Un tiempo para compartir en familia

¿De cuánto dinero debo disponer? ¿Será prudente en este momento de caos social pensar en gastar dinero en artículos para regalar? Pues la respuesta a todo esto es: respire, cuente hasta 10 y preste atención a estas recomendaciones.

David Bonilla Macías* Especial para El Espectador
08 de diciembre de 2019 - 02:00 p. m.
 Getty Images
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Se aproxima el fin de año y, en días tan ajetreados y convulsionados como los que hemos vivido en el país las últimas semanas, las preguntas que pueden rondar la cabeza de muchos son: ¿se dañó la Navidad? ¿Cómo hacer para comprar los regalos de la familia? ¿De cuánto dinero debo disponer? ¿Será prudente en este momento de caos social pensar en gastar dinero en artículos para regalar? Pues la respuesta a todo esto es: respire, cuente hasta 10 y preste atención a estas recomendaciones.

1. Sus hijos no recordarán más adelante el regalo qué les dio cuando tenían cinco, seis, siete... Recordarán cómo los hizo sentir, qué hicieron, pero sobre todo recordarán la importancia que tiene pasar tiempo juntos.

2. En este segundo punto quiero hacerle una pregunta: ¿cuál es la diferencia entre un 24 de diciembre y un 5 de mayo? Quítele el contenido religioso y se dará cuenta de que es un día más; quítele la presión de tener que comprar y dar regalos en estas fechas.

3. Motive su creatividad: las mejores cosas de la vida no tienen precio. Planee una noche de juegos, de risas y de complicidad en el interior de su familia.

4. Sea generoso. El mejor regalo es poder servir a quienes más lo necesitan. Organice con sus hijos o con su familia un espacio para compartir con otros. Cuando damos a los demás reconocemos lo abundantes que somos.

5. Realice en conjunto con su familia un listado de 50 cosas de las cuales pueda dar gracias en este año.

6. Si tiene hijos, recuerde que es usted quien les enseña el valor de lo material. Demuéstreles que un beso, un abrazo y el tiempo en familia valen más que los artículos u objetos materiales.

7. Por último, pero no menos importante, enséñele a su familia a celebrar sin licor. Para muchas personas estas fechas se asocian con recuerdos desagradables, donde el licor ha sido protagonista de peleas, discusiones y accidentes, así que regálese una celebración en paz.

No le puedo garantizar que estas recomendaciones son la fórmula de la Navidad perfecta, pero sí le permitirán reconocer la fortuna que tiene de estar vivo, de tener a su familia cerca. Y, de no ser así, que este sea un buen momento para conectarse con ella. No espere un año más para perdonar, no espere un año más para buscar ese amigo que hace tanto no está. La vida es ahora, mañana tal vez no existirá el mañana.

Finalmente, una invitación: su coherencia. Pregúntese: ¿qué tanto de lo que dice realmente hace y si eso es coherente con su idea de familia? La vida se trata de todas esas cosas que somos capaces de crear desde la coherencia. Si la Navidad es tiempo de compartir en familia, no haga otra cosa diferente, dedique tiempo a estar en familia. El problema de la humanidad ha sido que somos muy buenos diciendo qué se debe hacer, y la tarea no es decirlo, es hacerlo. Felices fiestas, y recuerde que la Navidad no solo es diciembre y que el tiempo en familia debe ser todo el año. ¿Cuánto tiempo le va a dedicar a su familia esta Navidad?

* Psicólogo.

Por David Bonilla Macías* Especial para El Espectador

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