¿Cuando Adonis de Carvallo le habla sobre la alta incidencia de cáncer e infecciones por el virus en las mujeres de Recife, alguien había sugerido esa relación?
No. Y de ahí surgió la idea para que Zur Hausen lo propusiera en 1976. Yo seguí la pista de Adonis, pero no publicamos nada porque los resultados de los estudios en ese momento fueron negativos, y en medicina y ciencia no se publican resultados negativos. Eso fue en 1974.
¿Qué publica él?
Él publica una hipótesis, diciendo que el virus del papiloma podría ser otro candidato como causa del cáncer de cuello uterino.
¿Para ese momento usted ya le había enviado sus muestras de tumores a Zur Hausen?
Claro. Un año antes o más.
¿Cuando se entera de que el Premio Nobel se lo otorgan a él, qué pensó?
No esperaba que fuera de otra manera. Hasta el momento la contribución de la epidemiología no es reconocida por el Comité del Nobel. El Comité reconoce el último paso en una investigación. Lo mismo pasó con el sida. Entre los científicos franceses se sabía que Luc Montagnier (quien también recibió el Nobel este año) era el que menos mérito tenía. Fue un grupo de médicos clínicos quienes sospecharon al ver el primer paciente. Les pidieron a investigadores del Center for Disease Control y del Instituto Pasteur que buscaran el virus en los ganglios de ese paciente.
¿Quién más merecía el reconocimiento en este caso?
Hay mucha gente. Lutz Gissman, por ejemplo, quien era estudiante de doctorado en el laboratorio de Zur Hausen, fue quien desarrollo la técnica para identificar el virus. Zur Hausen no fue el primer autor en esos artículos, pero se llevó el mérito.
¿Qué le han dicho sus colegas?
Mucha gente me ha llamado. Estuve hace una semana en Porto Alegre, en el Congreso Mundial de Epidemiología, y me dieron el premio mas prestigioso en esta área, el Sir Richard Doll. Me han escrito diciendo que no es justo que no se reconozca mi trabajo. Pero para mí es un honor muy grande que la Asociación Internacional de Epidemiología me haya postulado con Zur Hausen al Premio Nobel. No creo que otra científico haya sido postulado al Nobel de Medicina en Colombia.
¿Ahora en qué trabaja?
Ayudo a los colegas del Instituto Nacional de Cancerología en Bogotá, estoy dando conferencias y he estado asesorando en los ensayos clínicos de la vacuna en los que ha participado Colombia.
¿Zur Hausen ha hablado con usted?
No. Ni lo hará. Es una persona muy arrogante.