La construcción que expandiría el oleoducto Trans Mountain en Canadá se suspendieron por cuatro meses luego del descubrimiento de ocho nidos de colibrí de Anna que se pondrían en peligro con la infraestructura. La decisión fue tomada por el Ministerio Federal de Medio Ambiente de ese país que ordenó el cese de actividades hasta el 20 de agosto.
La ampliación del oleoducto será de 900 metros de largo que atravesarían un bosque de Burnaby en la provincia de Columbia Británica, razón por la cual el proyecto ha sido fuertemente criticado por activistas ambientales y expertos del país. La orden de suspensión, emitida en abril, se respaldó en el Acta sobre las aves migratorias, establecida por el Parlamento canadiense en 1917 y actualizada en 1994. La cuál señala que, “los nidos no pueden ser dañados, destruidos, perturbados o removidos”.
El Ministerio de Ambiente también señaló que las aves migratorias son particularmente vulnerables en estas épocas debido a las temporadas de anidación. Y, según agregó la autoridad, el daño que correrían estos nidos a causa del “corte de vegetación y árboles, u otras actividades perturbadoras como excavar, utilizar motosierras o maquinaria pesada” sería alto.
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En las áreas de bosque de Burnaby se encuentran los colibríes de Ana, una especie migratoria protegida por la legislación canadiense. De igual forma, la zona es también el destino de otras aves migratorias como los ‘gorriones cantores’, los jilgueros de los pinos, petirrojos y carboneros de capucha negra.
El oleoducto Trans Mountain funciona desde 1953 y es la única línea de transporte de petróleo de las costas de la Columbia Británica. El gobierno aprobó su expansión en noviembre de 2016 con una inversión de con un costo de 12.600 millones de dólares canadienses. Un proyecto que espera triplicar la capacidad del oleoducto que hoy existe.