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En Caldas, los nevados desaparecen

Durante este año los municipios de Salamina, Filadelfia, Victoria, La Merced y Norcasia han tenido racionamiento por la sequía.

Carolina García, Viviana Londoño, María Mónica Monsalve S.
03 de diciembre de 2015 - 04:10 a. m.

“En Caldas el impacto del fenómeno de El Niño no se ha sentido tanto como en Huila, Tolima y el Caribe, que es extremo y urgente, pero para nuestro departamento, como para cualquier territorio, el agua es la vida, sin ella el café se nos moriría y Caldas es una región agrícola que vive de las vías cafeteras”. Con estas palabras, Julián Gutiérrez Botero, gobernador de Caldas, dio comienzo al Encuentro por el Agua que se llevó a cabo en esta región con el fin de reunir las problemáticas y experiencias que los distintos usuarios de este recurso han tenido en torno al agua.

Con estas palabras, Julián Gutiérrez Botero, gobernador de Caldas, dio comienzo al Encuentro por el Agua que se llevó a cabo en esta región con el fin de reunir las problemáticas y experiencias que los distintos usuarios de este recurso han tenido en torno al agua.

Según explicó Juan Carlos García, representante de Corpocaldas, durante este año los municipios de Salamina, Filadelfia, Victoria, La Merced y Norcasia han tenido racionamiento por la sequía, mientras el municipio de Aguadas ha presentado desabastecimiento por conflicto de uso. Sin embargo, según explicó el funcionario, Caldas ha sido una de las pocas regiones que han podido coordinar alianzas entre distintas entidades para que los efectos de la sequía no le peguen tan duro.

Uno de los ejemplos de este trabajo son los acueductos rurales. “En los últimos años, desde el gremio cafetero hemos trabajado aliados con el sector público, la Gobernación, la Alcaldía y las mismas comunidades para construir alrededor de unos 200 acueductos rurales de los cuales dependen 20.000 familias”, explicó Carlos Arturo Díaz Piedrahíta, del Comité Departamental de Cafeteros. Una medida a la que le han sumado microcontadores de agua para poder conocer cuál es el consumo de los campesinos y así gestionar el recurso para que no haya escasez.

Sin embargo, los problemas frente al agua y la sequía no dejaron de pronunciarse. Durante el Encuentro, John Jairo Bernal Giraldo, gerente general de la Central Hidroeléctrica de Caldas (CHEC-EPM), afirmó que el próximo año “será uno de los más negros de la historia debido al fenómeno de El Niño”. “Hay bocatomas de donde tomamos el agua que están solo al 45 % de su potencial, estamos generando muy poco y cumpliéndole con térmica al país”, explicó durante el evento.

Su preocupación fue respaldada por Efraín Augusto Rodríguez, jefe de Área del Parque Natural Los Nevados, quien explicó que la sequía ha ido afectando progresivamente la disponibilidad del recurso hídrico que suministran los glaciares. “En el 2030 no vamos a tener nieve. Por esto necesitamos que los nevados no solo sean un ícono turístico, sino que se entiendan como 58.300 hectáreas importantes para la regulación hídrica y que en este momento están sufriendo los impactos de la ganadería en páramo”.

Ante esta idea, el profesor Gonzalo Duque, de la Universidad Nacional de Caldas, explicó que el único riesgo no está en el glaciar, sino en la pérdida de los bosques de niebla, que proveen mayor recurso hídrico. “Con el calentamiento global hemos tenido un aumento de tres grados en los últimos 20 años y esperamos otros tres. ¿Qué va a pasar? Que los bosques de nieblas se van a convertir en tierras cálidas y con esto va a ir llegando la ganadería”.

Por esto, para poder evitar una mayor escasez en próximas sequías, tanto el gobernador como Corpocaldas plantearon explorar la disponibilidad de pozos subterráneos de agua dulce. Un potencial que se encuentra a lo largo de la mayoría del territorio nacional, pero que poco se conoce.

Además, José Humberto Gallego, director del Jardín Botánico de la Universidad de Caldas, propuso que las empresas de Manizales no solo midan su huella ambiental, sino también su huella hídrica. Un trabajo que se podría hacer de forma conjunto con agroecosistemas que demanden menor energía. “Debemos volver a respaldar los mercados locales, las galerías tradicionales de las regiones cafeteras. Desde la academia tenemos la misión de dar unos elementos desde lo jurídico, tecnológico y científico para poder recuperar el campo”.

Por esto, una de las grandes conclusiones a las que se llegó es que se necesitan más profesionales que puedan garantizar una mayor información. Meteorólogos, hidrólogos y glaciólogos que le puedan colaborar al Ideam a nivel local para entender mejor los ciclos, usos y dinámicas del agua. Pues como se definió durante el Encuentro, aunque el agua tiene la característica de jalonar a distintos sectores para que se organicen alrededor de ella, si se entiende mal, puede generar mayores conflictos de los que hemos visto hasta ahora.

Por Carolina García, Viviana Londoño, María Mónica Monsalve S.

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