Un año simulando la vida en Marte
El experimento simulaba las condiciones de vida en el planeta rojo.
Redacción Ciencia
“Puedo darles mi impresión personal y es que la misión a Marte en un futuro próximo es realista”, dijo el astrobiólogo francés Cyprien Verseux, quien aceptó vivir junto con otros cinco voluntarios en aislamiento durante un año entero, en el lado norte del volcán Mauna Loa, en Hawái.
En un domo con tan sólo 11 metros de diámetro por seis de alto, en el que a cada participante le correspondía un estrecho dormitorio, demostraron que tanto los desafíos psicológicos del aislamiento como los retos técnicos de una misión a Marte pueden ser superados. El grupo, además del científico francés, lo componían una física de origen alemán y cuatro estadounidenses (un piloto, un arquitecto, un médico y un especialista en suelos).
En el costado norte del Mauna Loa, los miembros de la misión enfrentaron un ecosistema completamente árido en el que no crece vegetación ni existen animales. Christiane Heinicke, de Alemania, dijo que “se puede extraer agua de un terreno aparentemente seco. Ello implica que se podría extraer agua del suelo de Marte”.
Lo más desafiante del experimento fue la monotonía: “Siempre estábamos en el mismo lugar, siempre con las mismas personas”, dijo Verseux, quien de paso aconsejó a los futuros integrantes de misiones similares que lleven más libros. Bailar salsa también fue uno de los antídotos contra el aburrimiento entre los científicos.
Otro reto del grupo, sometido a una convivencia en un espacio limitado, era evitar los conflictos y trabajar con muy pocos recursos.
Tan pronto salieron del domo, fueron recibidos con frutas y vegetales frescos. El menú durante todo el año había sido bastante monótono y estuvo principalmente compuesto por queso en polvo y atún en lata.
En cuanto a las facilidades del domo, los baños contaban con inodoros de compostaje (sanitarios secos que utilizan un sistema aeróbico de tratamiento) y duchas que funcionaban con energía solar.
El programa Analogía y Simulación de Exploración Espacial en Hawái es financiado por la NASA y hace parte de la preparación de una posible misión tripulada a Marte en la década de 2030.
Antes de este grupo, otros seis voluntarios ya habían logrado soportar un aislamiento de 520 días. El proyecto Marte-500, iniciativa de la Academia de Ciencias de Rusia, se llevó a cabo en un módulo construido en Moscú y concluyó con éxito el 4 de noviembre de 2011.
“Puedo darles mi impresión personal y es que la misión a Marte en un futuro próximo es realista”, dijo el astrobiólogo francés Cyprien Verseux, quien aceptó vivir junto con otros cinco voluntarios en aislamiento durante un año entero, en el lado norte del volcán Mauna Loa, en Hawái.
En un domo con tan sólo 11 metros de diámetro por seis de alto, en el que a cada participante le correspondía un estrecho dormitorio, demostraron que tanto los desafíos psicológicos del aislamiento como los retos técnicos de una misión a Marte pueden ser superados. El grupo, además del científico francés, lo componían una física de origen alemán y cuatro estadounidenses (un piloto, un arquitecto, un médico y un especialista en suelos).
En el costado norte del Mauna Loa, los miembros de la misión enfrentaron un ecosistema completamente árido en el que no crece vegetación ni existen animales. Christiane Heinicke, de Alemania, dijo que “se puede extraer agua de un terreno aparentemente seco. Ello implica que se podría extraer agua del suelo de Marte”.
Lo más desafiante del experimento fue la monotonía: “Siempre estábamos en el mismo lugar, siempre con las mismas personas”, dijo Verseux, quien de paso aconsejó a los futuros integrantes de misiones similares que lleven más libros. Bailar salsa también fue uno de los antídotos contra el aburrimiento entre los científicos.
Otro reto del grupo, sometido a una convivencia en un espacio limitado, era evitar los conflictos y trabajar con muy pocos recursos.
Tan pronto salieron del domo, fueron recibidos con frutas y vegetales frescos. El menú durante todo el año había sido bastante monótono y estuvo principalmente compuesto por queso en polvo y atún en lata.
En cuanto a las facilidades del domo, los baños contaban con inodoros de compostaje (sanitarios secos que utilizan un sistema aeróbico de tratamiento) y duchas que funcionaban con energía solar.
El programa Analogía y Simulación de Exploración Espacial en Hawái es financiado por la NASA y hace parte de la preparación de una posible misión tripulada a Marte en la década de 2030.
Antes de este grupo, otros seis voluntarios ya habían logrado soportar un aislamiento de 520 días. El proyecto Marte-500, iniciativa de la Academia de Ciencias de Rusia, se llevó a cabo en un módulo construido en Moscú y concluyó con éxito el 4 de noviembre de 2011.