El show de la muerte

¿Cómo vender una película en la que la historia central es sobre unos niños que se matan entre sí? ¿Cómo generar una avalancha en las redes sociales? ¿Cómo surge una legión de fieles seguidores? Hollywood sabe de marketing, sabe desplegar toda su artillería y sabe que haciendo pequeñas hogueras creará una gran fogata. La campaña de expectativa de Los juegos del hambre comenzó el año pasado con un juego online en el que los fans debían ir buscando a través de la red las 100 piezas que componían el primer afiche promocional. Facebook, Twitter, videos, fotos, páginas web, han sido parte de este virus que se había fortalecido antes de que alguien hubiera visto las primeras imágenes de la película. La prueba está en que la venta anticipada agotó las entradas.

Los juegos del hambre, la primera parte de la trilogía del mismo nombre dirigida a adolescentes, quienes determinan los éxitos en la taquilla, se estrenó ayer a nivel mundial y se espera que recaude entre 100 y 120 millones de dólares para superar el exitoso primer fin de semana de Crepúsculo y Harry Potter.

La cinta está basada en las novelas de la escritora estadounidense Suzanne Collins, que ya son un éxito editorial, porque han vendido alrededor de 30 millones de copias en todo el mundo. El filme da cuenta de una sociedad dominada por un gobierno tiránico que obliga a sus 12 distritos esclavizados a enviar dos adolescentes llamados “tributos” para competir en los “juegos del hambre”, un castigo usado como táctica para amedrentar a la población. En estos juegos, que son televisados, los participantes deben enfrentarse unos contra otros, hasta que sólo uno quede vivo.

La cinta es protagonizada por la actriz de 21 años Jennifer Lawrence, que empezó su carrera en el cine independiente y fue nominada al Óscar por su actuación en Winter’s Bone. Lawrence ha dejado de ser la promesa del cine para convertirse en “la” actriz del momento y encarnar a esta nueva heroína, Katniss Everdeen, la guerrera que con su arco evoca a Diana la cazadora o a una Juana de Arco del futuro. Hace poco, la actriz confesó ante la prensa que no había forma humana de estar preparada para algo así, al referirse a la avalancha de fama desproporcionada que se le viene encima.

La fórmula está inventada. La película tiene una factura impecable, pero no trae en el fondo ninguna novedad. Suspenso, acción, violencia y una historia de amor atraviesan las imágenes de este nuevo fenómeno que explora la dinámica de los realities, en la que los concursantes son expuestos a situaciones extremas, se convierten en otras personas y el show comienza. Son el público y los productores los que manipulan y guían las situaciones para mover a su antojo las fichas del juego. Esta es la versión posmoderna del circo romano.