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Cuando un carro empieza a tener con ruidos al girar en el timón, el conductor lo siente de inmediato. Ese sonido no aparece por capricho, suele ser una señal de que algo en el sistema de dirección no está funcionando como debería. Y, aunque muchos lo dejan pasar esperando que “se calle solo”, lo cierto es que detrás de un simple chirrido pueden esconderse fallas que afectan la seguridad, la maniobrabilidad y hasta la vida útil de varios componentes.
De acuerdo con los análisis de JD Power, uno de los puntos que más dolores de cabeza genera entre los conductores es justamente la dirección del vehículo. Cuando empieza a sonar distinto, a endurecerse o a comportarse de forma extraña, la alerta debe encenderse. No es normal, no es un detalle menor y, por supuesto, no es un ruido que convenga ignorar.
Precisamente por eso, la firma destaca las causas más frecuentes detrás de ese “rechinar” en las curvas y las prácticas de mantenimiento que ayudan a evitar que el problema aparezca.
Razones por las que aparece el chirrido al girar
El sistema de dirección está compuesto por varias piezas que trabajan en conjunto, cuando alguna falla, el ruido aparece de inmediato. Estas son las causas más comunes:
- Falla en la dirección asistida
Una de las causas más frecuentes está en la dirección asistida. Este sistema suele producir un leve zumbido normal durante su funcionamiento, pero cuando pasa a un chirrido claro, la historia cambia. La bomba, la caja de dirección y las mangueras trabajan en conjunto, por eso, si alguno de estos elementos se daña (especialmente en carros con varios años de uso) el ruido aparece como una señal temprana de que algo requiere atención o reemplazo.
- Nivel bajo del líquido de dirección asistida
El líquido hidráulico de la dirección es tan esencial como el propio sistema, su función es transmitir la fuerza necesaria para mover el timón con suavidad y lubricar la bomba. Cuando el nivel baja, la falta de lubricación se refleja en dos síntomas inmediatos: el chirrido y la sensación de que cada giro exige más esfuerzo.
- Líquido de dirección asistida contaminado
Con el tiempo, el líquido puede oscurecerse y llenarse de partículas desprendidas de las piezas internas. Esa contaminación provoca obstrucciones, aumenta la fricción y genera chirridos más fuertes.
- Ruido por roce con la moldura interior
En lugares con mucho calor, el metal del volante se expande ligeramente. Cuando esa expansión hace que el timón roce con la moldura interior, aparece un chirrido que muchos confunden con una falla mecánica. Aunque parezca un detalle menor, conducir así produce desgaste prematuro en el tapizado y puede restar precisión al giro.
- Problemas con las correas del motor
No siempre el ruido viene del volante. En algunos casos, proviene de las correas. La correa que mueve la dirección asistida puede aflojarse con el tiempo, especialmente en carros antiguos, y ese juego adicional genera chirridos.
- Superficie irregular o carro recién estrenado
No todos los chirridos implican un daño; a veces el ruido proviene simplemente del contacto de los neumáticos con pavimentos irregulares o con baches en la vía. Por otro lado, un carro completamente nuevo puede generar sonidos mientras sus componentes se asientan durante los primeros kilómetros, un comportamiento propio del “rodaje” inicial que suele desaparecer por sí solo.
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¿Cómo solucionar este molesto problema?
Un chirrido suele ser una señal de que algo ya no está funcionando como debería. Sin embargo, los expertos de JD Power señalan que gran parte de estos ruidos pueden evitarse con mantenimiento básico y revisiones periódicas. No todos los problemas se pueden anticipar, pero sí es posible reducir al mínimo la probabilidad de que aparezcan.
Y si el ruido ocurre justo al girar el timón, lo primero es mirar hacia el sistema de dirección asistida. En la mayoría de vehículos funciona mediante un sistema hidráulico que depende del líquido de dirección para operar con suavidad.
Una buena práctica es revisar con frecuencia el nivel de ese líquido. Si no se tiene claro dónde está el depósito, el manual del propietario lo indica. “Para una lectura precisa, el motor debe estar encendido y las ruedas deben girarse un par de veces para que el fluido tome temperatura. Luego, solo hay que comprobar que el nivel coincida con la marca de llenado de la varilla”, señala JD Power en su blog.
También es útil reemplazar el filtro de la dirección asistida una vez al año, ya que este elemento retiene partículas metálicas y otros residuos que, si se acumulan, pueden obstruir las líneas del sistema.
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