ya sucedió con la tinta electrónica creada por sus vecinos de laboratorio, muchos de los prototipos que hoy se pueden apreciar en su oficina quizás estén a la vuelta de cinco o diez años en los estantes de las tiendas de tecnología.

¿Qué es televisión holográfica?

Los hologramas estáticos existen desde hace mucho tiempo, y lo que nosotros intentamos hacer son hologramas en televisión, videohologramas que tengan el mismo realismo de un objeto. Que no se necesiten gafas como en las películas en 3D. El trabajo en televisión holográfica en el Media Lab comenzó en 1989, cuando el profesor Stephen Benton inventó los hologramas por reflexión de luz blanca que hoy usamos en sistemas de seguridad. Estamos interesados en hacer de los videohologramas un producto de consumo masivo, y eso significa hacerlos baratos.

¿Qué tan lejos estamos de tener esta tecnología en las casas?

Estos dispositivos, compactos y baratos, ya los podemos fabricar. El problema es que las imágenes holográficas que producimos son a todo color y resolución, pero del tamaño de una postal. El próximo paso es ser capaces de crear algo que sea al menos del tamaño de una pantalla de un computador portátil y que a la larga sea del tamaño de un televisor. Esto va a tomar unos cuantos años más.

¿Cómo será la producción de contenidos holográficos?

Lo primero que se debe entender es que la televisión holográfica también puede presentar imágenes ordinarias en dos dimensiones. Así que no todos los contenidos tendrán que ser holográficos. La ventaja frente a la televisión en 3D es que no necesitará gafas y la gente no tendrá dolor de cabeza. Eventualmente puede suceder que comience a cambiar la forma de contar historias.

Internet le ha quitado mucha audiencia a la televisión. ¿Cómo ve este conflicto?

Creo que lo que sucederá, y ya está sucediendo, es que la difusión de video a través de internet y la de los medios tradicionales se fusionarán. Esto significa que cuando alguien se siente a ver televisión no sabrá de dónde proviene el contenido, si es de Youtube o de una cadena de televisión. En ese caso, el problema no es de ingeniería sino de cómo un usuario encuentra lo que quiere ver cuando la oferta es tan abrumadora. Ahora mismo, si alguien tiene televisión por cable tiene que navegar por centenas de canales. Y si se añadiera internet serían millones de opciones. Entonces, el sistema debe ser lo suficientemente inteligente como para descubrir qué podría interesarme.

¿En qué otros proyectos está trabajando?

Trabajamos en experiencias de entretenimiento inmersivas. Uno de esos proyectos es el “narratario”, una opción para contar historias a los niños. Si un niño lee un libro, el proyector detecta el libro y proyecta en todo el cuarto un ambiente relacionado con la historia.

¿Por qué el interés en tecnología de punta y al mismo tiempo en la forma como se cuentan historias?

Estamos interesados en la coevolución de la narrativa y la tecnología. Lo que sucede ahora mismo es que si alguien desarrolla una nueva tecnología entonces dice: averigüen qué historias se pueden contar con esto. Del otro lado los narradores imaginan el futuro, pero no saben cómo construirlo. Nosotros intentamos pensar simultáneamente en qué tipo de tecnologías son posibles y qué tipo de narración se puede aplicar.

Estamos viviendo en un mundo en el que las compañías gastan millones de dólares en producir entretenimiento, pero al mismo tiempo millones de personas pueden compartir el video de un simple gato tomando leche en un plato.

No creo que sea una tensión. Creo que hay espacio para todos. Y creo que la gente quiere que los buenos narradores le cuenten una buena historia. Pixar no va a desaparecer porque son muy buenos en lo que hacen. Pero hay muchas otras personas que quieren compartir lo que saben hacer y eso hace al mundo un lugar más interesante.

Estamos viviendo una revolución en el negocio del entretenimiento. ¿Qué le diría a las personas que trabajan en el sector?

Mi consejo es que tienen que seguir intentando cosas, tomar riesgos, cometer errores, descubrir qué funciona y seguir ese camino. No hay garantía en ningún negocio de poder hacer lo mismo que has hecho siempre y sobrevivir.

¿Y cuál cree que es la fórmula para ser innovador?

Una de las cosas que descubrirás si caminas por aquí es que hay muchos proyectos fallidos. Alguien decidió intentar algo, ver si era o no buena idea. Y descubrir que es una mala idea es útil. Porque quizás descubres que debes hacer todo lo contrario.

A veces, las historias son el primer paso para el nacimiento de una nueva tecnología. Otras veces es la tecnología la que altera la forma en que nos contamos historias. Michael Bove, en el Instituto Tecnológico de Massachusetts, trabaja al mismo tiempo en la invención de nuevas tecnologías de entretenimiento y en descubrir nuevos formatos para narrar historias.

Como ya sucedió con la tinta electrónica creada por sus vecinos de laboratorio, muchos de los prototipos que hoy se pueden apreciar en su oficina quizás estén a la vuelta de cinco o diez años en los estantes de las tiendas de tecnología.

¿Qué es televisión holográfica?

Los hologramas estáticos existen desde hace mucho tiempo, y lo que nosotros intentamos hacer son hologramas en televisión, videohologramas que tengan el mismo realismo de un objeto. Que no se necesiten gafas como en las películas en 3D. El trabajo en televisión holográfica en el Media Lab comenzó en 1989, cuando el profesor Stephen Benton inventó los hologramas por reflexión de luz blanca que hoy usamos en sistemas de seguridad. Estamos interesados en hacer de los videohologramas un producto de consumo masivo, y eso significa hacerlos baratos.

¿Qué tan lejos estamos de tener esta tecnología en las casas?

Estos dispositivos, compactos y baratos, ya los podemos fabricar. El problema es que las imágenes holográficas que producimos son a todo color y resolución, pero del tamaño de una postal. El próximo paso es ser capaces de crear algo que sea al menos del tamaño de una pantalla de un computador portátil y que a la larga sea del tamaño de un televisor. Esto va a tomar unos cuantos años más.

¿Cómo será la producción de contenidos holográficos?

Lo primero que se debe entender es que la televisión holográfica también puede presentar imágenes ordinarias en dos dimensiones. Así que no todos los contenidos tendrán que ser holográficos. La ventaja frente a la televisión en 3D es que no necesitará gafas y la gente no tendrá dolor de cabeza. Eventualmente puede suceder que comience a cambiar la forma de contar historias.

Internet le ha quitado mucha audiencia a la televisión. ¿Cómo ve este conflicto?

Creo que lo que sucederá, y ya está sucediendo, es que la difusión de video a través de internet y la de los medios tradicionales se fusionarán. Esto significa que cuando alguien se siente a ver televisión no sabrá de dónde proviene el contenido, si es de Youtube o de una cadena de televisión. En ese caso, el problema no es de ingeniería sino de cómo un usuario encuentra lo que quiere ver cuando la oferta es tan abrumadora. Ahora mismo, si alguien tiene televisión por cable tiene que navegar por centenas de canales. Y si se añadiera internet serían millones de opciones. Entonces, el sistema debe ser lo suficientemente inteligente como para descubrir qué podría interesarme.

¿En qué otros proyectos está trabajando?

Trabajamos en experiencias de entretenimiento inmersivas. Uno de esos proyectos es el “narratario”, una opción para contar historias a los niños. Si un niño lee un libro, el proyector detecta el libro y proyecta en todo el cuarto un ambiente relacionado con la historia.

¿Por qué el interés en tecnología de punta y al mismo tiempo en la forma como se cuentan historias?

Estamos interesados en la coevolución de la narrativa y la tecnología. Lo que sucede ahora mismo es que si alguien desarrolla una nueva tecnología entonces dice: averigüen qué historias se pueden contar con esto. Del otro lado los narradores imaginan el futuro, pero no saben cómo construirlo. Nosotros intentamos pensar simultáneamente en qué tipo de tecnologías son posibles y qué tipo de narración se puede aplicar.

Estamos viviendo en un mundo en el que las compañías gastan millones de dólares en producir entretenimiento, pero al mismo tiempo millones de personas pueden compartir el video de un simple gato tomando leche en un plato.

No creo que sea una tensión. Creo que hay espacio para todos. Y creo que la gente quiere que los buenos narradores le cuenten una buena historia. Pixar no va a desaparecer porque son muy buenos en lo que hacen. Pero hay muchas otras personas que quieren compartir lo que saben hacer y eso hace al mundo un lugar más interesante.

Estamos viviendo una revolución en el negocio del entretenimiento. ¿Qué le diría a las personas que trabajan en el sector?

Mi consejo es que tienen que seguir intentando cosas, tomar riesgos, cometer errores, descubrir qué funciona y seguir ese camino. No hay garantía en ningún negocio de poder hacer lo mismo que has hecho siempre y sobrevivir.

¿Y cuál cree que es la fórmula para ser innovador?

Una de las cosas que descubrirás si caminas por aquí es que hay muchos proyectos fallidos. Alguien decidió intentar algo, ver si era o no buena idea. Y descubrir que es una mala idea es útil. Porque quizás descubres que debes hacer todo lo contrario.