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¿Para qué sirven el más y el menos en un carro automático y cómo usarlos?

Estos símbolos, presentes en muchos vehículos con caja automática, no son un simple detalle en la palanca de cambios sino un elemento decisivo en el comportamiento del carro en la vía.

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26 de septiembre de 2025 - 12:00 a. m.
Este modo manual resulta especialmente útil en momentos que requieren una reacción inmediata del vehículo.
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Foto: pexels
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En los carros automáticos, además de las posiciones más conocidas como P, R, N y D, también aparecen los símbolos “+” y “–”, que suelen despertar curiosidad entre muchos conductores. Aunque a simple vista pueden pasar desapercibidos, cumplen una función precisa: brindar mayor control en situaciones específicas de manejo.

De acuerdo con Julián Leal, piloto experto de Michelin, estos símbolos representan la opción de intervenir de manera manual en una caja automática. El signo “+” permite subir de marcha, mientras que el “–” sirve para reducir a una inferior. En otras palabras, el conductor puede decidir cómo gestionar la transmisión según las condiciones de la vía, aprovechando mejor la respuesta del motor.

Este modo manual resulta especialmente útil en momentos que requieren una reacción inmediata del vehículo. Leal explica que, al adelantar en carretera, por ejemplo, es posible exprimir al máximo el torque para ganar velocidad con mayor seguridad. Del mismo modo, en descensos prolongados, bajar de marcha con el “–” favorece el uso del freno motor, lo que ayuda a mantener el control y disminuye la exigencia sobre los frenos tradicionales. “Se trata de una práctica habitual en el transporte de carga y pasajeros, pero también recomendable en la conducción particular, en especial en carreteras de montaña”, añade.

Más allá de estos casos, el experto destaca que un uso correcto del modo manual aporta ventajas adicionales como mayor estabilidad en curvas, mejor gestión de las frenadas, optimización del consumo de combustible y una experiencia de manejo más segura. “La conducción manual en ciertas condiciones puede hacer la diferencia entre una maniobra exigente y una maniobra eficiente”, enfatiza.

Sin embargo, Leal advierte que un uso inadecuado de los símbolos “+” y “–” puede traer consecuencias negativas. Para el piloto experto, aunque los vehículos modernos cuentan con sistemas electrónicos de protección, el abuso de esta función puede acelerar el desgaste de la transmisión automática. “Situaciones como mantener el motor en altas revoluciones durante demasiado tiempo o realizar cambios constantes en un corto periodo generan sobrecalentamiento en la caja de cambios y deterioro prematuro del tren motriz”, puntualiza.

En este sentido, el especialista subraya que conducir con responsabilidad es clave para prolongar la vida útil del vehículo y aprovechar de forma segura las ventajas que ofrece este sistema.

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Recomendaciones para utilizar el “+” y “–” en los carros automáticos

De acuerdo con Leal, conocer a fondo la transmisión automática del vehículo resulta importante para aprovechar correctamente la función manual. El experto destaca que no se trata de usarla de manera permanente, sino de aplicarla en momentos específicos. Estas son algunas pautas clave:

  • Usar el modo manual solo cuando sea necesario: resulta útil al adelantar, en curvas pronunciadas o en descensos prolongados, donde se requiere un mayor control del motor.
  • Evitar cambios innecesarios: realizar múltiples transiciones entre “+” y “–” en un corto tiempo puede generar sobrecalentamiento en la caja y desgaste en el tren motriz.
  • No mantener el motor en altas revoluciones por largos periodos: esta práctica aumenta el consumo de combustible y acelera el deterioro de componentes internos.
  • Respetar las recomendaciones del fabricante: cada modelo tiene particularidades en su transmisión, por lo que es necesario revisar el manual del carro.
  • Usar el freno motor en bajadas prolongadas: ayuda a mantener la velocidad bajo control y reduce la exigencia sobre los frenos convencionales.
  • Evitar sobrecargar el vehículo: el exceso de peso exige más al motor y la caja, lo que puede limitar la efectividad del modo manual.
  • Mantener la caja automática en buen estado: realizar los mantenimientos periódicos, incluyendo revisión del aceite de transmisión, es esencial para un desempeño óptimo.
  • Confiar en la electrónica del vehículo, pero sin abusar: los sistemas modernos corrigen errores del conductor, aunque un uso imprudente sigue teniendo consecuencias mecánicas.
  • No descuidar otros elementos de seguridad: el desempeño no depende solo de la transmisión. Las llantas, por ejemplo, son decisivas para la estabilidad, la adherencia y la seguridad general del vehículo.
  • Conducir con suavidad: tanto al acelerar como al reducir, hacerlo de manera progresiva ayuda a prolongar la vida útil de la caja y mejora la experiencia de manejo.
  • Considerar el terreno y las condiciones climáticas: en vías mojadas o resbaladizas, la gestión manual de marchas puede ofrecer mayor control y seguridad.

Leal concluye que la clave está en encontrar un equilibrio entre el rendimiento del vehículo y unas prácticas de conducción responsables, que garanticen seguridad vial y cuidado mecánico a largo plazo.

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