Viviendo en casa con un hipopótamo

Dice titubeando que hace poco se le murió uno que se había encontrado, al que seguramente su madre había abandonado porque dentro de la manada muchas crías las mata el macho alfa dominante. Estuvo con él alrededor de ocho o diez días, según cuenta. Lo raro es que James sabe qué tipo de leche se le da a este animal originario de África, así que explica que no tenía plata para comprar el bulto de leche que necesitaba.

Haciendo un recorrido que nos llevó hasta haciendas que quedan a tres kilómetros de la que fuera la finca consentida de Pablo Escobar, habitantes de la región le contaron al programa Los Informantes, de Caracol Televisión, que hay un grupo de campesinos que crían estos bebes hipopótamos, a pesar de que en la región se sabe de su peligrosidad.

Días después recibimos una foto que muestra a una niña en la sala de su casa realizando tareas tranquilamente al lado de un hipopótamo bebé. No se sabe quién es la niña ni quién es su padre. Pero en la foto queda claro que el manejo de los hipopótamos en el Magdalena Medio se salió de control y que hay gente que comienza a hacerse cargo de estos animales de manera folclórica, sin tener claros los riesgos que pueden generar.

En abril pasado los hipopótamos de Pablo Escobar volvieron a ser noticia. Las autoridades ambientales informaron que pequeñas manadas que han migrado de la hacienda que perteneció al capo hacia otras zonas de Puerto Triunfo están poniendo en peligro a los pobladores y la biodiversidad.

“En Nápoles hay por lo menos treinta, y como no tienen los cercados adecuados, sabemos que manadas pequeñas han salido en los últimos meses buscando colonizar otros lugares. Algunos machos jóvenes buscan establecer su propio territorio y comienzan a migrar. Estos animales pueden ser muy agresivos y los pobladores deben tener cuidado. Los hipopótamos se siguen reproduciendo y son un riesgo para la población ribereña. Aunque tengan ese aspecto bonachón, son animales salvajes muy impredecibles: no sabemos en qué momento puedan atacar”, advirtió en ese momento David Echeverri, director de fauna de la autoridad ambiental en Puerto Triunfo (Cornare).

Dice titubeando que hace poco se le murió uno que se había encontrado, al que seguramente su madre había abandonado porque dentro de la manada muchas crías las mata el macho alfa dominante. Estuvo con él alrededor de ocho o diez días, según cuenta. Lo raro es que James sabe qué tipo de leche se le da a este animal originario de África, así que explica que no tenía plata para comprar el bulto de leche que necesitaba.

Haciendo un recorrido que nos llevó hasta haciendas que quedan a tres kilómetros de la que fuera la finca consentida de Pablo Escobar, habitantes de la región le contaron al programa Los Informantes, de Caracol Televisión, que hay un grupo de campesinos que crían estos bebes hipopótamos, a pesar de que en la región se sabe de su peligrosidad.

Días después recibimos una foto que muestra a una niña en la sala de su casa realizando tareas tranquilamente al lado de un hipopótamo bebé. No se sabe quién es la niña ni quién es su padre. Pero en la foto queda claro que el manejo de los hipopótamos en el Magdalena Medio se salió de control y que hay gente que comienza a hacerse cargo de estos animales de manera folclórica, sin tener claros los riesgos que pueden generar.

En abril pasado los hipopótamos de Pablo Escobar volvieron a ser noticia. Las autoridades ambientales informaron que pequeñas manadas que han migrado de la hacienda que perteneció al capo hacia otras zonas de Puerto Triunfo están poniendo en peligro a los pobladores y la biodiversidad.

“En Nápoles hay por lo menos treinta, y como no tienen los cercados adecuados, sabemos que manadas pequeñas han salido en los últimos meses buscando colonizar otros lugares. Algunos machos jóvenes buscan establecer su propio territorio y comienzan a migrar. Estos animales pueden ser muy agresivos y los pobladores deben tener cuidado. Los hipopótamos se siguen reproduciendo y son un riesgo para la población ribereña. Aunque tengan ese aspecto bonachón, son animales salvajes muy impredecibles: no sabemos en qué momento puedan atacar”, advirtió en ese momento David Echeverri, director de fauna de la autoridad ambiental en Puerto Triunfo (Cornare).