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Renuncia del presidente de BP parece inminente

Tony Hayward es centro de críticas por la gestión tras el derrame de petróleo en el Golfo de México.

Información de AFP
26 de julio de 2010 - 08:03 a. m.

El grupo petrolero británico British Petroleum (BP) mantenía el lunes el suspenso sobre la partida de su presidente, Tony Hayward, a causa de las críticas por su gestión de la marea negra en el Golfo de México, aunque su suerte parecía sellada.

La prensa asegura desde el fin de semana que Hayward dejará su puesto en uno o dos meses.

En un breve comunicado a la Bolsa de Londres el lunes por la mañana, BP indicó haber tomado nota de "las especulaciones de la prensa del fin de semana sobre posibles cambios de la dirección y la carga que representan los costos de la marea negra del Golfo de México".

"BP confirma que no se ha tomado ninguna decisión definitiva sobre esos temas", pero que el lunes por la noche se llevará a cabo una reunión del consejo de administración antes de la publicación de los resultados del grupo en el segundo trimestre el martes.

Las decisiones se anunciarán "de manera apropiada", agrega BP.

Según indicó el domingo la BBC, que cita una fuente de BP, "Tony Hayward negocia las condiciones de su partida" y anunciaría su dimisión el lunes mismo.

El periódico Sunday Times señaló por su parte que Hayward, duramente criticado por su gestión del derrame de petróleo en el Golfo de México, renunciaría a su cargo antes de que BP anuncie, el martes, sus resultados semestrales.

Esos resultados significarían la pérdida trimestral más grande de la historia de una compañía británica, del orden de 15.000 millones de dólares, ya que BP incluiría estimaciones de los costos a su cargo por la marea negra.

Si bien la renuncia de Hayward se anunciaría el lunes, no se haría efectiva hasta dentro de uno o dos meses, es decir hasta que el vertido de crudo sea contenido en forma definitiva, aseguró el lunes el diario Financial Times.

Su más probable sucesor debería ser, según la prensa, el presidente de BP en Estados Unidos y Asia, Bob Dudley, que en junio ya había asumido la dirección efectiva de las operaciones del grupo petrolero contra la marea negra en el Golfo de México, que hasta entonces piloteaba Hayward.

Las últimas discusiones con el actual presidente podrían centrarse en la indemnización que le corresponderá. Sea cual sea ese monto, existe el riesgo claro de que en Estados Unidos sea visto como excesivo.

Por ley, Hayward tiene derecho a un año de salario, es decir un millón de libras (1,5 millones de dólares), y a una jubilación estimada en diez millones de libras (15 millones de USD).

Sin embargo, los estatutos de BP precisan que esa indemnización puede ser reducida "cuando resulte apropiado".

Si las circunstancias parecen dar lugar a una reducción, Hayward, de 53 años, estaría decidido a que se le reconozcan sus 28 años de servicios en BP, impecables hasta la catástrofe de la marea negra.

Los analistas consideraban la partida de Hayward como un hecho, en particular tras declaraciones como la de querer "recuperar su vida de antes", que lo habían convertido en "un hombre muerto", al valerle la enemistad de todos los estadounidenses, incluyendo al presidente Barack Obama.

De todos modos, para algunos, Hayward había sabido devolver su grandeza a la compañía durante los tres años que llevaba como presidente.

"Hayward transformó a BP y mejoró su desempeñó de explotación. Pero la dirección necesita un chivo expiatorio, que podría ser él", señaló en ese sentido Peter Hitchens, de Panmure Gordon.

Por Información de AFP

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