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La llegada de los vehículos eléctricos al mercado ha renovado el paradigma de la movilidad, prometiendo una conducción limpia, silenciosa y eficiente. Sin embargo, su masificación enfrenta retos que van más allá de la etiqueta verde: precios de compra elevados, redes de carga aún insuficientes en algunos territorios y la mentalidad del conductor, condicionado por el “miedo a quedarse sin energía”.
Aun cuando las baterías han experimentado avances notables en densidad energética y velocidad de carga, la autonomía continúa en el punto de mira. Según Julio Alejandro Giraldo, jefe de desarrollo de producto de Auteco Blue, los usuarios suelen comparar el SOC (estado de carga) con el indicador de gasolina, pero la naturaleza eléctrica exige otra mentalidad: planificar las cargas y entender las limitaciones reales del vehículo. De acuerdo con Auteco Blue, la lectura del SOC puede presentarse en porcentajes o en gráficos de barras, tal como sucede en los carros tradicionales, lo que facilita la transición del público.
Emergencias en ruta: la batería de 12 V como talón de Aquiles
En los vehículos eléctricos, la batería de 12 V cumple un papel fundamental al alimentar los sistemas de bajo voltaje, como cerraduras, luces, sistemas de control, frenos electrónicos y el propio computador de a bordo. Aunque la batería principal de alta tensión se encarga de mover el vehículo, sin la batería auxiliar de 12 V, el sistema de gestión no puede activarse, lo que impide incluso arrancar el carro. Por eso, su fallo puede inmovilizar por completo el vehículo, convirtiéndola en un punto crítico dentro del ecosistema eléctrico.
Cuando la batería auxiliar de 12 V cae por debajo de su umbral mínimo, el impacto es inmediato: pérdida de potencia, apagón del tablero y señales de advertencia en pantalla. “A diferencia de una falla en el BMS —que suele dejar operativos sistemas de bajo voltaje como radio o iluminación—, aquí el vehículo queda completamente desconectado”, advierte Giraldo. Frente a este escenario, la solución recomendada es retirar la batería y someterla a una recarga controlada en un centro de servicio autorizado.
En situaciones donde no sea factible un taller, Auteco Blue propone dos alternativas de emergencia:
- Arrancador portátil de 12 V: Equipamiento similar a un “powerbank” capaz de suministrar la corriente inicial necesaria para reactivar la batería de accesorios.
- Puente con otro vehículo: Conectando positivo con positivo y negativo con negativo, se arranca primero el donante y luego el receptor; cuando el tablero indique “Ready”, se mantiene en marcha durante diez minutos para que el convertidor DC–DC complete la carga.
De acuerdo con Giraldo, una ejecución descuidada de estos métodos puede derivar en cortocircuitos y daños irreversibles a los módulos electrónicos, por lo que insiste en consultar siempre el manual de usuario antes de operar.
Para escenarios remotos sin acceso a asistencia, Felipe Velásquez, gerente técnico nacional posventa de Auteco Blue, valora el uso de paneles solares portátiles dotados de regulador de carga de 12 V. “Su aporte es lento, pero puede ser la diferencia entre quedarse estacionado y retomar la marcha, sobre todo en zonas con abundante luz solar”. No obstante, reconoce que, en casos de urgencia, el arrancador portátil sigue siendo la opción más rápida y confiable.
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¿Qué hacer si se agota la batería principal del carro eléctrico?
Quedarse sin carga en la batería principal de un vehículo eléctrico es una situación poco común, pero no imposible. Velásquez, explica que, aunque los modelos actuales alertan con suficiente anticipación sobre la reducción de autonomía, es clave saber cómo reaccionar si la energía se agota por completo.
- Detenerse en un lugar seguro: Si detecta que la autonomía llega a cero, buscar de inmediato un sitio seguro para estacionar, fuera de las vías principales.
- Llamar a asistencia especializada: Verificar si la póliza de seguros incluye servicio de grúa o asistencia para vehículos eléctricos. “Muchas compañías ofrecen traslado hasta el punto de recarga más cercano”, señala.
- Evitar remolcarlo manualmente: Algunos vehículos eléctricos no están diseñados para ser remolcados de forma convencional, ya que esto podría dañar el sistema de transmisión o el motor eléctrico. En esos casos es mejor consultar el manual del fabricante antes de intentar moverlo.
- Prevención: En viajes largos, planificar los trayectos, conocer la red de estaciones de carga y evitar llevar la batería al límite, es un factor determinante. “Mantener el SOC por encima del 20 % es clave para evitar restricciones de rendimiento y prolongar la vida útil del sistema”, enfatiza.
Factores ambientales y envejecimiento de la batería
El desempeño de la batería varía según la temperatura y la antigüedad del módulo. “En climas fríos, las reacciones químicas internas se enlentecen y aumenta la resistencia, reduciendo la capacidad de carga; en calor extremo, la alta temperatura puede dar una falsa sensación de rendimiento, pero acelera el desgaste interno”, explica Velásquez. Además, cuando el SOC baja del 20 %, el vehículo puede experimentar limitaciones de velocidad y deshabilitación de sistemas como aire acondicionado o calefacción, según la configuración de fábrica.
Para asegurar que la intervención no comprometa componentes críticos —como el convertidor DC–DC, fusibles electrónicos o la unidad de gestión energética—, Velásquez recomienda un diagnóstico riguroso:
- Inspección visual de terminales, fusibles y relés.
- Medición de voltaje: en estado “Ready” debe superar 13,2 V y, tras el DC–DC, oscilar entre 13,8 V y 14,4 V.
- Escaneo de códigos de falla con el equipo adecuado.
- Detección y eliminación de consumos parásitos.
“Sólo así se constata la integridad del sistema y se evita la recurrencia de descargas inesperadas”, añade.
El crecimiento de los eléctricos exige no solo ampliar puntos de recarga, sino también instruir al usuario en el manejo adecuado de sus baterías. “Consultar el manual y acudir al servicio técnico ante la primera señal de alerta es fundamental para prolongar la vida útil del vehículo y mantener la seguridad vial”, concluye Velásquez.
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