Desde hace dos meses, cuando Juan David Sanabria recibió el impacto de un muro del colegio donde estudiaba, su cuerpo perdió movilidad. Tampoco puede hablar ni salir del hospital San Rafael, donde ha sido atendido, debido a que su familia no tiene recursos ni una vivienda idónea para recibir su tratamiento.
El Idiger determinó que la caída de la cubierta del aula de clases fue producto de los vientos que arreciaban para esa temporada en la ciudad.
Ruth Sanabria, madre del menor, dice que su hijo siente fuertes dolores en la cadera y en la espalda y no puede controlar sus necesidades fisiológicas. Y que sólo cuenta con el apoyo familiar de ella y su hermano.
Adriana González, de la Secretaría de Educación, señala que el equipo de bienestar estudiantil hizo acompañamiento a la mamá del niño. Respecto a la deuda en el hospital, que según Sanabria asciende a los $80 millones, la funcionaria dijo que no debe haber cobro alguno porque la póliza estudiantil debe cubrir todos los gastos. La mamá pidió mayor presencia de la entidad.