Torque vs. potencia en las motos: ¿qué es y cuál es la diferencia?

Tanto el torque como la potencia son características esenciales del desempeño de un motor.

Foto: pexels

En el mundo de las motos, hay dos términos que aparecen con frecuencia en fichas técnicas, comparativas y en las conversaciones entre motociclistas: torque y potencia. Aunque ambos están directamente vinculados con el rendimiento del motor, suelen prestarse a confusión o a interpretaciones imprecisas.

Comprender qué significa cada uno y cómo influyen de forma diferente en la experiencia de conducción resulta importante para cualquier motociclista que busque tomar decisiones informadas, ya sea al elegir una moto o al analizar su comportamiento bajo distintas condiciones de uso.

Pedro Luis Escudero, jefe nacional de garantías del Grupo UMA, explica que tanto el torque como la potencia son características esenciales del desempeño de un motor, y que cada modelo presenta valores específicos determinados por su diseño, su aplicación y el control electrónico que lo gestiona.

De acuerdo con Escudero, el torque es esa fuerza que se percibe de inmediato al acelerar o al arrancar. Es la responsable de empujar la moto hacia adelante, de permitir subir una pendiente o de mover el vehículo con determinación desde que está detenido. En términos simples, el torque es la fuerza que el motor aplica para hacer girar la rueda.

Por otra parte, la potencia representa la cantidad de energía que el motor puede generar, siendo el resultado de multiplicar el torque por la velocidad de giro del motor (Potencia = Torque × Revoluciones). Desde una perspectiva práctica, la potencia es la que define hasta dónde puede llegar la velocidad de la moto y cómo responde en el rango alto del cuentarrevoluciones.

Escudero aclara por qué suele decirse que el torque es clave para la aceleración, mientras que la potencia determina la velocidad máxima: un motor con mayor torque hará girar la rueda trasera con más fuerza, logrando una aceleración más enérgica desde parado o a bajas velocidades. En cambio, un motor con mayor potencia tiene la capacidad de mantener revoluciones más altas durante más tiempo, lo que permite alcanzar una velocidad final superior.

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Torque y potencia según el estilo de conducción

De acuerdo con el experto del Grupo UMA, los motores de las motos se diseñan o seleccionan teniendo en cuenta el tipo de uso que tendrán y el desempeño que se espera de ellos. Esta relación entre torque y potencia influye directamente en el estilo de conducción y en las sensaciones que experimenta el piloto.

Por ejemplo, las motos que cuentan con un alto torque resultan más cómodas y prácticas para la conducción en ciudad, recorridos off-road o rutas con muchas pendientes. Gracias a ese par motor elevado, no necesitan exigir tanto al motor para moverse con agilidad desde bajas revoluciones, facilitando la conducción en tramos cortos, arranques constantes o terrenos difíciles.

En contraste, las motos que priorizan una mayor potencia están pensadas para la carretera y la conducción deportiva. Allí, mantener velocidades altas durante más tiempo y aprovechar el motor en regímenes elevados se vuelve primordial. “Esa potencia adicional permite sostener ritmos más altos y mejorar el rendimiento en trayectos largos o de autopista”, enfatiza el experto.

Escudero destaca que, aunque más torque suele favorecer la comodidad y la respuesta inmediata, y más potencia favorece la velocidad final y el rendimiento en alta, en las motocicletas de uso diario se busca un equilibrio entre ambos valores. “Este balance permite que la moto sea versátil, cómoda en ciudad y, al mismo tiempo, con capacidad para responder bien en carretera”, añade.

En la práctica, las diferencias que puede notar un piloto al conducir una moto con mucho torque, pero menos potencia, frente a una con más potencia, pero menor torque, son claras. En el primer caso, el piloto disfruta de una aceleración inmediata desde bajas revoluciones, ideal para entornos urbanos, rutas con curvas cerradas o pendientes pronunciadas. Sin embargo, la velocidad máxima estará más limitada, algo habitual en motos de trabajo o reparto, donde la prioridad es la respuesta rápida y el consumo moderado.

Por el contrario, una moto con más potencia, pero menos torque, requiere que el piloto suba más las revoluciones del motor para sentir la fuerza de empuje. Una vez alcanzado ese régimen alto, la moto puede sostener mejor la velocidad final y se comporta con mayor soltura en autopistas o carreteras largas.

Recomendaciones para elegir una moto según el uso

Además de comprender las diferencias técnicas entre torque y potencia, resulta clave saber qué priorizar según el entorno donde se va a conducir la motocicleta. Escudero explica que la elección adecuada depende en gran medida del tipo de trayecto que se recorre a diario y del estilo de manejo que se busca.

En el caso de la conducción urbana, Escudero recomienda dar prioridad al torque, ya que este ofrece ventajas claras para desplazarse con agilidad y menor esfuerzo en medio del tráfico.

Entre las razones destaca:

• Facilidad para arrancar en semáforos y paradas frecuentes, gracias a que el motor entrega fuerza suficiente desde bajas revoluciones.
• Mejor capacidad para subir pendientes o rampas sin necesidad de revolucionar excesivamente el motor, lo que evita esfuerzos innecesarios.
• Mayor maniobrabilidad y control en calles estrechas o con curvas cerradas, donde la respuesta inmediata del torque facilita la conducción.
• Menor consumo de combustible al no requerir mantener el motor a altas revoluciones para obtener empuje.
• Sensación de respuesta rápida que genera más confianza y seguridad en el entorno urbano.

Escudero aclara que, en ciudad, no es tan relevante contar con una moto de alta potencia, ya que las condiciones de tráfico impiden aprovecharla plenamente. En este entorno, rara vez se alcanzan velocidades sostenidas que justifiquen un motor con mucha potencia.

Lo más recomendable, según el experto, es optar por una motocicleta que ofrezca:

• Buen torque disponible a bajas revoluciones.
• Consumo eficiente de combustible.
• Comportamiento equilibrado para trayectos cortos y arranques constantes.

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