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¿Qué son las ciudades esponja? Están diseñadas para prevenir inundaciones

Las temporadas de lluvias e inundaciones causan cada vez más daños en diferentes países del mundo. Imágenes como la de una mujer nadando en una avenida inundada, o el arroyo arrastrando los carros cerca a la estación de tren de Usaquén son algunas de las más recientes que nos ha dejado Bogotá.

Blog El Río
26 de junio de 2020 - 10:46 p. m.

Desde hace un par de semanas China también se enfrenta a lluvias torrenciales que han generado el desbordamiento de casi 200 torrentes y desencadenado graves inundaciones en el centro y el sur del país. Más de 2,6 millones de personas se han visto afectadas, unas 228.000 han tenido que desplazarse y hay decenas de muertos y desaparecidos. Aunque la escena no es nueva, desde hace unos años se hace cada vez más frecuente.

La culpa no es sólo del cambio climático. El rápido desarrollo socio-económico de los países, el crecimiento de sus ciudades en medio de una acelerada urbanización y los cambios en el uso del suelo han hecho que, a menudo, el flujo natural del agua se vea bloqueado con superficies duras e impermeables. Edificios, calles asfaltadas, parques de pasto artificial, infraestructura gris y sistemas de drenaje tradicionales separan el agua de su flujo natural y no permiten que sea reutilizada. Ciudades de todo el planeta comparten problemas semejantes.

Por eso, desde el 2014 el Gobierno chino adoptó el concepto de “ciudades esponja”, creado por el arquitecto paisajista Yu Kongjian, con el fin de hacerle frente a las inundaciones urbanas y resolver otros problemas relacionados con la gestión del agua. La idea de una “ciudad esponja” es simple: básicamente, en lugar de utilizar concreto y hormigón para canalizar el agua lluvia, se trabaja de la mano de la naturaleza y no en contra de ella. “Soluciones Basadas en la Naturaleza”, le han llamado los científicos del mundo a propuestas como esta.

Basado en técnicas ancestrales chinas usadas en la agricultura para controlar las inundaciones, Yu decidió intentar replicar el modelo para las ciudades, y los humedales naturales resultaron un gran aliado. Los humedales absorben el agua y la retienen en tiempos de lluvia, y cuando llega la sequía la liberan poco a poco. Son un regulador natural del agua. Una función similar tienen las “terrazas ecológicas” de Yu, que permiten que la tierra y el agua se encuentren. Durante la estación seca las terrazas funcionan como un parque para el disfrute de los ciudadanos, pero durante la temporada de lluvias se inundan, absorbiendo el agua para proteger la ciudad.

«Las inundaciones no son enemigas», explica el profesor Kongjian Yu al World Economic Forum. “Podemos ser amigos con las inundaciones. Podemos ser amigos con agua el agua. Lo que tenemos que hacer es revivir la sabiduría ancestral».

Para los impulsores de las ciudades esponja, preservar o restaurar las vías fluviales naturales es fundamental para reducir el riesgo de las inundaciones. Sin embargo, además de los humedales, terrazas y riberas restauradas, las ciudad esponja impulsa también infraestructura urbana verde, como paredes y techos verdes, jardines de lluvia y pavimentos permeables por los que el agua puede filtrarse. Los jardines pluviales y los sistemas de biorretención -como techos verdes- se utilizan para recolectar la escorrentía y eliminar ciertos contaminantes. Parte de esta agua se regresa al sistema natural y se almacena para garantizar la disponibilidad de agua.

“Actualmente, solo alrededor del 20-30% del agua lluvia se infiltra en el suelo en las zonas urbanas”, asegura WenMei Bubbealaar, director de la gestión del agua de China en Arcadis.

Además de evitar las inundaciones, la propuesta permite que el agua limpia impulse el crecimiento de vegetación y se cree un hábitat para la vida silvestre.

Actualmente, el equipo de Yu ha completado unos 500 proyectos de ciudades esponja alrededor de todo el mundo. Uno de los más reconocidos es el de la ciudad de Harbin, en el noreste de China, donde el arquitecto y su equipo revitalizaron un humedal moribundo rodeado de carreteras y grandes edificaciones en el centro de la ciudad para que ayudara a resolver los problemas de inundaciones. Crearon estanques y marismas alrededor de los humedales existentes y también transformaron el paisaje. El proyecto recibió el premio de la Sociedad Estadounidense de Arquitectos Paisajistas, uno de los más altos honores en ese campo.

En Rusia también se encuentra otro de sus proyectos más famosos, el Kaban Lake Waterfront Proyect, en Kazán. En donde transformó un vertedero urbano abandonado en un parque vecinal que atrae diariamente más de 50.000 visitantes.

¿Quién es Yu Kongjian?

Yu realizó un doctorado en Harvard en arquitectura del paisaje y, en 1997, regresó a China. Al volver, notó que las inundaciones eran cada vez más frecuentes y estaban generando un gran costo social y económico para las ciudades chinas. Así que decidió fundar el estudio de arquitectura Truenscape para promover el modelo de “ciudades esponja” por todo el mundo.

Formó parte del movimiento de “civilización ecológica de China”, desde donde impulsó que la sostenibilidad formara parte de la política de planificación urbana. Desde que el Gobierno decidió adoptar este modelo, se empezó a implementar rápidamente en una amplia gana de proyectos. “Estoy seguro de que, si me preguntan qué puede aportar China a los problemas mundiales, el concepto de ciudad esponja es uno de ellos”, asegura en una entrevista para Radii China.

Por Blog El Río

 

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