El limpiaparabrisas trasero es un elemento clave para mantener una buena visibilidad en condiciones climáticas adversas, especialmente en vehículos tipo SUV, hatchbacks y camionetas. Su objetivo es limpiar el cristal posterior de agua, polvo y suciedad, mejorando la seguridad vial al proporcionar una visión más clara al conductor. Aunque no todos los vehículos lo incluyen de serie, su uso se ha vuelto más frecuente debido a su efectividad en condiciones adversas.
Andrés Nieto Ramírez, experto en seguridad vial y director del Observatorio de Seguridad y Convivencia de la Universidad Central, señala que, en Colombia, al igual que en la mayoría de los países de la región andina de Sudamérica, no existen normativas explícitas que establezcan la obligatoriedad del limpiaparabrisas trasero. Sin embargo, entender su importancia requiere considerar cuatro aspectos, dos de índole técnica y dos relacionados con la aerodinámica.
- La importancia del limpiaparabrisas trasero para la seguridad vial
En primer lugar, según diversos experimentos y pruebas de seguridad vial, el limpiaparabrisas trasero puede salvar la vida de un conductor al mejorar la visibilidad, especialmente en condiciones climáticas complicadas, como lluvias moderadas o intensas. Un limpiaparabrisas en buen estado garantiza una visión clara y completa del camino, lo que es crucial para evitar accidentes.
“Si el limpiaparabrisas trasero está en mal estado o no es compatible con el vehículo, puede reducir hasta en un 48% la visibilidad total durante situaciones críticas, como tormentas de agua. Además, en condiciones de tormentas de tierra, arena o acumulación de suciedad, el uso de un limpiaparabrisas no original o en malas condiciones puede disminuir la visibilidad en hasta un 20%”, enfatiza Nieto.
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- El tamaño del parabrisas y su impacto en el rango de visibilidad del conductor
El segundo aspecto técnico es el tamaño de los parabrisas, que muchas personas asocian únicamente con el diseño estético del vehículo, lo cual es un error. Los parabrisas están diseñados con un tamaño específico para cubrir lo que se denomina el “rango de visibilidad”, es decir, el área que debe quedar libre para que el conductor tenga una visión clara del entorno, permitiéndole dimensionar correctamente tanto el vehículo como lo que sucede a su alrededor.
Si se reduce el tamaño del parabrisas por consideraciones estéticas, se corre el riesgo de que el conductor pierda visibilidad, lo que afectaría su capacidad para percibir lo que ocurre en su campo de acción y reacción al conducir, aumentando el riesgo de accidentes.
- La relevancia del diseño del vehículo para utilizar el limpiaparabrisas trasero
De acuerdo con Nieto, el tercer aspecto clave en relación con los parabrisas traseros es el diseño original del vehículo. Muchas personas creen que, a diferencia de los parabrisas delanteros, los traseros son un accesorio de lujo y no necesarios. Sin embargo, esta percepción es incorrecta. La necesidad de un parabrisas trasero o de un sistema limpiador depende de la aerodinámica del vehículo.
En aquellos vehículos donde el vidrio trasero está más inclinado, el flujo de aire natural permite que el agua y las partículas de polvo se deslicen con mayor facilidad, lo que reduce la necesidad de un limpiaparabrisas. En cambio, en vehículos donde el vidrio trasero es más vertical, la falta de inclinación dificulta que el viento cumpla esta función, por lo que un limpiaparabrisas de mayor potencia se vuelve imprescindible.
Este fenómeno se explica por la relación entre el ángulo del vidrio y la velocidad del viento. En vehículos con vidrios traseros más inclinados, el viento crea una especie de “rodadero” que facilita el deslizamiento del polvo y el agua, manteniendo la visibilidad sin mayor esfuerzo. Sin embargo, cuanto más vertical sea el vidrio, menos efectiva será esta acción natural del viento, ya que la velocidad y la presión del aire no son suficientes para mover las partículas.
Por esta razón, los vehículos con baúles exteriores, que generalmente tienen vidrios traseros más inclinados, no suelen requerir limpiaparabrisas traseros. En cambio, los vehículos con baúles interiores o traseras más planas, que se caracterizan por tener un vidrio vertical, suelen contar con este dispositivo.
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- Indicadores de reemplazo
Finalmente, un indicio clave de que un limpiaparabrisas necesita ser reemplazado es que se quede detenido en algún punto de su recorrido, fenómeno conocido como “trabajo incompleto”. Cuando esto ocurre, ya sea en el limpiaparabrisas delantero o trasero, es crucial realizar el cambio inmediato. Aunque comúnmente se cree que deben reemplazarse anualmente, esta recomendación no siempre es aplicable.
La frecuencia de reemplazo depende en gran medida de las condiciones climáticas y del entorno en el que se utiliza el vehículo. Los limpiaparabrisas en zonas con alta pluviometría se desgastan más rápidamente que en áreas secas, por lo que es esencial evaluar su estado constantemente y no basarse únicamente en el mito del cambio anual.
Los parabrisas de los vehículos están hechos de aleaciones especiales, a menudo con circuitos incorporados para desempañar, como las líneas horizontales con carga pseudoeléctrica. Estos detalles no están presentes en los vidrios de viviendas. Por esta razón, se recomienda acudir a concesionarios o distribuidores autorizados y revisar los listados de compatibilidad que proporcionan las mejores marcas. Asegurarse de que el limpiaparabrisas sea compatible tanto con la marca como con el modelo específico del vehículo garantiza un funcionamiento óptimo y seguro.
A su vez, el desgaste de la goma limpiadora o de la cuchilla, como se le conoce comúnmente, puede afectar severamente la capacidad de limpiar adecuadamente el vidrio. “Entre los principales síntomas que indican la necesidad de reparación o reemplazo se encuentran: que el parabrisas permanezca opaco tras el uso del limpiaparabrisas, que queden partículas adheridas al vidrio, o que se escuchen ruidos inusuales durante su funcionamiento”, destaca.