El centrocampista de Nigeria John Obi Mikel declaró este domingo que los ataques del grupo islamista Boko Haram no tenían que "afectar" a la selección nacional que el lunes se enfrentará a Francia en octavos de final del Mundial-2014.
"Es una tragedia, pero estamos aquí para hacer nuestro trabajo, tenemos un partido que jugar, hay que seguir viviendo", explicó el jugador del Chelsea.
"Es nuestro trabajo, lo que ocurre en el país es muy preocupante, pero no tiene que afectarnos. Tenemos que seguir jugando para dar unidad y entusiasmo al país. Vamos a seguir haciéndolo con la esperanza de que el fútbol una a nuestro país en las regiones en las que hay problemas", agregó.
Presuntos miembros armados del grupo islamista Boko Haram atacaron el domingo iglesias cerca de Chibok, la ciudad del nordeste de Nigeria donde más de 200 adolescentes fueron secuestradas a mediados de abril, según testigos que mencionaron "decenas" de muertos.
Es el último de una larga serie de atentados sangrientos, ahora casi diarios, atribuidos al grupo islamista armado que comenzó su insurrección hace cinco años.
La capital Abuja fue blanco el miércoles de un atentado con bomba que dejó 21 muertos y 17 heridos en un centro comercial abarrotado de la ciudad.
Varios centros de retransmisión de partidos y campos de fútbol han sido atacados recientemente en Nigeria por Boko Haram cuyo jefe, Abubakar Shekau, ha descrito este deporte en numerosos vídeos como una perversión occidental destinada a alejar a los musulmanes de la religión.