:format(jpeg)/www.elespectador.comhttp://thumbor-prod-us-east-1.photo.aws.arc.pub/4Ytch5vVXVoEGzKpTLql3HIWuYg=/arc-anglerfish-arc2-prod-elespectador/public/SJJPYTYBWFD7LOIS3DNFQLONSQ.jpg)
Uno de los resultados más importantes de las pasadas elecciones fue el fortalecimiento de la bancada de Colombia Humana en el Concejo. La colectividad pasó de tener una curul en la corporación, ocupada por Hollman Morris, a cuatro, ocupadas por mujeres: Ana Teresa Berrnal, Heidy Sánchez, Susana Muhammad y Ati Quigua. De ellas, la única que repetía la experiencia en el cabildo era Quigua, quien estuvo en el Concejo entre 2004 y 2011. Sin embargo, en esta ocasión su curul está en vilo pues al parecer incurrió en doble militancia.
Aunque la historia de Quigua se remonta a días antes de las elecciones, el 23 de octubre, cuando el Consejo Nacional Electoral (CNE) revocó su candidatura por doble militancia, hasta esta semana el Tribunal Administrativo de Cundinamarca admitió de manera formal una demanda que busca tumbar el escaño. De acuerdo con el demandante, Alejandro Cortés Zamudio, la concejal Quigua estaba inhabilitada para presentarse a las elecciones por doble militancia, ya que al momento de su elección no había transcurrido más de un año desde su renuncia al partido Alianza Social Indígena (ASI), partido con el que se presentó como candidata al Congreso para las elecciones legislativas de 2018.
Un de las pruebas que presentó el demandante fue la Resolución 6495 del 23 de octubre de 2019, con la que los magistrados del CNE consideraron probada la condición de doble militancia. Esto ya significaba la revocatoria de la inscripción de la candidatura, por lo que Quigua no hubiese podido participar de los comicios, pero interpuso recursos de reposición y por tanto el CNE nunca tomó una decisión definitiva sobre el caso. Pasadas las elecciones y como consecuencia de la falta de decisión, el CNE perdió competencias para resolver sobre el asunto.
En la demanda también se adjuntan dos respuestas que envió el partido ASI al Consejo Nacional Electoral sobre la situación de Quigua en la colectividad, además de una solicitud a la Registraduría para que precise si la cabildante participó en las elecciones de 2018. Finalmente, el demandante exigió que se obtenga la declaración juramentada de la representante legal del partido ASI, para que precise y aclare las dudas sobre la militancia de Quigua en la colectividad.
Uno de los mayores inconvenientes sobre este caso es la contradicción entre las dos cartas que envió ASI al CNE, ambas con firma de la representante legal del partido, Berenice Bedoya Pérez. En la primera, con fecha del 24 de septiembre de 2019, se explica que Ati Quigua renunció a la militancia del partido y que su solicitud fue radicada el 23 de noviembre de 2018. En la segunda respuesta, enviada el 10 de octubre de 2019, Bedoya reconoce que Quigua participó en las elecciones de 2018, que no ha sido directiva del ASI y que aún no había presentado su renuncia a la militancia del partido.
Esto, incluso, fue puesto en duda por el demandante, quien en su acción de nulidad aseguró que no solo las fechas resultaban confusas sino que hay dudas ya que las respuestas no tienen sellos de recibo que permitan saber exactamente cuándo fueron creados y radicados los documentos. “Sin contar la notoria falta de similitud en los trazos de las firmas consignadas en uno y otro texto a nombre de la representante legal del ASI”, agrega la demanda.
En caso de que el Tribunal acceda a las peticiones del demandante, Ati Quigua perderá su curul, pero la mantiene su partido. Eso significa que al cabildo llegaría quien ocupa el quinto renglón de la lista cerrada de Colombia Humana.
¿Quién es Ati Quigua?
Nació en Jewrwa, una comunidad en la Sierra Nevada de Santa Marta. De allí fue desplazada junto a su familia y llegó a Bogotá, donde se graduó como filósofa de la U. Sergio Arboleda y politóloga de la ESAP.
Quigua hizo historia en 2004 al convertirse en la primera mujer indígena en llegar al Concejo de Bogotá, pero en esa ocasión también se enfrentó a un proceso de pérdida de curul por no tener 25 años como lo establecía el Estatuto Orgánico de Bogotá. Sin embargo, la cabildante ganó una tutela y la Corte Constitucional ordenó reintegrarla a su curul en la corporación, donde estuvo hasta 2011 y se destacó por la promoción de temas relacionados con medio ambiente, paz y de cosmovisión indígena. En 2014 intentó llegar al Senado.
Quigua también tiene experiencia en el sector público y ha centrado su gestión en proponer soluciones a la situación de vulnerabilidad, exclusión, violencia y discriminación de la ruralidad, las etnias, en especial la mujer y la infancia mediante la formulación de lineamientos de política pública. También ha participado como docente de la Escuela Intercultural de Diplomacia Indígena de la Universidad del Rosario, durante el trabajo de educación intercultural en la Sierra Nevada de Santa Marta.