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Por la ruta de los 'cupcakes'

La fiebre por los pequeños pastelitos llegó hace un tiempo a Colombia y sin embargo, lo que parecía una moda se ha vuelto una tendencia. En Estados Unidos pasaron a ser toda una industria.

Liliana López Sorzano
22 de diciembre de 2012 - 03:00 a. m.
Por la ruta de los 'cupcakes'

Todo entra por los ojos. Este dicho cobra todo su valor y su real significado cuando se habla de cupcakes. Esos pequeños ponqués de coberturas de colores, de glaseados decorados con chips y detalles de pastillaje, de cremas encopetadas, parecen salidos del set de la película Charlie y la fábrica de chocolates. Pura fantasía en pequeños mordiscos. No hay duda de que la magia principal reside en la sensación visual que generan, porque estéticamente son muy atractivos; una especie de imán para la mirada, y tanto los niños como los adultos se están enloqueciendo por estos dulces bocados.

Las pastelerías en su gran mayoría, además de sus propuestas propias, se volcaron a sacar una línea de cupcakes, y las que han surgido últimamente se dedican exclusivamente a hornear estos postres.

Matrimonios, cumpleaños, primeras comuniones, casi todos los eventos y celebraciones están demandando los pastelitos de colores, porque crean una puesta en escena divertida, colorida, que logra hacer juego con todo el concepto decorativo de la fiesta. Los cupcakes se tomaron el lugar del ponqué. Estas porciones personales se encargaron de sacar el cuchillo de la tajada para ganar adeptos a los mordiscos. En Colombia, la moda pastelera llegó con efecto viral. Es probable que el programa Sex and the City haya ayudado en gran medida a catapultar los cupcakes en Estados Unidos, porque las cuatro amigas newyorkinas eran asiduas visitantes de Magnolia Bakery. Hoy en día, existen revistas especializadas; blogs; páginas web; programas de televisión como DC Cupcakes emitido por TLC, Cupcakemanía de Casa Club TV y Cupcake Wars del Food Network, y un sinnúmero de tiendas que nacen en todas las esquinas del continente norteamericano. Es la fiebre de los cupcakes y no es una tendencia, es una industria que está moviendo muchos ceros .

Hay varias teorías que explican el origen del nombre cupcake (cup = taza; cake = ponqué). Según la Enciclopedia Oxford de Alimentos y Bebidas de América, la primera surge porque a finales del siglo XIX hubo un punto de inflexión en la manera como se medían los ingredientes y en vez de pesarlos los empezaron a medir por tazas. También advierte que el nombre de cupcake tenía doble significado, porque se solían hornear en pequeños moldes y en tazas de té, para ahorrar energía y tiempo que requerían los tiempos de horneado de un recipiente más grande. También los llamaron ponqués de números, puesto que su receta era de fácil recordación: 1 taza de mantequilla, 2 tazas de azúcar, 3 tazas de harina y 4 huevos, más 1 taza de leche y 1 cucharadita de polvo de hornear. La fórmula la conocían como el ponqué del uno, dos, tres, cuatro. Pero no fue sino hasta los años 50 que los cupcakes empezaron a ganar popularidad con sus cremas y glaseados como hoy se les conoce.

Invitamos a dos chefs, Ximena González y Felipe Cuadros, y a cuatro apasionados por los postres, para hacer una cata de cupcakes. Con el riesgo de sufrir un coma diabético, nos embarcamos en el reto de probar los ponquecitos de cinco lugares en Bogotá, para comparar sabor, textura y decoración. Lo siguiente es el resultado de nuestras pruebas.

Alice’s Cherries

Esta repostería-café con mezcla de decoración entre country y romántica pertenece a tres hermanas barranquilleras, Suad, Shery y Margarita Fakih, quienes desarrollaron la oferta de pastelería americana con los “cupcakes” hechos a base de limón, naranja, chocolate, vainilla, frutos rojos, entre otros, y la francesa con los macarons y chocolatería belga. Los diseños y colores no son tan llamativos. Probamos el de Cassis, pero había algo muy raro en este sabor que nos evocó un remedio para la tos, y la crema color lila se veía muy artificial. Por el contrario, el cupcake de Red Velvet estaba rico en general, pero sin destacarse especialmente.
Precio: 6.000 pesos c/u. Calle 95 N° 13-77. Tel.: 611 4878.

Cup & Cakes

La sumiller argentina Marina Yubero se lanzó a la pastelería con su local inaugurado el año pasado. Cup & Cakes tiene un ambiente acogedor y además de los pastelitos ofrece panes de miga típicos argentinos y macarons. Los “cupcakes” tienen sabores tradicionales como el Red Velvet (terciopelo rojo) con su cobertura de queso crema, el de chocolate con almendras, el de banano y chocolate y unos más particulares como el de calabaza y crumble de manzana. Tienen muy bonito decorado, cuidado en los detalles, pero los glaseados y las cremas nos parecieron muy grasosos, a pesar de que la masa estaba bien, pero tampoco para chuparse los dedos. Precio: 5.000 pesos c/u.
Calle 90 N° 13-46. Tel.; 257 8361.

BakedbyAna

Este local recientemente inaugurado en Usaquén por Ana María Torres se caracteriza por ofrecer unos mini “cupcakes” que literalmente se pueden comer de un sólo bocado. Todo los ponquecitos tienen la misma masa y el sabor diferenciador está en sus cremas que incluyen limón, canela, durazno, pistacho, lulo o un exótico mole picante que es raro encontrarlo en otras partes. Fue en el único lugar que nos cobraron la caja, que debería estar incluida en el precio final. El resultado es bueno, pero sin mayores sobresaltos. A la masa base le falta personalidad.
Precio: 1.800 pesos c/u. Calle 119B N° 5-31. Tel.: 317 5386379.

Cupcakery

Lo que comenzó como un “hobby” para Stephanie Chaki, una apasionada por la cocina, en especial por los postres, se volvió un negocio formal. Inspirada en el concepto de “volver a la infancia” y movida por la tendencia mundial de los “cupcakes”, decidió lanzarse a abrir su local que está en la parte trasera del café- restaurante Fratelli. La decoración es bonita, pero muy sobria si se le compara con otras. Lo que les falta en atracción visual lo tienen en sabor. Los ponquecitos saben realmente a lo que dicen. El de zanahoria con jengibre, por ejemplo, se le nota la zanahoria rallada, la masa es aireada, con los niveles óptimos de humedad y el glaseado no peca ni por dulce ni grasoso. Recomendado también el de banano con nutella. Son equilibrados y fueron los ganadores en sabor y textura.
Precio: 5.000 pesos c/u. Cra. 5ª N° 69-27. Tel.: 805 0353.

Home baked

De pronto es la que goza de más popularidad, porque fue la primera tienda especializada en “cupcakes” y “muffins” que abrió su primera sede en la carrera 13 con 94A, en el 2009. La segunda la inauguraron el año pasado. Tanto el local como sus “cupcakes” son estéticamente llamativos. En decoración, creatividad y en la utilización de la manga pastelera se llevan la delantera. A pesar de que algunas propuestas resulten acentuadas en dulce, tienen en general una agradable textura y ricos sabores. Recomendado el de key lime pie.
Precio: 5.500 pesos c/u. Cra. 13 N° 94A-26. Tel.: 479 6303. Calle 109 N° 18B-32. Tel.: 213 5821.
 

Por Liliana López Sorzano

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