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La seguridad en los carros es uno de los aspectos más relevantes tanto para fabricantes como para conductores, y las bolsas de aire cumplen un papel destacado en la protección de los ocupantes durante una colisión. Estos dispositivos se han consolidado como aliados de otros sistemas de seguridad, como los cinturones, al disminuir de manera significativa el riesgo de lesiones graves y contribuir a salvar vidas.
Andrés Nieto Ramírez, experto en seguridad vial y director del Observatorio de Seguridad y Convivencia de la Universidad Central, destaca que los airbags se han convertido en un componente esencial de la seguridad vehicular. Desde su masificación comercial en 1971, inicialmente en modelos de alta gama como BMW y Mercedes-Benz, se incorporaron progresivamente hasta convertirse en estándar en vehículos de diferentes segmentos. Según el especialista, estos sistemas pueden reducir en un 32 % las muertes en accidentes y disminuir hasta en un 75 % las lesiones cráneo-faciales.
A lo largo de las últimas décadas, han evolucionado desde sistemas mecánicos simples hasta complejos sistemas electrónicos con sensores integrados en el motor, el sistema eléctrico y el chasis del vehículo, permitiendo una activación rápida en menos de 3 segundos tras un impacto. Aunque su activación es automática, algunos vehículos permiten la desactivación selectiva de las bolsas de aire para adaptarse a necesidades específicas, como el transporte de niños o personas con discapacidad.
Seguridad de las bolsas de aire
De acuerdo con Nieto, es importante destacar que los airbags no previenen el 100 % de las lesiones; su objetivo principal es reducir la gravedad de estas y evitar muertes instantáneas. “Aunque un choque a alta velocidad siempre causará algún tipo de lesión, las bolsas de aire ayudan a disminuir la fatalidad de las mismas”, destaca.
Para que los airbags cumplan su función de manera efectiva, deben complementarse con otras medidas de seguridad. Nieto enfatiza que el uso correcto del cinturón es fundamental, así como mantener una distancia mínima de 25 cm entre el conductor y el volante, y de 30 cm entre el pasajero y el tablero. También resulta indispensable que los cinturones estén bien ajustados y que las sillas destinadas a niños y adultos mayores se encuentren correctamente instaladas y posicionadas.
Tipos de bolsas de aire
Además de su papel en la reducción de lesiones, las bolsas de aire se presentan en distintas configuraciones, cada una pensada para proteger zonas específicas del cuerpo según el tipo de impacto. Sobre este punto, especialistas de Ford detallan las principales variantes disponibles en los vehículos actuales:
Bolsas de aire frontales
Estas bolsas están pensadas para proteger al conductor y al pasajero delantero en colisiones frontales. La del conductor se encuentra en el volante y la del pasajero en el tablero. Su despliegue evita que la cabeza y el pecho impacten contra superficies rígidas del vehículo. Para garantizar su eficacia, es indispensable que los ocupantes estén sentados correctamente y utilicen el cinturón de seguridad.
Bolsas de aire laterales
Ubicadas en los costados de los asientos, se activan en choques laterales para proteger principalmente el torso de los ocupantes. Su función es reducir el riesgo de contacto del cuerpo con la puerta y mitigar lesiones en el abdomen.
Bolsas de aire tipo cortina
Instaladas detrás de la moldura del techo, por encima de las puertas, se despliegan en impactos laterales para proteger la cabeza. Su cobertura suele abarcar las ventanas delanteras y traseras, lo que las hace especialmente útiles en vehículos con varias filas de asientos.
Otros tipos de bolsas de aire
- De rodillas: ubicadas bajo el tablero, protegen las extremidades inferiores del conductor o pasajero en colisiones de alta velocidad. Su función es distribuir la fuerza del impacto, prevenir lesiones en las rodillas y evitar que el cuerpo se desplace hacia adelante.
- Integradas en el cinturón de seguridad: diseñadas para expandirse sobre una superficie mayor del torso al momento del choque, reducen la presión puntual ejercida por el cinturón y disminuyen el riesgo de lesiones internas.
Lesiones de los airbags al activarse
Según Claudia Guerrero, gerente de All Engine, firma especializada en movilidad, las lesiones más comunes provocadas por el despliegue de un airbag incluyen daños en la cabeza y el cuello, como contusiones, conmociones cerebrales y latigazo cervical, que afectan músculos y ligamentos.
En el rostro, el impacto puede causar hematomas, cortes, fracturas en los huesos faciales, ruptura de tímpanos, pérdida temporal o permanente de audición, irritación ocular y posibles daños visuales debido a los químicos del airbag.
Las manos y muñecas, al estar próximas al punto de despliegue, son vulnerables a quemaduras, cortes, fracturas y dislocaciones. En el pecho, la combinación entre el airbag y el cinturón de seguridad puede generar fracturas de costillas, hemorragias internas y, en casos graves, afectaciones cardíacas.
Posturas seguras al activarse el airbag
A su vez, Nieto indica que, para garantizar la efectividad de los airbags y la seguridad vial, es crucial seguir ciertas recomendaciones durante la conducción.
En primer lugar, el asiento debe estar ajustado en un ángulo correcto, ni demasiado inclinado hacia atrás ni demasiado hacia adelante. Este ángulo varía según el vehículo y la inclinación del parabrisas, por lo que es importante consultar el manual del propietario para obtener la configuración óptima.
Además, siempre se debe usar el cinturón de seguridad. Cumplir con estas recomendaciones, junto con las específicas de cada marca o modelo de vehículo, maximiza la seguridad del airbag. Ignorar estas prácticas puede reducir la efectividad del airbag e incluso provocar lesiones adicionales en caso de activación.
A su turno, Guerrero indica que, el conductor debe mantener una distancia mínima de 25 cm (10 pulgadas) del volante, ajustar la altura del asiento para una visión clara del camino y reclinar el respaldo entre 100 y 110 grados para un soporte adecuado.
Las manos deben ubicarse en la posición 10:10 en el volante. Las piernas deben estar ligeramente dobladas para alcanzar cómodamente los pedales, mientras que el cinturón de seguridad debe ajustarse correctamente, con la banda pélvica sobre las caderas y la diagonal sobre el pecho. Los pasajeros deben sentarse alejados del tablero, con el respaldo recto y el cinturón de seguridad bien colocado.
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