Dar a conocer los procesos que se han adelantado en el país sobre medio ambiente y paz, que han ayudado a encontrar soluciones para los conflictos ambientales y territoriales, con el fin de reestablecer el vínculo de los seres humanos con la naturaleza y con ello reparar el daño que ha dejado en al país más de cuatro décadas de guerra. La JEP adelantó el primer piloto de justicia restaurativa en la línea estratégica de medioambiente como mecanismo de verdad, justicia, reparación y no repetición. En relación con esto, la Fundación Natura diseño, implementó y sistematizó un modelo de restauración ecológica con los primeros comparecientes.

Cómo proteger los ecosistemas naturales y, al mismo tiempo, mejorar el bienestar de las comunidades locales que viven en o alrededor de zonas clave para la regulación del clima y la conservación de la biodiversidad. Hoy nos gustaría centrarnos en lo que está ocurriendo en la costa caribe colombiana, en particular en el corredor que conecta la Sierra Nevada de Santa Marta y la Ciénaga Grande.

En esta región el proyecto Paisajes Sostenibles-Herencia Colombia, financiado por la Unión Europea, tiene mucho para contarnos. Esta iniciativa, desde 2022, ha impulsado acciones con el objetivo de contribuir a la protección de la biodiversidad y los servicios ecosistémicos en las zonas Caribe y también, aunque no los abordaremos hoy, los Andes Centrales. Como el nombre del proyecto lo indica, su objetivo consiste en fomentar el desarrollo de paisajes sostenibles, especialmente en zonas aledañas a los Parques Nacionales Naturales así como zonas de especial interés para la conectividad ecológica y la conservación, para esto son varias las herramientas o maneras de intervención que se implementan, entre estas se incluyen el fortalecimiento de los esquemas de gobernanza, la restauración de cuencas hídricas y ecosistemas degradados, la implementación de sistemas productivos sostenibles y el fortalecimiento a de iniciativas económicas locales con enfoque de sostenibilidad.

La Amazonia colombiana concentra el 70% de la deforestación nacional y, al mismo tiempo, alberga el 66% de los bosques del país. Frente a esta realidad, el Instituto SINCHI y el Gobierno Nacional impulsan la transición de Núcleos Activos de Deforestación (NAD) a Núcleos de Desarrollo Forestal y de la Biodiversidad (NDFyB): un cambio de paradigma que pone en el centro a campesinos, pueblos indígenas y comunidades afrodescendientes como protagonistas de una nueva cultura forestal.

reto es convertir la biodiversidad y los bosques en motores de bienestar y paz, promoviendo una economía forestal y de la biodiversidad que se integre a la bioeconomía nacional y que hacia 2030 pueda aportar el 10 % del PIB. Este esfuerzo se articula con el Plan Integral de Contención de la Deforestación (PICD), alineado al Plan Nacional de Desarrollo 2022–2026, para frenar la pérdida de bosques, impulsar la restauración participativa y generar desarrollo sostenible con inclusión social.