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Terminado el segundo ciclo del proceso de paz entre gobierno colombiano y el ELN, tenemos una agenda firmada, derrotero de este proceso, sin duda un logro para unas negociaciones difíciles y necesarias para avanzar en una Colombia en paz.
La agenda firmada reconoce el malestar social que hay en amplias mayorías nacionales, la necesidad del protagonismo de toda la sociedad, el defender “la casa común”, respetar la naturaleza y todos los seres vivientes, salir de las exclusiones y la antidemocracia que ha imperado para muchas regiones y comunidades, sin duda una agenda que reconoce los enormes desafíos que tenemos y que el gobierno del presidente Gustavo Petro y la vicepresidenta Francia Márquez se han comprometido a afrontar en su acción de gobierno, en lo cual coinciden con el ELN, la paz son cambios y se hacen con fuerza social y voluntad ciudadana.
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La agenda firmada hace énfasis en la participación, es el corazón del proceso se ha dicho hoy en México y es la reiteración de un mensaje que el ELN ha presentado desde finales de los años noventa, cuando presentó su propuesta de Convención Nacional y en ese mensaje ha sido perseverante y consistente desde esos años: la paz requiere de la más amplia y diversa participación de la sociedad, ese planteamiento siempre fue visto por los gobiernos colombianos como algo inadmisible, gaseoso e inviable, pero este gobierno si cree y tiene coincidencia con el ELN, la participación de la sociedad es viable, plenamente constitucional y se requiere para construir acuerdos y hacer posible la salida de las violencias y lograr concretar el propósito de Paz Total y ese gran derrotero de que Colombia puede y debe ser una potencia de la vida.
Son muchos los derroteros que están en la agenda hoy firmada: democracia de calidad, reconocimiento de derechos universales, propósito de rectificar y lograr acuerdos difíciles y necesarios, salir de las exclusiones y las barbaries que han campeado en la sociedad colombiana, énfasis en que hay muchos temas difíciles por tocar, pero que solo se podrá avanzar si se logra la confluencia de muchas fuerzas sociales, políticas, de la diversidad que forma la nación colombiana.
Hoy nuevamente hemos escuchado mensajes en la misma sintonía de entendimiento y cambio en la voz de Otty Patiño y Pablo Beltrán y reafirmados por la vicepresidenta Francia Márquez que ha dicho que el gobierno no se va a parar de la mesa, hasta no lograr un acuerdo y le ha pedido lo mismo al ELN.
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Hay un proceso andando, se cuenta con una agenda que le da norte al proceso, trabajo armonioso y voluntad para asumir las dificultades y los desencuentros, reconocimiento de que hay unos avances ya construidos entre gobierno del presidente Juan Manuel Santos y el ELN, que se reconocen en la agenda firmada hoy y en lo que viene en cuanto a participación de la sociedad y cese bilateral, donde hay experiencias y puntos que sirven para seguir construyendo.
En el tercer ciclo en Cuba, hay el reto de acordar sobre estos dos puntos: participación de la sociedad y cese bilateral, ese ciclo será luego de semana santa, lo cual nos coloca el horizonte de que en mayo tengamos un despliegue de procesos de participación en regiones y diversidad de sectores de sociedad, en un clima de distensión y con muchas acciones humanitarias frente a las comunidades que siguen sufriendo los estragos de estas violencias, incluidos los presos y presas del ELN, que pueden ser agrupados cerca de sus familias y que pueden ser protagonistas de este esfuerzo de paz.
Siempre esperamos que se tenga más ritmo y logros, hoy hemos visto al gobierno y al ELN con sus mensajes de compromiso y acción conjunta, reafirmando que es posible avanzar, en medio de tantos retos y dificultades a superar.
Sin duda que agradecer a México, a todos los países que acompañan y trabajan por este proceso de paz, que lo han hecho por décadas sin desfallecer, es lo correcto y pertinente, sin la comunidad internacional y la Iglesia Católica, no sería posible este ambiente de entendimiento.
Hay que estudiar y apropiarse del Acuerdo de México, documento fundamental para esta tarea que va tomando ritmo y forma.
* Integrante de la Fundación Paz y Reconciliación