¿El reglamento de la venta de Cafesalud podría cambiar indefinidamente?

Ofertar por separado el régimen contributivo y subsidiado y crear más de una empresa paralela (New Co) para fragmentar la EPS son algunas de las modificaciones que hizo la liquidadora de Saludcoop, quien afirma que podría hacer más cambios (la ley lo permitiría). Acreedores denuncian que la venta se está acomodando a dedo, ella dice que sólo está aclarando la operación.

Camilo Vega Barbosa / @camilovega0092
09 de febrero de 2017 - 04:12 a. m.
Cafesalud tiene más de 6 millones de afiliados. / Luis Ángel
Cafesalud tiene más de 6 millones de afiliados. / Luis Ángel
Foto: LUIS ANGEL

Comienza un nuevo episodio de polémica en torno a la venta de Cafesalud. El punto de discordia ahora radica en un poder que tiene la liquidadora de Saludcoop, Ángela María Echeverry (la encargada de vender Cafesalud), y que hasta el momento había pasado desapercibido: tiene la facultad de cambiar el reglamento de la transacción cuantas veces crea pertinente, aun si el cambio se da en la mitad de una de las etapas de la venta. Un poder que ya ejerció, provocando una ola de reacciones en contra por parte de los acreedores, quienes alegan que se está acomodando la transacción a dedo. Sin embargo, la funcionaria afirma que los cambios se hacen garantizando la prestación del servicio a los afiliados y para conseguir la mayor cantidad de recursos para pagar las deudas. (Cafesalud se vendería fragmentada en marzo)

La venta de Cafesalud es la medida con la que el Gobierno quiere dar solución a las multimillonarias deudas por $600.000 millones y problemas de atención de esta EPS, mejorando así la vida de más de seis millones de afiliados. Además, la operación concluiría casi por completo el drama que se ha vivido en torno a la intervención y luego la liquidación del Grupo Saludcoop. Por esto, cualquier cambio en la transacción no pasa desapercibida, sobre todo cuando implica que la operación se torne más compleja: Cafesalud se vendería aún más fragmentada de lo pensado.

Desde un principio se le hizo creer a la opinión pública que la venta se iba a hacer como un todo, sin embargo, el pasado 29 de diciembre el país se llevó una sorpresa cuando se conoció que la venta de la EPS se podría hacer de manera fragmentada. Es decir, algunos activos se le podrían vender por separado a más de un oferente.

Se trata de una estrategia que se haría posible mediante la creación de una sociedad paralela, llamada New Co, a la cual serían trasladados los activos que les interesen a los aspirantes a comprar Cafesalud. Es decir, si a algún postor le gusta sólo el negocio de los usuarios del régimen contributivo, estos afiliados se pasarían a la nueva empresa para venderla.

Sin embargo, hay otro cambio sorpresivo, pues ahora ya no habrá una New Co, sino que se podrían crear varias sociedades de este tipo: una empresa a la que se le trasladaría los usuarios del sistema contributivo (New Co Contributivo) o una a la que se pasarían los afiliados del régimen subsidiado (New Co Subsidiado). También se crearía una sociedad en caso de que haya un comprador que quiera a los usuarios del contributivo y el subsidiado (New Co Integral). Y, por último, se crearía otra compañía para trasladar los activos de Esimed (New Co Esimed), la red de clínicas y hospitales.

La creación de más New Cos implica que los interesados en quedarse con una parte de Cafesalud podrán elegir entre una variada gama de alternativas: uno podría comprar sólo el régimen contributivo, otro el subsidiado y alguien más podría quedarse con ambos tipos de afiliados. También, otros aspirantes podrían optar por quedarse con la red de clínicas y hospitales (Esimed). Es decir, podría haber hasta cuatro compradores diferentes.

Hay todavía más cambios, pues los requisitos sobre la experiencia de los interesados varían de una a otra de estas empresas paralelas: para los que busquen comprar New Co Integral (el régimen subsidiado más el contributivo) y Esimed (New Co Esimed) se mantiene la exigencia del anterior reglamento de certificar experiencia en el manejo de una red de afiliados de 1’500.000. Sin embargo, para los interesados en quedarse con el régimen contributivo (New Co Contributivo) o el subsidiado (New Co Subsidiado) las condiciones son más suaves, ya que sólo deben haber manejado una red de 1’125.000 y 375.000, respectivamente.

Asimismo varían las exigencias en el soporte financiero. Para los interesados en comprar New Co Integral se mantiene el requisito del anterior reglamento de comprobar un patrimonio de $250.000 millones. En el resto de los casos se requiere menos músculo financiero: los interesados en el contributivo sólo deberán tener un patrimonio de $187.500 millones, y los que van detrás del subsidiado de $62.500 millones. Asimismo, los que buscan quedarse con Esimed deberán certificar un patrimonio de $150.000 millones.

Volvió la polémica en torno a la venta

Las modificaciones que sufrió el reglamento han desatado una serie de reacciones en torno a la transparencia de la venta. Entre las inquietudes más grandes está que los estatutos cambiaron en medio de la etapa de acreditación, generando incertidumbre ante la posibilidad de que se den más modificaciones.

Para el abogado de los acreedores de Saludcoop, Aníbal Rodríguez, “los cambios en el reglamento en la mitad de la etapa de acreditación fueron una medida para acomodar los estatutos a favor de algunas personas. Además, relajan aún más las dos únicas condiciones de venta: piden menos un soporte financiero de $250.000 millones para una EPS que genera $4 billones en afiliados. Como si no fuera suficiente, sólo piden certificar experiencia en el modelo de atención, pero no exigen red de atención. Una situación grave, porque hay un auto de la Corte Constitucional que dice que se debe prever la red de atención antes de que se realice el traslado de afiliados. Se están brincando este procedimiento”.

El Espectador habló con la liquidadora de Saludcoop, Ángela María Echeverry, la persona a cargo de la venta de Cafesalu d. La funcionaria explicó que “decidimos cambiar el reglamento después de recibir varios comentarios e inquietudes de algunos interesados. Primero, cedimos en el plazo de acreditación. Inicialmente cerraba el 17 de enero, pero nos indicaron que el tiempo era muy reducido”. Respecto a las nuevas New Cos, la funcionaria explicó: “Lo que hicimos fue clarificar la venta. Abrimos una gama de posibilidades: si no pueden ofertar por el total, podrán pujar por el contributivo o el subsidiado. También pueden aspirar a quedarse con Esimed. Todas estas modificaciones se hacen bajo las dos condiciones principales: garantizar el servicio de salud de los usuarios y conseguir la mayor cantidad de recursos para los afiliados”.

Respecto a los señalamientos del abogado sobre las modificaciones, Echeverry hizo una cortante claridad: “No bajamos las condiciones. Lo que hicimos fue hacer precisión para cada una de las New Cos. Los requisitos para Cafesalud siguen siendo los mismos”.

La liquidadora también se refirió a la discordia que generó el cambio del reglamento en la mitad de la etapa de acreditación: “No quiere decir que, si al inicio no se presentó de esa manera, no se puede seguir reformando y cambiando los requisitos. El objetivo de las New Cos es facilitar la venta. Y a medida que exista esa necesidad se debe hacer así. El reglamento puede cambiar más adelante, si la necesidad así lo exige”.

Su afirmación deja el interrogante de si es posible que se creen más alternativas de New Cos. Ante esta inquietud, la liquidadora se mostró reacia a responder y apagó la grabadora con la que se documentó la entrevista para la elaboración de este artículo. Sin embargo, minutos después reconoció (sin registro grabado) que se podrían crear más de estas empresas paralelas si llegase a hacer falta, si surge como una necesidad ante las ofertas de los aspirantes a quedarse con Cafesalud. No dijo si en este caso se contemplarían nuevos requerimientos financieros y de experiencia para los interesados.

El Espectador habló también con un funcionario de la Superintendencia de Salud, quien pidió no ser nombrado, y le preguntó sobre las facultades de la liquidadora para hacer cambios en los reglamentos en cualquier momento: “La ley lo permite, y no es labor de la Superintendencia avalar o rechazar estas modificaciones. Claro está, esas modificaciones se deben hacer procurando mantener las dos condiciones principales: proteger la atención de los usuarios y obtener la mayor cantidad de recursos para los acreedores. El error que comete con esta EPS, y que genera tanta polémica, es que se considera esta operación como si fuera una licitación pública y se trata de la venta de una compañía privada. Por esto, si Ángela María Echeverry quiere vender Cafesalud a dedo, la ley lo permite”.

¿Qué sigue?

Este jueves 9 de febrero vence el plazo para que la liquidación de Saludcoop revise las 22 solicitudes de acreditación enviadas por los aspirantes a comprar Cafesalud. Sólo pasarán aquellos que cumplan con los requisitos de experiencia y soporte financiero (las exigencias antes mencionadas), por lo que Echeverry indica que en adelante ya no habrá más modificaciones a estas condiciones.

Los que pasen a la siguiente etapa deberán firmar un acuerdo de confidencialidad para acceder al cuarto de datos. Con esta información, los interesados podrán estructurar una propuesta, que presentarán a la liquidación. Tras recibir estas ofertas se analizará cuáles New Cos, de la gama que ya se presentó en el reglamento, u otras, se deberán crear.

Así están las cosas. Pronto terminará la especulación y se conocerán los interesados y lo que comprarían en la venta. Hasta el momento, el Grupo Sánitas, Compensar, Bupa (grupo inglés) y Ribera (de España) son algunos de los postores que suenan para quedarse con un trozo de Cafesalud.

Por Camilo Vega Barbosa / @camilovega0092

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