Pintar de blanco los techos, la estrategia de Nueva York para combatir el calor

Creen que la temperatura de la ciudad se podría reducir hasta en 1.3 grados centígrados con esta iniciativa, gracias a que los edificios no absorberían el calor.

-Redacción Medio Ambiente
27 de agosto de 2018 - 07:55 p. m.
Estiman que con cada 230 metros cuadrados que se pinten de blanco, la huella de carbón de la ciudad se reduce hasta en una tonelada.  / Tomada del Instagram nycsmallbiz
Estiman que con cada 230 metros cuadrados que se pinten de blanco, la huella de carbón de la ciudad se reduce hasta en una tonelada. / Tomada del Instagram nycsmallbiz

La premisa detrás es simple, y probablemente la recuerde de sus clases del colegio: mientras el negro absorbe la luz solar, el blanco la libera. Esta regla, así de simple, es la que ha motivado a la empresa Small Business Services a crear un programa para pintar los techos y terrazas de Nueva York, buscando reducir las altísimas temperaturas que alcanza la ciudad durante los veranos.

Desde el 2009, la iniciativa ha logrado pintar hasta 854.707 metros cuadrados de techos de edificios y hospitales. Además, según explica el portal Business Insider, sólo en este año 70 trabajadores lograron pintar 139.354 metros cuadrados de blanco, superando la meta anual de 92.903 metros cuadrados. Y aunque aún no se tienen cifras de qué tan exitosa puede llegar a ser esta iniciativa, la ciencia sí ha advertido que se trata de un método simple y eficaz para reducir la temperatura de las ciudades. (Lea acá: Estos son los planes para salvar Nueva York de los efectos del cambio climático)

En general se sabe que las ciudades son más calurosas que las áreas rurales debido a que las calles y el concreto de los edificios absorben el calor. Es más, se cree que en promedio la temperatura de las ciudades puede ser hasta 2.2 grados centígrados mayor que en el campo, lo que no conduce a mayor polución del aire, más muertes por calor y aumenta el consumo energético ante la necesidad de usar aire acondicionado.

Pero según un estudio publicado en el 2014 en la revista PNAS, las “terrazas frías” o techos blancos, pueden llegar a disminuir la temperatura hasta en 1.3 grados centígrados cuando se trata de ciudades como Nueva York o Washington, ambas en Estados Unidos. Mientras, en ciudades como California, la disminución puede ser mayor.

“El asfalto negro u oscuro absorbe hasta el 95% de los rayos de sol, aumentando la temperatura de las ciudades. Mientras que con pintura blanca se estima que la temperatura caiga, logrando que en ciudades como Nueva York el uso de aire acondicionado se reduzca entre el 10 y el 30%”, advierte un comunicado de la iniciativa.

Sin embargo, la sencillez de este método también tiene sus detractores. Matei Georgescu, profesor de la Universidad de Arizona escribió, también en el 2014, que pintar los techos de blanco podría tener efectos negativos en lugares como Florida. El régimen de lluvia, por ejemplo, se vería afectado, ya que los techos blancos prevendrían que el agua lluvia se evapore a la misma velocidad y se produzca lluvia. (Lea también: 27 maneras de morir de calor)

No obstante, son muchos los que piensan que esta es una iniciativa digna de experimentar. De hecho, según la Oficina de Sostenibilidad de la Alcaldía, con cada 230 metros cuadrados se pinten de blanco, la huella de carbón de la ciudad se reduce hasta en una tonelada de emisiones de gases efecto invernadero.

 

 

 

Por -Redacción Medio Ambiente

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