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“Las cumbres de cambio climático siempre están dominadas por hombre blancos”

Hoy es el día de género en la Cumbre de Cambio Climático. Gotelind Alber, fundadora de Gender CC, una red de organizaciones de mujeres que buscan exigir el enfoque de género en las negociaciones climáticas, nos explica por qué es fundamental poner este tema sobre la mesa.

María Mónica Monsalve
09 de noviembre de 2021 - 12:46 p. m.
Gotelind Alber, fundadora de Gender CC.
Gotelind Alber, fundadora de Gender CC.
Foto: Global Gender and Climate Alliance

En el 2003, en la Conferencia sobre Cambio Climático en su novena versión, realizada en Milán (Italia), un pequeño grupo de tres organizaciones de mujeres se acomodó cerca de las negociaciones climáticas para discutir, informalmente, cómo los temas de género debían estar en la agenda climática Hoy, 18 años después, se trata de un punto clave, tanto así que la presidencia de la COP26, en manos de Reino Unido, le asignó el día de hoy en la agenda. (Lea Género, una deuda pendiente en las negociaciones climáticas)

Para conocer los avances que se han realizado, El Espectador habló con la alemana Gotelind Alber, fundadora de Gender CC, una red de más de 40 organizaciones de mujeres que le ha seguido la pista a las negociaciones desde su creación y que busca exigir que las soluciones a la crisis climática sean sensibles al género. (Lea Más de 500 “lobbistas” de la industria petrolera, en la cumbre de cambio climático)

¿En qué medida son las mujeres más vulnerables al cambio climático?

La razón es simple: si uno no está en una situación de privilegio, el cambio climático hará que todo sea más severo, porque incrementa las desigualdades. Claro, reconocemos que las personas pobres serán las más afectadas, pero entre las personas más pobres las más afectadas serán las mujeres, porque en muchos países y sociedades están a cargo de la familia y, en caso de desastre, serán las encargadas de llevar a las niñas o niños a un lugar seguro. También son las encargadas de la seguridad alimentaria, así que la carga laboral puede incrementar con las sequias. Durante las inundaciones sabemos que hay más muertes de mujeres, algunas veces porque no se les enseña a nadar u otras veces porque no encuentran un refugio. Hay países, por ejemplo, en el que no encuentran refugio porque simplemente no se les permite estar cerca a los hombres y en otros no tienen acceso a información o alerta de desastres.

¿Y cómo puede pensarse en soluciones climáticas que consideren esos aspectos?

Dando información sobre desastres que también afectan a las mujeres. O pensando en refugios diseñados para que se sientan seguras, porque también está demostrado que tras los desastres climáticos hay mayor violencia sexual. Otro punto es que las mujeres no tienen acceso a tierra, entonces las compensaciones por daños o perdidas están pensadas solo para quiénes las tienen, entonces a esto nos referimos cuando hablamos de respuestas o soluciones que sean sensibles al género.

En este momento, durante la COP26, se están negociando las reglas del juego del Acuerdo de París. ¿Qué dice el documento sobre género?

El género está desde el preámbulo del Acuerdo, justo con derechos humanos, lo que significa que debería atravesar todos los artículos. Pero lo que hemos visto es que solo se ha incluido en temas de adaptación. Las políticas de mitigación, por ejemplo, no están teniendo en cuenta el género lo que podría agravar la inequidad. En Alemania hicimos un estudio sobre el precio del carbono y hemos encontrado que, con el incremento del costo de la energía, los más afectados son los pobres y, entre ellos, las mujeres. Las medidas que se han considerado para compensar este aumento de costo están dirigidas a las personas que tienen carro, pero muchas personas pobres y mujeres no tienen, así que son compensaciones sin impacto, que incrementan la inequidad.

Podría dar algunos ejemplos de cómo pensar en soluciones con sensibilidad de género…

Hay que mirar, por ejemplo, de qué tipo de tecnologías se benefician las mujeres, porque no son las mismas que los hombres. Y claro, está la financiación, que es el tema más importante de la agenda de la COP26. ¿Cómo lograr que la plata para el cambio climático llegue también a las mujeres? Es una pregunta crucial y aunque se ha intentado, como con el Fondo Verde del Clima (GCF, por sus siglas en inglés) siguen siendo medidas tímidas.

¿Qué tiene establecido el GCF sobre género?

Hace algunos años, en el 2008, se exigió que parte de la financiación climática se asignara a temas de mujeres y género. Es decir, que cada dólar, libra o euro que saliera de allí tuviera una evaluación de impacto de género para asegurarse de que lo que están gastando también llegue a las mujeres. Pero esto no ha sido claro. Y es importante que las personas que están en terreno, en primera línea frente al cambio climático, tengan recursos, porque muchas veces ellas mismas saben cuáles son las soluciones para enfrentar la crisis, pero necesitan apoyo para lograrlo.

La COP26 prometió ser la más inclusiva de la historia. ¿Lo está logrando?

Nosotros tenemos estadísticas del desequilibrio en género, y no ha mejorado. Pero sí encontramos algo muy interesante: cuando hay COP importantes, como la de París, el porcentaje de mujeres baja. Y, cuando no son tan mediáticas, vuelve a subir, aunque siempre dominadas por hombre blancos. Eso demuestra un problema. Ahora, con la pandemia, todo ha sido más confuso y ha hecho que en esta COP26 falten muchas voces, en especial, desde la sociedad civil.

*Enviada especial a Glasgow, Escocia. Esta historia fue producida como parte del 2021 Climate Change Media Partnership, una beca de periodismo organizada por Internews’ Earth Journalism Network y Stanley Center for Peace and Security.

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