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Entre los beneficios más conocidos por el yoga facial están la disminución del estrés en el rostro, el alivio de la rigidez por apretar la mandíbula (bruxismo), y la tonificación de músculos que usualmente no se entrenan por el día a día. Las presiones suaves, estiramientos pueden mejorar la circulación de la piel y provocar un aspecto más suave y “brillante”.
A continuación, compartimos algunos ejercicios que funcionan como un entrenamiento facial.
La ventaja de practicar el yoga facial es que las rutinas pueden adaptarse al tiempo disponible, aunque se recomienda practicarlas a diario —como al comenzar el día o antes de dormir o, al menos, varias veces por semana—. Y, si bien existen propuestas segmentadas para cada zona de la cara, es posible combinar ejercicios para activar distintos grupos musculares en una misma sesión.
Por ejemplo...
En distintos contenidos audiovisuales se comparten ejercicios que ilustran la práctica. Este es tan solo un pequeño recuento, pues las opciones y combinaciones son múltiples.
- Para la mandíbula, un ejemplo consiste en recorrer el borde del mentón con ambas manos, alternándolas, o aplicar pellizcos (suaves, por supuesto) desde el centro hacia las orejas.
- En las mejillas funcionan ejercicios como llenar la boca de aire durante unos segundos —inflando los cachetes— y liberarlo después. Otra opción es hundirlas ligeramente hacia adentro, como si se succionara. La zona también se puede estimular usando las yemas de los dedos para dar golpes suaves y templar.
- Ahora, para fortalecer el área de los ojos, se pueden colocar dos dedos en forma de “V” a cada lado, dirigir la mirada hacia arriba y entrecerrar suavemente los párpados. Luego, abrirlos y repetir la rutina.
- Sigamos con el cuello. Aquí, manteniendo la vista al frente, es posible girar la cabeza hacia un lado, llevándola ligeramente hacia atrás y sosteniendo esa posición unos segundos antes de repetir hacia el otro lado.
- En la región de la boca y los labios funcionan movimientos como inclinar la cabeza hacia atrás y simular enviar un beso. Otro, exhalar como si se apagaran velas o cubrir los dientes con los labios y, haciendo una forma de “o”, intentar sonreír.
- Y, en la frente, una opción es deslizar los dedos desde el punto central hacia los laterales. Como complemento, apoyar las palmas previamente calentadas sobre los ojos para generar una sensación final de descanso.
Tip: existen rodillos o placas de raspado que potencian los resultados, igual que algunos productos como geles y espumas. Los materiales, precios y usos también varían.
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