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Aunque el uso adecuado de productos capilares, la cantidad de cabello que se cae, la debilidad capilar, entre otros aspectos, son parte de las preocupaciones diarias de quienes les preocupa la apariencia y salud de su cuero cabelludo, cuando la caída del cabello se hace más evidente, la pérdida del mismo tiene un gran impacto para la autoestima diaria.
Los efectos de la caída del pelo se pueden deber a diferentes aspectos, entre ellos los desequilibrios hormonales, la contaminación y los malos hábitos alimenticios, la pérdida de peso, cirugías, partos, medicamentos, pero una de las razones más usuales que causa la pérdida de cabello es el estrés.
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De acuerdo con Alejandra Garzón, dermatóloga clínica y estética, especialista en tricología y dermatología capilar, existen tres tipos de caída del pelo que pueden asociarse a niveles elevados de estrés:
- Efluvio telógeno: los folículos pilosos entran en reposo, lo que puede causar una caída repentina con solo peinarse o lavarse el pelo.
- Tricotilomanía: es una necesidad irresistible y recurrente de arrancarte el cabello, de las cejas o de otras zonas del cuerpo, aunque intentes detenerte.
- Alopecia areata: el sistema inmunitario del organismo ataca los folículos pilosos, lo que provoca la caída del cabello.
La profesional agrega que, después de que el factor desencadenante del estrés ha desaparecido y se tuvo una caída normal del cabello, el proceso de recuperación puede tomar de tres a seis meses. “Si es por estrés se debe reducir la causa del estrés con psicoterapia, meditación, hacer ejercicio, etc.“, afirma Garzón.
¿La caída del cabello por estrés es igual en hombres y mujeres?
“Cada causa de la caída del cabello es diferente, por ejemplo, la caída de cabello por estrés (Efluvio telógeno agudo) puede verse con más frecuencia en mujeres que en hombres, ya que las mujeres tienden a hacer más dietas restrictivas, los partos, los cambios hormonales, cambios en métodos de planificación, entre otros”, afirma Garzón.
La razón de este efecto, según estudios, es que las mujeres responden de forma diferente a los estímulos o a las situaciones de tensión: “Los hombres, en general, tienden a ser más propensos a mostrar reacciones externas y agresivas ante el estrés agudo, mientras que las mujeres tienden mucho más a interiorizar sus respuestas”, afirma Marco Bortolato, doctor y profesor de farmacodinámica en la Facultad de Farmacia de la Universidad de Florida en el estudio dirigido por investigadores de UF Health.
Además, profesionales de la Universidad de Nueva Gales del Sur en Australia sugieren que la tendencia de las mujeres está en utilizar el “pensamiento negativo repetitivo” como estrategia de afrontamiento al estrés.
Esta tendencia psicológica, que consiste en preocuparse persistentemente sobre problemas, eventos negativos o experiencias, tanto pasadas como futuras, podría ser un factor clave en el aumento de sus niveles de fatiga en comparación con los hombres, fatiga que podría desencadenar la pérdida del cabello.
La importancia de las vitaminas para el cabello
El cuero cabelludo requiere ciertas vitaminas que hacen posible su regeneración y fortalecimiento. Sobre eso, la doctora Garzón afirma que la deficiencia de vitamina D, E, A, ácido fólico, biotina, y minerales como Zinc, selenio, hierro y cobre, entre otros puede provocar la caída del cabello con más frecuencia.
“Es muy importante tener una dieta balanceada para evitar estos déficits, así como es fundamental no automedicarse y consultar con un dermatólogo, ya que no siempre la alopecia está asociada a déficits en vitaminas o minerales”, cuenta.
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¿El romero para la caída del cabello funciona?
Así mismo, Garzón se refiere al uso del romero, una hierba con frecuencia usada en los productos capilares y que, en ocasiones, se recomienda para combatir el efecto de la caída del cabello naturalmente.
“Es bueno aclarar que ni el minoxidil ni el romero son la cura para ningún tipo de alopecia. El romero se lo recomendaría a las personas con Efluvio telógeno agudo (caída de cabello por estrés) que no tengan ninguna otra condición en el cuero cabelludo, todas las demás alopecias deben ser tratadas por un dermatólogo”, afirma.
Utilizar un buen shampoo para el tipo de cuero cabelludo de cada persona, lavar el cuero cabelludo diariamente o día de por medio, mantener una dieta balanceada, no hacer peinados muy ajustados y tener un estilo de vida saludable, son algunos de los consejos de la experta para cuidar su cabello.
De acuerdo con Carolina Giraldo, CEO de Sense, una empresa colombiana especializada en productos naturales para el cuidado capilar y personal, un producto capilar de calidad debería ofrecer múltiples beneficios para la salud del cuero cabelludo, tales como:
- Hidratación: Los productos deben ayudar a mantener un equilibrio adecuado de humedad, lo que previene la sequedad y la descamación.
- Nutrición: Ingredientes naturales ricos en vitaminas y minerales pueden fortalecer el cuero cabelludo y promover un crecimiento capilar saludable.
- Equilibrio del pH: Un buen shampoo y acondicionador debe contribuir a restaurar el pH natural del cuero cabelludo, ayudando a prevenir condiciones como la caspa.
- Propiedades antiinflamatorias: Ingredientes como el aloe vera pueden ayudar a aliviar las irritaciones y la inflamación.
- Estimulación del flujo sanguíneo: Algunos ingredientes naturales como la centella asiática pueden mejorar la circulación sanguínea en el cuero cabelludo, lo que favorece un crecimiento capilar más vigoroso.
El cuidado de la densidad capilar, por ejemplo, es uno de los aspectos a los que la marca le presta mayor atención para mejorar la apariencia del cabello. Sobre esto, un estudio hecho por CE.way Regulatory Consultants Ltd, logró comprobar que su shampoo puede aumentar hasta en un 35% la densidad del pelo.
“Trabajamos cada día para ofrecer soluciones reales, basadas en ingredientes naturales, tecnología y evidencia. Nuestro objetivo es seguir innovando en la industria capilar para transformar vidas”, cuenta Giraldo.
Sin embargo, Garzón aclara que además del uso de un buen producto capilar, también influye la genética, la edad, los hábitos, las condiciones médicas asociadas, etc.
Y agrega que: “una buena rutina de cuidado capilar puede ayudar a equilibrar la producción de sebo, elimina células muertas y residuos, mejora la barrera cutánea y disminuye la inflamación, todo esto lleva a una disminución del prurito (piquiña), ardor, descamación y caída capilar“.
