Ministerio de Ambiente ya tiene lista la nueva normativa para medir la calidad del aire en el país

Los datos más actualizados de cuántos colombianos mueren al año por contaminación ambiental son del 2015. Según el Instituto Nacional de Salud, ese año 15.749 personas murieron por causas relacionadas con la contaminación. De ellas, según el DNP, 10.527 estarían asociadas a la polución por material particulado y 4.427 a la quema de combustibles sólidos. (Puede interesarle: Contaminación mató a 9 millones de personas en 2015)

Es por esta razón que  hace dos años, el Ministerio de Ambiente decidió mirar con lupa las regulaciones existentes en el país en esta materia y hoy lanzó la nueva Norma Nacional de Calidad del Aire que, según un comunicado del Minambiente, “plantea las acciones que se deben tomar desde el Gobierno Nacional para alcanzar niveles adecuados que permitan proteger la salud de los colombianos”.

En palabras de Luis Gilberto Murillo, ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, “estamos endureciendo los estándares de calidad del aire en todo el territorio nacional para salvar vidas y disminuir el costo de la contaminación atmosférica en la salud, sobre todo de niños, adolescentes, mujeres y personas de la tercera edad”.

Y es que según un informe del Departamento Nacional de Planeación (DNP), publicado en mayo de este año, la contaminación ambiental le dejó al sector salud un gasto de $15,4 billones, algo así como el 1,93% del Producto Interno Bruto (PIB) del país del año 2015, cuando se hizo el estudio. De acuerdo con el DNP, el 75% de esos gastos estarían relacionados con la contaminación del aire urbano.

En el mismo evento, el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) lanzó el Informe sobre la Calidad del Aire para el año 2016, que se realizó con 10 estaciones de monitoreo adicionales a las del año anterior. El estudio, que se realiza cada año, midió elementos contaminantes como el material particulado menor a 10 y 2.5 micras, los gases de ozono, dióxido de nitrógeno y dióxido de azufre, entre otros.

Tras el análisis de la información recogida en las 159 estaciones de monitoreo ubicadas en 72 municipios de 19 departamentos del país, el Ideam encontró que los lugares más contaminados en Colombia por material particulado menos a 10 micras estaban ubicadas en Ráquira, Yumbo y Medellín (en Carvajal y el Museo de Antioquia). Estos datos son coherentes con los resultados de años anteriores, cuando la zona minera del Cesar también se ubicó en el tope de contaminación. 

Por su parte, las estaciones donde más contaminantes menores a 2.5 micras hubo fue en las estaciones Tráfico Sur, Museo de Antioquia, Corporación Lasallista y Universidad Nacional, ubicadas en el Valle de Aburrá; y en la localidad de Kennedy, en Bogotá.

Según el Ideam, “las principales fuentes de emisión de estos contaminantes son las fuentes móviles (sector transporte) y las fuentes fijas (industria)”. De hecho, el el 80% de las partículas finas  –las más peligrosas para los sistemas respiratorio y cardiovascular– de las principales ciudades del país provienen del transporte.

¿Cómo se construyó la nueva normativa?

Hace dos años, el Ministerio de Ambiente se dio cuenta de que necesitaban actualizar las normas vigentes para medir la calidad del aire en el país. Si bien la mayoría –el 65%– de estaciones de medición registraron un cumplimiento de las normas vigentes desde 2010, “esto no quiere decir que estemos donde queremos estar. Puede haber errores en la medición o subregistros de información”, señaló el ministro.

Lo más apremiante para sacar esta nueva resolución es que los máximos establecidos por esa norma del 2010 no estaban alineados con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, a diferencia de la nueva resolución, la 2254 del 2017. 

Eso, sumado a los compromisos que adquirió el país en escenario internacionales como el Acuerdo de París, llevó a que además, el Minambiente se propusiera en esa norma una política que para 2030, quiere reducir los límites máximos permisibles de contaminantes, especialmente de las las partículas finas que quedan flotando en el aire tras la quema de combustibles fósiles.

La nueva normativa, señaló Omar Franco, director del Ideam, se alinea con los esfuerzos para lograr la meta de monitoreo de los 52 municipios con más de 150.000 habitantes que en teoría deberían estar midiendo la calidad de su aire. 

En la nueva política, además de fijar esas normas, el Ministerio de Ambiente estableció unos instrumentos económicos –multas– que se le cobrarán a las fuentes más grandes de contaminación, “permitiendo así recolectar recursos económicos para la implementación de las políticas y planes de descontaminación”.

Además, la normativa –que todavía no está contemplada en un documento CONPES terminado– buscaría que las ciudades de Colombia repiensen su planeación urbana, y la enfoquen en procesos productivos amigables con el ambiente, como son la implementación de energías renovables, renovación del parque automotor y la conversión de industria.

Los datos más actualizados de cuántos colombianos mueren al año por contaminación ambiental son del 2015. Según el Instituto Nacional de Salud, ese año 15.749 personas murieron por causas relacionadas con la contaminación. De ellas, según el DNP, 10.527 estarían asociadas a la polución por material particulado y 4.427 a la quema de combustibles sólidos. (Puede interesarle: Contaminación mató a 9 millones de personas en 2015)

Es por esta razón que  hace dos años, el Ministerio de Ambiente decidió mirar con lupa las regulaciones existentes en el país en esta materia y hoy lanzó la nueva Norma Nacional de Calidad del Aire que, según un comunicado del Minambiente, “plantea las acciones que se deben tomar desde el Gobierno Nacional para alcanzar niveles adecuados que permitan proteger la salud de los colombianos”.

En palabras de Luis Gilberto Murillo, ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, “estamos endureciendo los estándares de calidad del aire en todo el territorio nacional para salvar vidas y disminuir el costo de la contaminación atmosférica en la salud, sobre todo de niños, adolescentes, mujeres y personas de la tercera edad”.

Y es que según un informe del Departamento Nacional de Planeación (DNP), publicado en mayo de este año, la contaminación ambiental le dejó al sector salud un gasto de $15,4 billones, algo así como el 1,93% del Producto Interno Bruto (PIB) del país del año 2015, cuando se hizo el estudio. De acuerdo con el DNP, el 75% de esos gastos estarían relacionados con la contaminación del aire urbano.

En el mismo evento, el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) lanzó el Informe sobre la Calidad del Aire para el año 2016, que se realizó con 10 estaciones de monitoreo adicionales a las del año anterior. El estudio, que se realiza cada año, midió elementos contaminantes como el material particulado menor a 10 y 2.5 micras, los gases de ozono, dióxido de nitrógeno y dióxido de azufre, entre otros.

Tras el análisis de la información recogida en las 159 estaciones de monitoreo ubicadas en 72 municipios de 19 departamentos del país, el Ideam encontró que los lugares más contaminados en Colombia por material particulado menos a 10 micras estaban ubicadas en Ráquira, Yumbo y Medellín (en Carvajal y el Museo de Antioquia). Estos datos son coherentes con los resultados de años anteriores, cuando la zona minera del Cesar también se ubicó en el tope de contaminación. 

Por su parte, las estaciones donde más contaminantes menores a 2.5 micras hubo fue en las estaciones Tráfico Sur, Museo de Antioquia, Corporación Lasallista y Universidad Nacional, ubicadas en el Valle de Aburrá; y en la localidad de Kennedy, en Bogotá.

Según el Ideam, “las principales fuentes de emisión de estos contaminantes son las fuentes móviles (sector transporte) y las fuentes fijas (industria)”. De hecho, el el 80% de las partículas finas  –las más peligrosas para los sistemas respiratorio y cardiovascular– de las principales ciudades del país provienen del transporte.

¿Cómo se construyó la nueva normativa?

Hace dos años, el Ministerio de Ambiente se dio cuenta de que necesitaban actualizar las normas vigentes para medir la calidad del aire en el país. Si bien la mayoría –el 65%– de estaciones de medición registraron un cumplimiento de las normas vigentes desde 2010, “esto no quiere decir que estemos donde queremos estar. Puede haber errores en la medición o subregistros de información”, señaló el ministro.

Lo más apremiante para sacar esta nueva resolución es que los máximos establecidos por esa norma del 2010 no estaban alineados con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, a diferencia de la nueva resolución, la 2254 del 2017. 

Eso, sumado a los compromisos que adquirió el país en escenario internacionales como el Acuerdo de París, llevó a que además, el Minambiente se propusiera en esa norma una política que para 2030, quiere reducir los límites máximos permisibles de contaminantes, especialmente de las las partículas finas que quedan flotando en el aire tras la quema de combustibles fósiles.

La nueva normativa, señaló Omar Franco, director del Ideam, se alinea con los esfuerzos para lograr la meta de monitoreo de los 52 municipios con más de 150.000 habitantes que en teoría deberían estar midiendo la calidad de su aire. 

En la nueva política, además de fijar esas normas, el Ministerio de Ambiente estableció unos instrumentos económicos –multas– que se le cobrarán a las fuentes más grandes de contaminación, “permitiendo así recolectar recursos económicos para la implementación de las políticas y planes de descontaminación”.

Además, la normativa –que todavía no está contemplada en un documento CONPES terminado– buscaría que las ciudades de Colombia repiensen su planeación urbana, y la enfoquen en procesos productivos amigables con el ambiente, como son la implementación de energías renovables, renovación del parque automotor y la conversión de industria.