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La organización de Naciones Unidas está desarrollando una campaña para identificar y prevenir la proliferación de los discursos de odio e instando a los gobiernos y las sociedades a combatirlos pues están fuertemente vinculados a la polarización social y al incremento de la violencia.
Los discursos de odio son expresiones verbales o escritas que incentivan la intolerancia, la discriminación, la deshumanización y la violencia contra un individuo o un grupo usando características del otro grupo como su raza, su género, sus creencias religiosas o políticas, su origen étnico, su orientación sexual, o incluso por si provienen de otras naciones como los migrantes o de otros grupos sociales dentro de una misma sociedad.
A un cuando, los discursos de odio están ligados a genocidios como el de los hutus contra los tutsis en Ruanda (un millón de tutsis fueron asesinados niñas y niños y miles de mujeres fueron violadas antes de ser asesinadas en apenas unas semanas), o el de Colombia donde más de 6 mil miembros de un partido político la Unión Patriótica fueron asesinados o desaparecidos por grupos paramilitares que fueron incentivados o legitimados con discursos de odio.
En definitiva, en los actos de violencia masiva o individual están los discursos de odio, los cuales tienen dos componentes. Por un lado, el grupo promotor de los discursos tienden a mostrarse como víctimas del grupo o los grupos que los amenazan (el enemigo) y por otro, usan los mismos para justificar las acciones contra el otro grupo mostrándolo como legitima la defensa. En general, los líderes que utilizan los discursos de odio suelen contar con recursos para difundirlos entre los miembros más vulnerables del grupo del que busca apoyo y está en condición de privilegio frente al otro grupo y suelen ser usados en momentos de crisis sociales, políticas o económicas.
En general los discursos de odio se caracterizan por:
1. tratan de construir un nosotros y ellos. Nosotros somos distintos, únicos, especiales, mejores y ellos son raros, desechables, se incentiva el miedo hacia el otro.
2. Apelar a las emociones de miedo, desprecio y amenaza de el grupo al que se odiara. Los otros son peligrosos, los otros son desagradables. Se muestran repetidamente imágenes de destrucción o de inseguridad a los que se responsabiliza a quien se dirige el discurso de odio, o se afirma condición de caos e incertidumbre.
3. Utilizar apelativos en los que se deshumaniza a los otros, es decir los otros son ¨bestias, animales, son cucarachas, ratas, etc. Es evidente que estos se pueden utilizar en sociedades que además desprecian otras especies.
4. Se acude a Justificaciones morales o estéticas para aumentar las diferencias entre los grupos. Ellos son malos y nosotros somos buenos, ellos huelen mal, superioridad moral.
5. Evaluación asimétrica del sufrimiento. Ellos no sufren, solo nosotros sufrimos, solo nuestras victimas valen.
Los discursos de odio se difunden en los medios de comunicación, en las redes sociales y en el discurso público, tienen consecuencias funestas por cuanto destruyen los tejidos sociales, polarizan las sociedades, fomentan la desconfianza, dañan la convivencia y producen brechas intergrupales que son duraderas en las comunidades y sociedades en general.
Es fundamental abordar el tema de los discursos de odio y trabajar para prevenirlos. Aquí hay algunas estrategias que pueden ser útiles:
1. Fomentar la educación inclusiva y que promueva la tolerancia a la diversidad: La educación es clave para prevenir los discursos de odio. La cual debe estar orientada a Promover discursos que sobre la tolerancia a la diversidad, la igualdad, la empatía y el comportamiento prosocial en todos los escenarios de formación. Esto incluye educar a las personas sobre los peligros, las características y las implicaciones de los discursos de odio sobre las sociedades.
2. Promover e implicar la responsabilidad en los medios de comunicación: Los medios de comunicación juegan un papel importante en la difusión de los discursos de odio. Es esencial que los periodistas y los medios de comunicación sean responsables y eviten difundir mensajes de odio o discriminación. También es importante denunciar y condenar los discursos de odio en los medios de comunicación y promover una cobertura equitativa y justa de los temas relacionados con la diversidad.
3. Fomentar el diálogo y el entendimiento: construir y propiciar escenarios de diálogo constructivo y respetuoso entre diferentes grupos es fundamental para prevenir los discursos de odio. Promover espacios de diálogo y entendimiento, orientadas a reducir la intolerancia y la discriminación, que deslegitime cualquier tipo de discurso que promueva la violencia.
4. Fortalecer la legislación y la aplicación de la ley: Es importante contar con leyes que prohíban los discursos de odio y sancionen a quienes los promueven. Además, es necesario asegurar que estas leyes se apliquen de manera efectiva y justa. Esto incluye la capacitación de las fuerzas del orden y otros actores relevantes para identificar y abordar los discursos de odio.
5. Fomentar prácticas de participación ciudadana tolerantes e inclusivas: La participación activa de la sociedad civil en la promoción de la tolerancia y el respeto es fundamental. La participación en campañas de sensibilización, identificación y denuncia, promoción sistemática de mensajes de tolerancia y cuidado de la diversidad, la organización de eventos comunitarios y la defensa de los derechos de los grupos vulnerables.
En conclusión, combatir los discursos de odio requiere un esfuerzo permanente y sistemático de la sociedad en su conjunto, es central en la construcción y la consolidación de sociedades pacificas.
*Wilson López López. Profesor titular departamento de psicología, líder del grupo de investigación lazos sociales y culturas de paz de la Pontificia Universidad Javeriana. lopezw@javeriana.edu.co @Wilsonlpez9