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El último envión de la campaña

Mayor exposición mediática, más confrontación y posibles alianzas se vienen en estos 36 días.

Carlos Hernández Osorio
20 de septiembre de 2015 - 02:00 a. m.

Falta poco más de un mes para las elecciones del 25 de octubre y las campañas se juegan sus últimos cartuchos. El panorama en la punta, de acuerdo con las encuestas, se ha decantado en favor de Enrique Peñalosa, Rafael Pardo y Clara López, y aunque la intención de voto se inclina hacia el primero, hay que recordar que la carrera por la Alcaldía de Bogotá tiende a definirse a pocos días de ir a las urnas. De ahí la importancia de aplicar una estrategia certera en este corto trayecto, que es el más intenso.

Desde el mercadeo político suele aplicarse una suerte de fórmula según la cual, mientras el comienzo de la campaña es el momento para exponer las propuestas de una forma racional y pausada, al final, en cambio, prima el discurso emocional y efectista que permite cautivar a los votantes indecisos. Estos en Bogotá son, más o menos, uno de cada diez. Por eso es previsible que estas semanas sean de mayor confrontación entre los candidatos o, al menos, los choques se notarán más ante una mayor exposición mediática que tratarán de aprovechar para diferenciarse.

Recientes movimientos, como la renuncia de Carlos Vicente de Roux a su candidatura por la Alianza Verde, comenzaron a mover la recta final de la campaña. En este caso no tanto por la fuerza del candidato (que apenas rozaba el 2% en las encuestas) sino porque los líderes y bases de su partido comenzaron, de una forma más decidida, a moverse en favor de uno u otro de los que van en la punta. La dirección distrital de ese partido, en la que el sector de Progresistas que llegó hace un par de años tiene mucha fuerza, decidirá esta semana si oficialmente apoya un candidato o si dejan a los militantes en libertad.

En otro escenario, este diario conoció que el próximo martes se hará oficial un acuerdo entre Clara López, del Polo Democrático, y María Mercedes Maldonado, la candidata de Progresistas, que no pudo despegar (ver recuadro).

El Espectador consultó a asesores e integrantes de las campañas que más marcan en las encuestas para saber cómo moverán sus fichas en este corto tiempo. Quizá en la única que no se prevén novedades de estrategia sea en la de Peñalosa, dado que, al estar en la punta de la mayoría de encuestas, consideran que lo mejor es reforzar lo hecho hasta ahora para continuar creciendo.

La intención, en cualquier caso, será tratar de cautivar a quienes se muestran indecisos o dicen que votarán en blanco. Tanto los primeros como los segundos son entre el 6% y el 16%, así que quien logre hacerse a algunos de ellos podrá marcar diferencia.

 

Peñalosa, a reforzar discurso de cambio
Después de recoger firmas lo apoyaron Cambio Radical y el sector conservador de Marta Lucía Ramírez. Hoy lidera las encuestas con una intención de voto entre el 23% y el 34%. ¿Se desplomará?
Luz María Sierra, del equipo estratégico, aclara que es falso que el candidato siempre se desinfle y recuerda que a estas alturas, hace cuatro años, ya perdía contra Petro: “La tendencia en esta campaña ha sido distinta. Comenzó perdiendo y ahora crece”.
 
Profundizará su estrategia, centrada en el discurso de cambio frente a los tres gobiernos anteriores. Eso también incluye vender la imagen de un “gerente que no improvisa”. Él les ha sacado jugo a las firmas como una suerte de movimiento ciudadano, pero en la campaña también piensan aprovechar figuras de los partidos, como Carlos F. Galán (Cambio Radical) y Marta Lucía Ramírez (Conservador), porque los ven como renovadores dentro de esas estructuras.
 
Lo otro es la calle: “La campaña ha sido muy estratégica en el territorio y en lo visual, y no se ha limitado a medios de comunicación”, afirma Sierra.
 
Pardo, a posicionar propuestas
El exministro liberal ha cumplido con el cometido más importante de su candidatura: hacerla viable. Los partidos Liberal, de la U y MIRA han sido suficientes para ubicarlo en el segundo lugar de la intención de voto, con porcentajes que oscilan entre 17 % y 22 %.
 
Héctor Riveros, director de la campaña, explica que en la primera parte se dedicaron a vender atributos de Pardo como la firmeza y serenidad, para lograr su reconocimiento. “Nos tocó aplazar la segunda parte, que son las propuestas”. Por eso admite que “un alto porcentaje de electores no sabe bien qué propone Pardo”. Su énfasis en lo que resta, entonces, será el programa, sobre todo el mensaje de que las soluciones a la inseguridad no se deben seguir aplazando.
 
Seguramente la confrontación con Peñalosa será más notoria. En una entrevista reciente, de hecho, Pardo, sin nombrar a su rival, afirmó que su intención no era vender nuevas maquetas. Riveros acepta que “el tono cambiará” porque al final la gente necesitará tener más claras las diferencias entre uno y otro.
 
Clara, por más discurso social
La candidata del Polo atrajo partidos de izquierda como la UP y MAIS, así como minorías de liberales (entre las que está el samperismo). Incluso, desde esta semana un sector de Progresistas se irá oficialmente con ella, gracias a un acuerdo con la candidata de ese partido, María Mercedes Maldonado (ver Acuerdo entre Clara y Maldonado). Sin embargo, no ha despuntado y, al contrario, se mantiene en la pelea con Pardo y Peñalosa (muy rezagada en algunas encuestas) después de que a comienzo de año ocupaba el primer lugar con una ventaja cómoda.
 
En la campaña dicen tener encuestas internas que los posicionan mejor. La apuesta para la recta final, dice el director distrital del Polo, Nelson Linares, es hacer una inversión más seria en propaganda y profundizar el discurso social para hacerle contrapeso a Peñalosa. “La elección será entre la política que privilegia lo social y el neoliberalismo; en Bogotá la gente valora los programas sociales”. Así esperan mantener el liderazgo en localidades clave como Kennedy, Ciudad Bolívar, Engativá, Suba y Bosa.
 
Pacho, a uribizar el discurso
El candidato del Centro Democrático optará por meter en el debate las discusiones nacionales —en las que Álvaro Uribe es protagonista— como método para diferenciarse. Sigue en el cuarto lugar, despegado de los tres de la punta y muy por encima de los otros coleros.
 
Para Camilo Rojas, estratega de la campaña, la coyuntura nacional les ha quitado visibilidad a las propuestas locales, pues “la gente está pensando en La Habana, Maduro o la crisis económica”. En esos aspectos, agrega, se pueden notar más las diferencias de los candidatos, pues se prevé que los demás “serán cuidadosos de meterse con eso”. Por ejemplo, al hablar de microtráfico hará énfasis en que éste se nutre de la droga que producen las Farc. Ya se le vio, además, en protestas contra las deportaciones de colombianos desde Venezuela.
También pretende recalcar la importancia de que el uribismo se fortalezca en estas elecciones, pensando en el futuro. Esto apunta directamente a los uribistas que se han ido con Peñalosa, que, según las encuestas, rodean el 40%.
 
Acuerdo entre Clara y Maldonado
Este martes en la mañana se hará oficial un acuerdo entre Clara López y María Mercedes Maldonado. Así lo supo El Espectador de dos fuentes del Polo Democrático, aunque al cierre de esta edición no había logrado comunicarse con Maldonado. No se dieron a conocer los términos del acuerdo y tampoco si Maldonado renuncia a su candidatura por Progresistas, partido del alcalde Petro. Lo cierto es que otro sector del proyecto político del mandatario terminará así, oficialmente, junto al Polo, partido del que se distanció por los líos del carrusel de la contratación. Al preguntarle sobre esta decisión a Hollman Morris, exgerente de Canal Capital y cabeza de lista de Progresistas al Concejo, manifestó que no le habían consultado y que estaba en desacuerdo.

Por Carlos Hernández Osorio

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