Un país enfermo de violencia

Así lo reveló esta semana el Primer Estudio Global de Carga de Enfermedades (GBD, por sus siglas en inglés), realizado por el Instituto para la Medición y Evaluación de la Salud (IHME), de la Universidad de Washington, y la Fundación Bill & Melinda Gates, el cual determinó el estado de salud de 187 países en las últimas dos décadas.

De acuerdo con la investigación, “la violencia alcanza proporciones epidémicas en Colombia y constituye una seria amenaza para la salud pública”: es la causa número uno de muerte en hombres de 15 a 54 años y lo mismo sucede con las mujeres entre los 15 y 29 años. Esto está en consonancia con un aumento de la violencia en la mayor parte de América Central y en otros países de Suramérica, como Brasil.

El estudio, en el que participaron 488 científicos de 50 países, muestra que la salud de las mujeres colombianas es la más vulnerable: en el grupo de 15 a 49 años, la mortalidad se incrementó en un 8,66% desde 1990 y la violencia de pareja se ubica entre los diez primeros factores de riesgo.

Llama la atención el hecho de que en 1990 el virus del VIH no representaba un factor de riesgo tan importante para la salud de los colombianos. Hoy, en cambio, dice el informe, es la cuarta causa de pérdida de años saludables de vida, entre las que se suman las enfermedades cardiovasculares, la depresión, el dolor de espalda, los accidentes de tránsito y la anemia.

Según el doctor Arley Gómez, del Área de Enfermedades Infecciosas de la Universidad del Rosario, la información del estudio “implica que las enfermedades transmisibles siguen teniendo un papel preponderante en la calidad de vida de los colombianos”. No controlarlas, afirma Gómez, “hace que la juventud y la infancia, las más afectadas por virus como el VIH, tengan menos expectativas de vida para el futuro. Por eso las políticas orientadas al control de estas enfermedades “deben ser una prioridad del país”.

Si se excluyera la violencia como principal causa de mortalidad, el estudio muestra que la lista la encabezarían las enfermedades cardiovasculares, la EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica), de nuevo el VIH/sida, las infecciones respiratorias, la diabetes, la cardiopatía hipertensiva y el cáncer de estómago. El sedentarismo es otro de los principales factores de riesgo.

De acuerdo con el estudio de la Universidad de Washington, en México, Brasil, Argentina y Chile, la obesidad encabeza la lista de causantes de mala salud y los daños mentales y musculares afectan cada vez a una mayor porción de la población.

Rafael Lozano, profesor de Salud Global en el IHME y uno de los investigadores, sostiene que “en América Latina el 17% de la carga de enfermedad se le puede atribuir a los problemas de sobrepeso, sedentarismo y mala nutrición. Son pocos los factores de riesgo que tienen una expresión tan fuerte en la carga de enfermedad”.

Lozano agrega que la región tiene una doble carga de enfermedad: “Mientras que en algunos países de Centroamérica y la zona andina las causas están más relacionadas con las patologías infecciosas y de la etapa reproductiva, otros países tienen el gran desafío de enfrentar las enfermedades no transmisibles, ya que los altos índices de lesiones intencionales por violencia y no intencionales por accidentes de tránsito aportan un componente que complejiza el cuadro de situación”.

Aunque desde hace siglos la violencia les ha restado bienestar a los colombianos, un estudio calculó que, sólo en las dos últimas décadas, los conflictos en el hogar y en las comunidades les han hecho perder 10,2 años de vida saludable.

Así lo reveló esta semana el Primer Estudio Global de Carga de Enfermedades (GBD, por sus siglas en inglés), realizado por el Instituto para la Medición y Evaluación de la Salud (IHME), de la Universidad de Washington, y la Fundación Bill & Melinda Gates, el cual determinó el estado de salud de 187 países en las últimas dos décadas.

De acuerdo con la investigación, “la violencia alcanza proporciones epidémicas en Colombia y constituye una seria amenaza para la salud pública”: es la causa número uno de muerte en hombres de 15 a 54 años y lo mismo sucede con las mujeres entre los 15 y 29 años. Esto está en consonancia con un aumento de la violencia en la mayor parte de América Central y en otros países de Suramérica, como Brasil.

El estudio, en el que participaron 488 científicos de 50 países, muestra que la salud de las mujeres colombianas es la más vulnerable: en el grupo de 15 a 49 años, la mortalidad se incrementó en un 8,66% desde 1990 y la violencia de pareja se ubica entre los diez primeros factores de riesgo.

Llama la atención el hecho de que en 1990 el virus del VIH no representaba un factor de riesgo tan importante para la salud de los colombianos. Hoy, en cambio, dice el informe, es la cuarta causa de pérdida de años saludables de vida, entre las que se suman las enfermedades cardiovasculares, la depresión, el dolor de espalda, los accidentes de tránsito y la anemia.

Según el doctor Arley Gómez, del Área de Enfermedades Infecciosas de la Universidad del Rosario, la información del estudio “implica que las enfermedades transmisibles siguen teniendo un papel preponderante en la calidad de vida de los colombianos”. No controlarlas, afirma Gómez, “hace que la juventud y la infancia, las más afectadas por virus como el VIH, tengan menos expectativas de vida para el futuro. Por eso las políticas orientadas al control de estas enfermedades “deben ser una prioridad del país”.

Si se excluyera la violencia como principal causa de mortalidad, el estudio muestra que la lista la encabezarían las enfermedades cardiovasculares, la EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica), de nuevo el VIH/sida, las infecciones respiratorias, la diabetes, la cardiopatía hipertensiva y el cáncer de estómago. El sedentarismo es otro de los principales factores de riesgo.

De acuerdo con el estudio de la Universidad de Washington, en México, Brasil, Argentina y Chile, la obesidad encabeza la lista de causantes de mala salud y los daños mentales y musculares afectan cada vez a una mayor porción de la población.

Rafael Lozano, profesor de Salud Global en el IHME y uno de los investigadores, sostiene que “en América Latina el 17% de la carga de enfermedad se le puede atribuir a los problemas de sobrepeso, sedentarismo y mala nutrición. Son pocos los factores de riesgo que tienen una expresión tan fuerte en la carga de enfermedad”.

Lozano agrega que la región tiene una doble carga de enfermedad: “Mientras que en algunos países de Centroamérica y la zona andina las causas están más relacionadas con las patologías infecciosas y de la etapa reproductiva, otros países tienen el gran desafío de enfrentar las enfermedades no transmisibles, ya que los altos índices de lesiones intencionales por violencia y no intencionales por accidentes de tránsito aportan un componente que complejiza el cuadro de situación”.

Aunque desde hace siglos la violencia les ha restado bienestar a los colombianos, un estudio calculó que, sólo en las dos últimas décadas, los conflictos en el hogar y en las comunidades les han hecho perder 10,2 años de vida saludable.