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¿Qué sabemos del agua de la región central de Colombia?

En los departamentos que componen la RAP-E región central la demanda de agua podría incrementarse casi en un 20 % para 2050, al mismo tiempo que la oferta disminuiría hasta en un 23 % por cuenta del cambio climático. ¿Cuál es el estado actual del recurso hídrico en esta zona?

23 de diciembre de 2021 - 02:00 a. m.
 Cinco cuencas, entre esas el río Bogotá, el Totare y el lago de Tota, se encuentran en alto riesgo de contaminación. / David Campuzano
Cinco cuencas, entre esas el río Bogotá, el Totare y el lago de Tota, se encuentran en alto riesgo de contaminación. / David Campuzano
Foto: DAVID CAMPUZANO

Se estima que de aquí a 30 años la temperatura en Cundinamarca, Boyacá, Meta, Tolima y Huila, así como en Bogotá, que componen la Región Administrativa y de Planeación Especial (RAP-E) región central, aumentará 0,031° C por año, según la misma RAP-E. Si bien este incremento puede sonar insignificante, en realidad implicaría que para 2050 la temperatura habría aumentado 1° C, generando graves afectaciones sobre la seguridad hídrica de más de 16 millones de personas que habitan la región. (Lea Piden ayuda para rescatar uno de los herbarios más importantes del país)

Conscientes de las amenazas que este fenómeno representa para el agua de estos cinco departamentos y la capital del país, el equipo técnico del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) construyó el Índice de Seguridad Hídrica (ISH) a partir de 24 variables, para conocer el estado actual de las 78 zonas hidrográficas. Los resultados también sirivieron para proponer medidas en corto, mediano y largo plazo que permitan, como señala la ONU, “salvaguardar el acceso sostenible a cantidades adecuadas de agua de calidad aceptable para el sostenimiento de los medios de vida, el bienestar humano y el desarrollo socioeconómico”.

A grandes rasgos, las más de 20 variables estandarizadas que presenta el ISH se encuentran agrupadas en cinco dimensiones: ​nivel de la gobernanza y marco institucional del agua, estado del recurso hídrico, ​estado de conservación de los servicios ecosistémicos relacionados con el agua, nivel del riesgo climático y, por último, ​estado de las condiciones socioeconómicas para la seguridad hídrica​.

Respecto a la primera dimensión, el ISH permitió identificar que, a pesar de la inversión que realizan los municipios de la región en la gestión del agua, esta no se traduce en una mejor cobertura, calidad, tratamiento o conservación. Además, existe una desarticulación de las instituciones que se refleja en que solo 18 de las 78 cuencas tienen un Pomca (Plan de Ordenamiento y Manejo de la Cuenca Hidrográfica) aprobado, un instrumento fundamental en la planeación coordinada del uso del suelo y las aguas, así como de la flora y fauna de una cuenca.

Sobre el estado del recurso hídrico, el índice arrojó dos resultados inquietantes. El primero apunta a que, por el crecimiento poblacional, la demanda de agua en la región está aumentando, al punto de que en varias cuencas se supera más allá del 100 % de la oferta, situación que empeora durante años secos. Esto es importante por dos motivos: el incremento en la temperatura señalado y, en segundo lugar, porque en 2050 en la región central vivirían más de 20 millones de personas, según cálculos del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE). El segundo aspecto alarmante sobre esta dimensión tiene que ver con las cuencas que se encuentran en alto riesgo de contaminación, como el río Bogotá, el Coello y Totare en Tolima, el Fortalecillas que fluye por este último departamento, además del Huila y el lago de Tota, en Boyacá.

Mientras tanto, sobre el estado de conservación de los servicios ecosistémicos relacionados con el agua, el ISH identificó que la cobertura de bosques, rondas hídricas y áreas protegidas, las cuales son fundamentales para la provisión del recurso hídrico, se encuentran por debajo del 30 % en la región. Lo anterior es preocupante si se tiene en cuenta que los bosques y las áreas protegidas se encuentran en un alto riesgo de deforestación, principalmente en Meta.

El nivel de riesgo climático, correspondiente a la cuarta dimensión, encontró que en las cuencas alta y media del río Magdalena (departamentos del Huila, Tolima, Cundinamarca y Boyacá) existe un mayor riesgo de sequía. Mientras que en Meta y Tolima, la principal amenaza son las inundaciones, dado los bajos porcentajes de bosque en rondas hídricas que presentan ambos departamentos, así como los nulos o parciales procesos de ordenación de cuencas.

Por último, el estado de las condiciones socioeconómicas para la seguridad hídrica señaló que las cuencas con mayor productividad hídrica coinciden con zonas donde existen problemas de disponibilidad de tratamiento de aguas residuales y de distritos de riesgo, mientras que las cuencas con menor densidad poblacional corresponden a regiones con bajo riesgo de la alteración de la calidad del agua.

Al integrar las cinco dimensiones y las 24 variables, el ISH evidencia que 12 de las 78 cuencas, alrededor del 15 % de la región central, se encuentran en estado crítico. Sin embargo, este índice es parte del Plan de Seguridad Hídrica (PSH) de la RAP-E región central, el cual establece tres líneas estratégicas para asegurar el recurso hídrico mínimo hasta 2050. Fortalecer la gobernanza y capacidad institucional para la seguridad hídrica, fortalecer la restauración y protección de servicios ecosistémicos para la provisión de agua y la resiliencia climática, y, por último, asegurar el agua para las personas y los sistemas productivos sostenibles, son los objetivos del PSH.

Cada una de las anteriores líneas estratégicas contiene una serie de programas y proyectos que están pensados en el corto, mediano y largo plazo, con los que se busca que, a 2050, la región cuente “con la capacidad institucional, de la sociedad civil y del sector privado para asegurar el acceso al recurso hídrico en términos de calidad y cantidad para el desarrollo y bienestar socioeconómico, mediante la preservación de la salud de los ecosistemas, el uso eficiente, la reducción de la contaminación, la gestión del riesgo y la adaptación al cambio climático, con diálogo social y articulación institucional para garantizar un clima de paz y desarrollo regional sostenible”.

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Maribel(27840)24 de diciembre de 2021 - 11:48 p. m.
Y en Isnos, Huila, la laguna desde donde parte la quebrada que da origen al bellísimo Salto de Bordones fue secada a la brava para meter ganado. Y cuando el agua limpisima y subterránea trata de ocupar ese espacio nuevamente, los colonos se ven secandola a la brava, y el estado brilla por su ausencia.
-(-)24 de diciembre de 2021 - 11:45 p. m.
Este comentario fue borrado.
3hpxxx(06436)23 de diciembre de 2021 - 10:50 a. m.
https://corrupcionaldia.com/__trashed-3/
3hpxxx(06436)23 de diciembre de 2021 - 10:46 a. m.
La CRA otra oficina más para en desfalco del erario público. https://corrupcionaldia.com/la-corrupcion-descarada-no-para-en-la-cra-atlantico/
3hpxxx(06436)23 de diciembre de 2021 - 10:14 a. m.
Apague y vámonos.
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