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El sector de la reparación de vehículos en Colombia atraviesa un proceso de transformación permanente, impulsado principalmente por la evolución de los materiales de pintura. Esta dinámica no solo responde a exigencias ambientales cada vez más estrictas o a la búsqueda de colores y acabados más atractivos para el consumidor; también tiene un efecto directo y medible en el valor final que debe asumir quien repara un vehículo tras un siniestro.
Así lo evidencia un estudio desarrollado por el Centro de Experimentación y Seguridad Vial (Cesvi Colombia), que se ha enfocado en analizar de manera detallada las tendencias actuales en colores, tipos de acabado y tecnologías de pintura empleadas por los talleres en el país.
Entre los aspectos evaluados, se destacan las diferencias entre las pinturas base agua y las de base solvente, así como la influencia que ejercen estas elecciones técnicas sobre el costo promedio de reparación.
Materiales y tecnologías de pintura: un cambio que trasciende el color
Entre los factores que más han transformado la reparación automotriz en Colombia se encuentra la transición de las pinturas base solvente a las de base agua, un cambio que va más allá de lo meramente estético. Según el estudio realizado por Cesvi Colombia, aunque las pinturas base agua presentan un costo de adquisición aproximadamente un 34 % superior frente a las de base solvente, su participación en el mercado se ha duplicado, alcanzando el 54,4 % en 2025.
De acuerdo con los expertos de Cesvi, esta tendencia responde, en gran medida, a la creciente conciencia ambiental, la entrada en vigor de regulaciones más estrictas y la adopción de prácticas sostenibles dentro del sector. No obstante, los beneficios de las pinturas base agua no se limitan a su menor impacto ambiental: también ofrecen un mayor poder cubriente y aseguran una calidad superior en los procesos de reparación.
Este cambio tecnológico, sin embargo, trae consigo retos para los talleres de reparación. La aplicación de pinturas base agua requiere equipos específicos y una mayor capacitación de los técnicos encargados del repintado, lo que implica ajustes importantes en la operación diaria. Así, el compromiso con la sostenibilidad y la calidad termina influyendo no solo en la apariencia final del vehículo reparado, sino también en la estructura de costos y en la forma como se organiza el trabajo en los centros de reparación.
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El impacto en los costos de reparación
En los procesos de reparación tras una colisión, el costo total depende de varios factores: los repuestos, la mano de obra y los materiales de pintura. Según el benchmark realizado por Cesvi Colombia, estos componentes representan el 74,73 %, 4,20 % y 21,07 % del costo de reparación, respectivamente.
El estudio incorpora datos actualizados sobre los incrementos en los costos de materiales de pintura para la reparación de piezas metálicas y plásticas, diferenciados según el tipo de acabado y la tecnología utilizada:
Piezas metálicas
| Acabado | Base Solvente | Base agua |
|---|---|---|
| % incremento 2025 vs 2024 | ||
| Monocapa | 4,2% | No aplica |
| Bicapa sólido | 5,5% | 5,7% |
| Bicapa metalizado | 5,7% | 5,9% |
| Bicapa perlado | 5,7% | 5,9% |
| Tricapa | 6,4% | 6,8% |
Piezas plásticas
| Acabado | Base Solvente | Base agua |
|---|---|---|
| % incremento 2025 vs 2024 | ||
| Monocapa | 4,0% | No aplica |
| Bicapa sólido | 5,4% | 5,5% |
| Bicapa metalizado | 5,5% | 5,6% |
| Bicapa perlado | 5,5% | 5,6% |
| Tricapa | 5,9% | 6,4% |
Tendencias en colores y acabados
El análisis realizado por Cesvi Colombia muestra que, para finales de 2025, los colores más comunes en vehículos que ingresan a procesos de reparación corresponden en su mayoría a tonos neutros. De hecho, el gris, el blanco y el plata dominan ampliamente el mercado, concentrando más del 78 % de la participación.
Esta preferencia generalizada no es producto del azar, sino que responde a dos razones principales: por un lado, los gustos de los consumidores, que suelen inclinarse por opciones más discretas y elegantes; y por otro, la mayor disponibilidad de vehículos en estos colores dentro de los concesionarios. Desde la perspectiva de la reparación automotriz, este predominio de colores neutros facilita procesos más ágiles y menos costosos, gracias a la alta oferta de repuestos pintados de fábrica y a la menor complejidad que implica la mezcla de estos tonos.
No obstante, cuando se trata de acabados más sofisticados, como el bicapa metalizado, el estudio indica que los costos de reparación tienden a incrementarse. Esto obedece a la utilización de pigmentos especiales, perlas y compuestos exclusivos que elevan tanto el valor de los materiales como el tiempo requerido para conseguir un acabado uniforme.
Por fuera de esta tendencia dominante, los colores oscuros como el negro o el azul, junto con tonos más vibrantes como el rojo, conservan una presencia relevante en el mercado, al ser elegidos por quienes buscan resaltar el diseño y la personalidad de su vehículo. En contraste, los colores considerados exóticos —como el morado, el rosado o el dorado— apenas superan el 1 % de participación, lo que los hace especialmente poco comunes.
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