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Las playas de Saipán, que integran las Islas Marianas del Norte, son paradisiacas. Sin embargo, para a las autoridades locales el mar azul, la arena blanca y los hoteles cinco estrellas no atraen tanto como el beneficio migratorio para las mujeres que dan a luz en algún punto de sus 115,39 km², que pertenecen a Estados Unidos a pesar de encontrarse en el océano pacífico occidental.
Una viajera china de 25 años, que compró un avión hacia Saipán, estaba realizando check in en el aeropuerto de Hong Kong. Durante el trámite fue abordada por funcionarios de la aerolinea que, además de exigirle el pasaporte, le preguntaron el motivo del viaje.
“Voy por turismo”. La respuesta no los satisfizo. Por la forma de su vientre, la obligaron a someterse a una prueba de embarazo. La mujer se resistió y, tras minutos de alta tensión, los uniformados desistieron.
Su historia, considerada “humillante y frustrante” por la víctima, fue documentada por el diario Wall Street Journal. La denuncia, que tuvo eco en varios medios de comunicación, recibió una respuesta de la aerolínea, cuyo nombre es Hong Kong Express. A través de un comunicado manifestaron lo siguiente: “tomamos medidas en vuelos a Saipán desde febrero de 2019 para ayudar a garantizar que las leyes de inmigración de Estados Unidos no se vean socavadas”.
Aunque se disculpó con la pasajera, la empresa se escudó en los requerimientos migratorios de la isla de jurisdicción norteamericana. El gobierno local ha denunciado en numerosas ocasiones el creciente “turismo de nacimiento”, pues esta parte continental de los Estados Unidos exime de visas a los ciudadanos chinos quienes, según ellos, están aprovechando el beneficio para tener sus hijos en su territorio.
De acuerdo al censo de 2018, en Saipán se registraron 582 nacimientos de bebés de turistas frente a los 492 nacimientos de las residentes. Por ese incremento, las ciudadanas del gigante asiático interesadas en visitarla están siendo estigmatizadas.