Se alista paro de transportes para el lunes
Los transportadores de buses tradicionales anunciaron paro el próximo lunes.
Redacción Bogotá
Alfonso Pérez, representante de la Asociación de Pequeños Transportadores (Apetrans), confirmó la decisión y dijo que unos 10.000 vehículos cesarán actividades desde la madrugada.
Según Pérez, la principal molestia de los transportadores es el Pico y Placa que les impuso el alcalde, el cual precisamente comienza a funcionar ese día. “Parece que el alcalde no siente que llevamos tres años tratando de arreglar el problema de los transportadores y no hay ninguna solución. Él dice que pone Pico y Placa porque estamos congestionando, pero lo que estamos haciendo es prestar un servicio”, dijo Pérez.
La otra molestia de los transportadores es que muchos no han recibido el pago de rentas por entregar sus buses a las empresas del SITP, Coobús y Egobús, que agruparon la mayor parte de propietarios de buses tradicionales con el compromiso de pagarles rentas por 24 años, pero no han cumplido porque están en quiebra. Cabe recordar que los contratos del SITP fueron firmados en la alcaldía de Samuel Moreno, luego del paro de transportadores que duró tres días.
Pérez asegura que el Distrito no ha querido invertir los recursos que prometió en 2009 a las empresas del SITP y “nos dejaron quebrar a estas operadoras” (Coobús y Egobús). Él mismo hace parte de la segunda firma. Según el representante, el decreto 309 de 2009 permite que la administración las apoye. El documento señala que los recursos del Fondo Cuenta para la Reorganización del Transporte se podrán destinar a “líneas de apoyo financiero a empresas operadoras adjudicatarias en los procesos de selección del SITP con participación accionaria representativa de propietarios del transporte público colectivo actual”, como Coobús y Egobús.
La medida del Pico y Placa para los buses tradicionales fue ordenada por el alcalde Gustavo Petro con la idea de acelerar la implementación del Sistema Integrado de Transporte Público (SITP), debido a que su lento avance está generando costos cada vez más altos para la capital, los cuales son financiados con los impuestos de los ciudadanos.
Alfonso Pérez, representante de la Asociación de Pequeños Transportadores (Apetrans), confirmó la decisión y dijo que unos 10.000 vehículos cesarán actividades desde la madrugada.
Según Pérez, la principal molestia de los transportadores es el Pico y Placa que les impuso el alcalde, el cual precisamente comienza a funcionar ese día. “Parece que el alcalde no siente que llevamos tres años tratando de arreglar el problema de los transportadores y no hay ninguna solución. Él dice que pone Pico y Placa porque estamos congestionando, pero lo que estamos haciendo es prestar un servicio”, dijo Pérez.
La otra molestia de los transportadores es que muchos no han recibido el pago de rentas por entregar sus buses a las empresas del SITP, Coobús y Egobús, que agruparon la mayor parte de propietarios de buses tradicionales con el compromiso de pagarles rentas por 24 años, pero no han cumplido porque están en quiebra. Cabe recordar que los contratos del SITP fueron firmados en la alcaldía de Samuel Moreno, luego del paro de transportadores que duró tres días.
Pérez asegura que el Distrito no ha querido invertir los recursos que prometió en 2009 a las empresas del SITP y “nos dejaron quebrar a estas operadoras” (Coobús y Egobús). Él mismo hace parte de la segunda firma. Según el representante, el decreto 309 de 2009 permite que la administración las apoye. El documento señala que los recursos del Fondo Cuenta para la Reorganización del Transporte se podrán destinar a “líneas de apoyo financiero a empresas operadoras adjudicatarias en los procesos de selección del SITP con participación accionaria representativa de propietarios del transporte público colectivo actual”, como Coobús y Egobús.
La medida del Pico y Placa para los buses tradicionales fue ordenada por el alcalde Gustavo Petro con la idea de acelerar la implementación del Sistema Integrado de Transporte Público (SITP), debido a que su lento avance está generando costos cada vez más altos para la capital, los cuales son financiados con los impuestos de los ciudadanos.