En su quinta generación, Ibiza conserva su esencia. Sí, el compacto de Seat se mantiene como eso, un compacto, por ende, un urbano, reconocido en el globo por su desempeño: siempre suficiente, siempre simple. Cumple. No insinúa más de lo que entrega y eso, en un mercado donde por momentos pesa más la estética que el desempeño, tiene un valor superlativo.
Desde afuera, Ibiza es joven. Sus líneas, parrilla y la forma del sistema lumínico frontal generan esa impresión. Adentro ocurre lo mismo: el producto de entrada de Seat en Colombia apunta al... (siga leyendo aquí)
Por Nicolás Fernández
Periodista de autos y creador de secciones como Líderes del Mercado y El Mecánico Recomienda.nefernandez@elespectador.com
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