Este domingo, las calles de Bogotá volverán a teñirse de verde. Miles de corredores se reunirán en uno de los eventos deportivos y ambientales más importantes del país: la Carrera Verde, organizada por la Fundación Natura y respaldada por varias empresas privadas comprometidas con la sostenibilidad. Más que una simple competencia atlética, esta carrera busca sembrar conciencia ecológica paso a paso, kilómetro a kilómetro, árbol a árbol.
La Carrera Verde no solo celebra la vida activa, sino que también la conecta con el cuidado del planeta. Este año, el evento promete superar cifras anteriores tanto en participantes como en árboles plantados, consolidando una vez más su papel como una iniciativa deportiva con impacto ambiental directo.
La carrera se llevará a cabo en el Parque Simón Bolívar, uno de los pulmones verdes de la capital colombiana, con distancias de 3K, 5K y 10K para que tanto corredores profesionales como aficionados, familias y personas con diferentes capacidades puedan sumarse. La ruta atraviesa zonas arboladas y senderos rodeados de naturaleza, permitiendo a los corredores disfrutar de un ambiente fresco y revitalizante, en sintonía con el propósito ecológico de la competencia.
La salida está programada para las 8:00 a.m., aunque desde muy temprano los participantes llegarán para calentar, hidratarse y disfrutar de las actividades previas que incluyen clases de estiramiento, exhibiciones artísticas y presentaciones culturales. A lo largo del recorrido, se dispondrán puntos de hidratación y estaciones de reciclaje, reforzando el mensaje de sostenibilidad.
En cuanto a la logística, los organizadores han asegurado un dispositivo de movilidad para facilitar el acceso al parque, zonas de parqueo para bicicletas, y acuerdos con TransMilenio para facilitar el ingreso de los participantes. Además, se ha promovido el uso de medios de transporte alternativos y compartidos para reducir la huella de carbono del evento.
Una de las características más destacadas de la Carrera Verde es que por cada inscripción se planta un árbol nativo en áreas de restauración ecológica en distintas zonas del país. Según cifras de la Fundación Natura, desde la primera edición en 2015 hasta hoy, se han sembrado más de 140.000 árboles gracias a esta iniciativa.
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Este año, los árboles se plantarán en zonas afectadas por la deforestación en el Meta y Cundinamarca, como parte del programa de restauración de corredores ecológicos que buscan unir fragmentos de bosque y permitir el tránsito de especies como el oso andino, el puma o el mono aullador. De esta manera, cada paso dado en la carrera se convierte en un paso hacia la recuperación de los ecosistemas colombianos.
Además, todos los materiales utilizados para la carrera, desde los números de los corredores hasta las camisetas y medallas, están hechos con materiales reciclados o biodegradables, reafirmando el compromiso ambiental del evento.
Carlos Ramírez tiene 34 años, trabaja como diseñador gráfico y esta será su tercera participación en la Carrera Verde. Aunque su día a día transcurre frente a una pantalla, desde hace cuatro meses empezó a entrenar con disciplina para llegar en óptimas condiciones a la competencia de 10 kilómetros. “Lo más bonito de esta carrera es que uno corre con un propósito: no solo por salud o por deporte, sino también por el planeta”, comenta en entrevista con El Espectador.
Ramírez entrena tres veces por semana en el parque Metropolitano El Country. Alterna días de trote suave con sesiones de intervalos para mejorar su resistencia y velocidad. Además, complementa su preparación con ejercicios de fortalecimiento en casa, centrados en piernas y abdomen, y estiramientos diarios para evitar lesiones. “Cuando uno va a correr, el cuerpo se convierte en una herramienta. Y como toda herramienta, hay que cuidarla y afilarla”, explica.
Pero su preparación no ha sido únicamente física. Desde que se inscribió en la carrera, Carlos también ha hecho ajustes en su alimentación. Redujo el consumo de alimentos ultraprocesados, aumentó la ingesta de frutas, verduras y cereales integrales, y se ha hidratado con mayor regularidad. “No se trata de una dieta estricta, sino de ser consciente de lo que uno le da al cuerpo. Después de todo, es el motor que te va a llevar a la meta”.
A una semana del evento, Ramírez ha bajado la intensidad de sus entrenamientos. En lugar de correr largas distancias, ha optado por sesiones más cortas y suaves para mantener el ritmo sin agotar sus reservas. También ha priorizado el descanso y ha dormido al menos ocho horas por noche. “El cuerpo necesita recargarse, y a veces dormir es tan importante como entrenar”, afirma.
El día previo a la carrera, tiene planeado recoger su kit con anticipación, preparar su ropa deportiva, revisar el clima, y cenar algo ligero pero nutritivo, como pasta integral con vegetales. “El objetivo es llegar tranquilo, sin correr a última hora. Quiero disfrutar la carrera, no sufrirla”.
Para él, y para muchos otros corredores, la Carrera Verde se ha convertido en una cita anual ineludible. No es solo una competencia deportiva, sino un espacio para compartir con amigos, conocer gente nueva y sentir que cada paso cuenta por una causa mayor. “Es emocionante ver cómo tantas personas se unen por algo tan valioso como proteger nuestros bosques. Uno se siente parte de algo grande”, dice.
Este año, además, la Carrera Verde ha incluido una categoría virtual para quienes viven en otras ciudades o países. Los inscritos pueden correr desde cualquier lugar del mundo, registrar su tiempo en la aplicación oficial y recibir su medalla y certificado digital.
¿Qué debe tener en cuenta un participante este domingo?
Los organizadores han emitido varias recomendaciones para los participantes.
- Llegar al menos una hora antes del inicio de la carrera.
- Llevar una botella reutilizable (habrá estaciones de recarga)
- Usar protector solar, gorra y ropa cómoda.
- También se recomienda no llevar audífonos durante la carrera para estar atentos a las señales del recorrido y poder disfrutar del entorno natural.
- Es importante respetar las indicaciones de los voluntarios y el personal de logística, así como mantener el distanciamiento cuando sea necesario y seguir las normas de bioseguridad establecidas.
Este domingo, los pasos que resuenen en el Parque Simón Bolívar serán algo más que pasos hacia una meta. Serán latidos de esperanza por un futuro más verde, más limpio y más justo para todos.