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¿Cómo controlar la presión arterial alta? Recomendaciones de un especialista

Con determinación y acompañamiento médico, puede no solo controlar su presión arterial, sino mejorar su calidad de vida.

Diego Alejandro Suárez Guerrero
06 de julio de 2025 - 12:00 a. m.
La hipertensión no es una sentencia, sino una oportunidad de transformar tu salud. Con determinación, datos confiables y acompañamiento médico, puedes no solo controlar tu presión arterial, sino mejorar tu calidad de vida.
La hipertensión no es una sentencia, sino una oportunidad de transformar tu salud. Con determinación, datos confiables y acompañamiento médico, puedes no solo controlar tu presión arterial, sino mejorar tu calidad de vida.
Foto: Getty Images
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La hipertensión arterial —definida como lecturas persistentes por encima de 130/80 mm Hg— es un problema de salud global que afecta a millones de personas. Con frecuencia, las personas descubren que tienen presión alta durante una consulta de rutina o tras un evento inesperado como un dolor de cabeza intenso o mareo.

Sin embargo, la hipertensión es una condición silenciosa que puede avanzar sin síntomas evidentes. “Por eso la llamamos el asesino silencioso”, señala el doctor de la Clínica Colombia, Mateo Paredes.

La clave, insiste, es actuar antes de que se convierta en un problema mayor. Es un proceso que empieza en casa: con una toma de conciencia sobre los factores que podemos modificar y con la disposición de asumir un papel activo en el cuidado de la salud.

Afortunadamente, nunca es tarde para empezar. Ya sea que haya sido diagnosticado recientemente o lleve años luchando con la presión arterial, cada pequeño paso suma. Incluso si ya se requiere medicación, los hábitos saludables potencian su efectividad, reducen la necesidad de dosis altas y previenen complicaciones. El enfoque debe ser integral, constante y adaptado a cada persona. No se trata de vivir a dieta o de pasar horas en el gimnasio, sino de integrar decisiones más saludables en lo cotidiano. Aquí algunas recomendaciones prácticas que pueden marcar la diferencia.

1. Estilo de vida: la base del control

Paredes afirma: “No existe un suplemento mágico, el cambio empieza por hábitos diarios”. Entre los más eficaces destacan:

• Dieta DASH: se trata de un plan alimenticio rico en frutas, verduras, granos enteros, lácteos bajos en grasa, proteínas magras, y bajo en sal, grasas saturadas y azúcares añadidos. Estudios han demostrado que la dieta DASH reduce la presión sistólica de 5 a 11 mm Hg en personas hipertensas. Según Paredes, “la DASH no solo baja la presión, también mejora tu perfil lipídico —los efectos se ven en solo dos semanas”.

• Reducir sodio e incrementar potasio: no basta con limitar sal; aumentar el potasio mejora la vasodilatación y promueve la excreción de sodio. Un modelo matemático reciente sugiere que una ingesta adecuada de potasio puede ser incluso más potente que reducir sodio.

• Peso saludable: “Perder apenas el 5 % del peso corporal ya puede generar una caída significativa de la presión arterial”, explica el experto.

• Actividad física: se aconsejan al menos 150 minutos de ejercicio moderado a la semana, como caminar rápido, o 75 minutos de ejercicio intenso. En palabras del doctor Paredes: “Caminar media hora diaria fortalece el corazón, mejora tus vasos y reduce el estrés”.

• Evitar tabaco y alcohol: el cigarrillo daña las arterias; el alcohol, en exceso, incrementa la presión. Limitarlo a una bebida diaria en mujeres y dos en hombres es ideal.

2. Hábitos diarios

Más allá de lo evidente, el experto afirma que pequeños hábitos suman:

• Hidratación constante: beber agua regularmente ayuda a mantener la presión bajo control.

• Evitar el azúcar: la ingesta elevada de azúcares puede elevar la tensión.

• Buena higiene del sueño y gestionar el estrés: el protagonista es el cortisol —cuando dormimos mal o vivimos estresados, aumenta la presión. Técnicas como la meditación pueden reducirla notablemente.

• Pausas activas en el trabajo: levantarse, estirarse o caminar algunos minutos cada hora ayuda a evitar picos de presión.

3. Tratamientos complementarios

  • Terapias de calor pasivo: el baño caliente genera mayor aumento de temperatura corporal, con mejoras en flujo sanguíneo e inflamación, según el doctor. “Aunque no reemplaza el ejercicio, puede ser útil para quienes tienen limitaciones físicas”, dice.
  • Sustitutos de sal y saborizantes saludables: reducir sodio, pero añadir hierbas, especias, vinagre o potasio, puede ayudar. Sustitutos comerciales con cloruro de potasio se han relacionado con reducciones en la presión, aunque no son aptos en casos de enfermedad renal.
  • Alimentos ricos en flavonoides: una revisión reciente encontró que consumos regulares de cacao, té, manzana o uvas, ricos en flavan‑3‑oles, pueden bajar la presión tanto como algunos medicamentos.

4. Monitoreo y seguimiento

El control de la presión no se logra solo con hábitos, sino también con buena medición:

• Monitoreo domiciliario: la AHA recomienda tomar lecturas en casa regularmente para observar tendencias, no un dato aislado. El doctor Paredes advierte: “Muchos tratamientos fallan por diagnósticos erróneos; mide en casa para tomar decisiones más acertadas”.

• Inicio temprano del tratamiento: un estudio publicado hace dos meses concluyó que iniciar la medicación en el primer mes tras el diagnóstico mejora significativamente el control a 6 y 30 meses (57,7 % vs 47,8 % en un año).

5. Cuando la medicación es necesaria

Aunque el estilo de vida es fundamental, muchos necesitan fármacos:

• Combinar medicamentos: cuando se usan dos pastillas de baja dosis en lugar de una alta, se logra mejor control con menos efectos secundarios.

• Causas secundarias: de acuerdo con el doctor, el 8 % de los hipertensos podría tener hiperaldosteronismo primario, una causa tratable.

6. Enfoque comunitario y digital

Varios proyectos están afianzando los controles de presión en la comunidad:

• Implementación comunitaria: centros como el proyecto iHEC en China han logrado mejoras en adultos mayores mediante sistemas educativos y medición en grupo.

• Telemedicina y recordatorios: el NHLBI apoya investigaciones sobre recordatorios por SMS y chatbots, que mejoran la adherencia.

• Monitoreo remoto: dispositivos Bluetooth combinados con atención no presencial redujeron la hipertensión en siete semanas. El doctor Paredes explica: “Es una opción atractiva para quienes tienen poca movilidad, aunque debe ser complementaria y con duración y frecuencia controladas”.

De acuerdo con el experto, el control óptimo se basa en:

1. Modificar los hábitos diarios (DASH, ejercicio, peso, sueño, estrés).

2. Utilizar terapias complementarias (calor pasivo, flavonoides, sustitutos del sal).

3. Monitoreo constante (casa, aplicaciones, telemedicina).

4. Tratamiento farmacológico temprano y personalizado.

5. Apoyo comunitario y digital para mejorar adherencia y educación.

Paredes resume: “Tomar la presión en casa, iniciar tratamiento a tiempo, cambiar tu dieta y moverte cada día es más eficaz que cualquier golpe de efecto. Es un trabajo continuo, pero tu vida está en juego”.

Controlar la presión arterial es un reto integral. No se trata solo de medicinas, sino de cambios sostenidos en dieta, actividad, sueño y salud emocional. Según recientes estudios, tanto el enfoque comunitario como terapias pasivas como baños calientes pueden sumar beneficios.

La clave está en empezar lo antes posible: si al mes del diagnóstico ya estás en tratamiento, es más probable que en los siguientes meses logres una presión saludable. Y si además mides en casa, ajustas la dieta y se mueves, tendrá la mejor defensa contra sus consecuencias.

La hipertensión no es una sentencia, sino una oportunidad de transformar tu salud. Con determinación, datos confiables y acompañamiento médico, puedes no solo controlar su presión arterial, sino mejorar su calidad de vida. Si aún no lo ha hecho, hoy es un excelente momento para empezar a medir, caminar y comer mejor.

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Diego Alejandro Suárez Guerrero

Por Diego Alejandro Suárez Guerrero

Comunicador social y periodista de la Universidad Externado de Colombia, con énfasis en comunicación creativa y medios emergentes.dasuarez@elespectador.com

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