Conocemos bastante bien las etapas de desarrollo del cerebro de un humano. Tras un embarazo los padres y madres tiene acceso a una amplia literatura en la que encuentran detalles del grado de madurez que va adquiriendo el sistema nervioso de un bebé. Pero en el caso de otros animales es poco lo que sabemos.
La neurocientífica Rebecca Poulsen, quien además tiene como hobby ser DJ, llevó a cabo un experimento para estudiar a profundidad el sistema auditivo de los peces recién nacidos. Los peces, al igual que muchos otros animales, desarrollaron sistemas auditivos complejos que identifican características sobresalientes del paisaje acústico para dirigir las respuestas apropiadas. Pueden, por ejemplo, detectar diferentes volúmenes, frecuencia, e incluso la complejidad y estructura temporal de estímulos acústicos transmitidos a través del agua.
“Hasta ahora se ha creído que las larvas de pez cebra, un modelo importante para estudiar las redes neuronales de todo el cerebro, poseen un sistema auditivo rudimentario, sensible a un rango estrecho de frecuencias y sin sensibilidad evidente a las características acústicas que son importantes para los peces adultos”, explicó Poulsen y sus colegas en el artículo publicado en la revista Current Biology.
Utilizando un sistema de neuroimágenes para captar los cambios en los flujos de calcio de las neuronas auditivas de los peces zebra bebés, el grupo de Poulsen logró demostrar que sistema auditivo en las primeras etapas de desarrollo es más maduro de lo que se creía y “puede funcionar de forma aguda y servir como andamio para un sistema adulto más complejo”.