Las llantas son el único vínculo real entre la moto y el asfalto y, paradójicamente, figuran entre los componentes que más se pasan por alto en el mantenimiento. En la rutina diaria, decisiones que parecen menores --como descuidar la presión, prolongar el uso de una llanta desgastada o elegir un modelo inadecuado-- pueden afectar de forma directa la estabilidad, el frenado y la respuesta de la moto.
A esto se suma una práctica todavía frecuente en el mundo de las dos ruedas: recurrir a improvisaciones y soluciones “hechas en casa” para resolver problemas relacionados con las llantas. Desde montar llantas diseñadas para carros hasta emplear elementos ajenos a su función original para evitar la pérdida de aire después de un pinchazo, son decisiones que pueden parecer funcionales en el corto plazo, pero que incrementan el riesgo en la conducción y acortan la vida útil de las llantas.
De acuerdo con Roberto Falkenstein, consultor en tecnologías innovadoras de Pirelli para Latinoamérica, respetar las recomendaciones del fabricante no es un asunto menor. Según el experto, parámetros como las dimensiones, la estructura interna y el compuesto de la llanta responden a un diseño específico pensado para mantener el equilibrio y la seguridad de la motocicleta. “Alterar cualquiera de estos elementos, puede traer consecuencias serias en el desempeño y la seguridad durante la conducción”, señala.
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Errores comunes en el cuidado de las llantas
Estas son algunas de las recomendaciones de Pirelli para evitar prácticas que pueden afectar la seguridad y el desempeño de la moto:
- Mezclar diferentes modelos en las llantas delantera y trasera
Las llantas delantera y trasera están diseñadas para trabajar como un conjunto. Combinar modelos o compuestos distintos altera el equilibrio general de la moto, afecta la respuesta en frenada y reduce la estabilidad en curvas. Incluso diferencias aparentemente mínimas pueden incidir en la maniobrabilidad y comprometer la seguridad del piloto.
- Cambiar el tamaño original de la llanta
Modificar el ancho o el diámetro de la llanta puede afectar el centro de gravedad, interferir con el funcionamiento de la suspensión y alterar las lecturas del velocímetro.
Cada moto es sometida a pruebas con medidas específicas para lograr un equilibrio adecuado entre tracción, estabilidad y confort.
- Circular con presión incorrecta en las llantas
Una presión inadecuada es una de las principales causas de desgaste prematuro y pérdida de rendimiento. Las llantas con baja presión incrementan el consumo de combustible y dificultan la maniobrabilidad, mientras que una presión excesiva reduce el agarre y la comodidad. Es por eso que, la presión debe ajustarse siempre a los valores indicados por el fabricante y revisarse de forma periódica.
- Usar productos de limpieza inadecuados
El uso de disolventes y desengrasantes puede deteriorar el compuesto de caucho y acelerar su envejecimiento. Para una limpieza segura, Pirelli recomienda emplear únicamente agua y jabón neutro. Los productos agresivos no solo reducen la vida útil de la llanta, sino que también pueden afectar su desempeño en situaciones críticas de adherencia.
En el caso de los abrillantadores, estos no deben aplicarse en la banda de rodadura, ya que pueden dejar la superficie resbaladiza y aumentar el riesgo de caída. Si se utilizan, deben limitarse únicamente a los flancos, es decir, a los laterales de la llanta, evitando cualquier contacto con la zona que está en contacto directo con el asfalto.
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