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Al igual que había pasado hace apenas 55 días, la preocupación y la incertidumbre se volvieron a tomar todas las entidades del Distrito y especialmente el Palacio Liévano, tras conocerse que el alcalde Gustavo Petro tuvo que ser llevado de urgencia a la Fundación Clínica Santa Fe por un fuerte dolor de cabeza y dificultad para hablar.
Con el pleno uso de sus facultades y rodeado de su esposa Verónica Alcocer, de su hijo mayor y de sus funcionarios más cercanos, el alcalde fue informado por el grupo de médicos que debía ser intervenido quirúrgicamente a eso de las 5 p.m. debido a la reaparición de un hematoma subdural que le había sido drenado el pasado 15 de junio, y dos horas después la clínica anunció que la operación había resultado satisfactoria.
El parte médico informa que el alcalde se encuentra bajo estricta observación médica.
Antes de entrar a cirugía alcanzó a firmar un decreto encargando de sus funciones al secretario de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, y trascendió que su incapacidad podría ser de 20 días. Petro permanecerá en cuidados intensivos, según explicó Jorge Rojas, su secretario privado.
El susto del círculo cercano de Petro comenzó, cuando el alcalde había quedado de reunirse con un grupo de periodistas en su despacho, pero tanto esta cita como toda su agenda del resto del día tuvo que ser cancelada abruptamente debido a un malestar que puso a correr a los empleados de la Alcaldía.
Fuentes de la Alcaldía cercanas al mandatario local le dijeron a El Espectador que el malestar de Petro comenzó desde el pasado lunes, que lo habían notado algo lento en sus discursos y que, además del dolor de cabeza, habría tenido problemas para mover una de sus manos.
A mediados de junio pasado, luego de un persistente dolor de cabeza y cuando estaba a punto de viajar a una cumbre ambiental internacional en Brasil, el alcalde tuvo que ser trasladado de urgencia al mismo centro médico, en donde posteriormente fue intervenido por un hematoma subdural, que son acumulaciones de sangre entre la pared del cráneo y el cerebro que se pueden presentar por golpes o hipertensión.
El mandatario estuvo fuera de su cargo durante una semana, luego de lo cual regresó (luciendo desde entonces una gorra azul). Según Petro, un golpe casero accidental le había producido el malestar.
Días después, no obstante, voló a Estados Unidos en compañía de su familia en plan de descanso y también para chequearse con médicos extranjeros, pues las molestias persistían. Gustavo Petro retomó a la semana sus funciones hasta la tarde, cuando su salud volvió a jugarle una mala pasada.
Por redes sociales, ayer afectos y opositores del mandatario le desearon una pronta mejoría, mientras el alcalde encargado anunció que la labor del gobierno continúa. Añadió Jaramillo que la reincidencia de hematomas como el de Petro “suceden con frecuencia”.
La explicación de la salud de Petro
Este jueves el alcalde Gustavo Petro tuvo que ser operado para drenar un hematoma subdural en su cabeza. Consultamos a un experto que explicó más detalles sobre éste tipo de situaciones.
El doctor Gustavo Malagón, presidente de la Academia Nacional de Medicina, señaló que un hematoma subdural es una acumulación de sangre que se puede presentar por un problema de hipertensión o un trauma.
Según algunos expertos las probabilidades de volverse a presentar están entre el 5% y el 15% de los pacientes. Respecto al riesgo para la salud de una reincidencia, el doctor Malagón indica que si la intervención se hace con prontitud, como sucedió con el alcalde, el paciente puede salir adelante sin inconvenientes.
La Fundación Santa Fe y la administración distrital emitieron el parte oficial que dice lo siguiente:
“La Fundación Santa Fe de Bogotá se permite informar a la opinión pública que ingresó a su servicio de urgencias el señor alcalde mayor de Bogotá, Gustavo Petro Urrego, posterior a la valoración médica se documentó un hematoma subdural, el cual se resolvió quirúrgicamente de manera satisfactoria, el señor alcalde se recupera bajo estricta observación médica”.