Un llamado urgente para eliminar la brecha salarial entre mujeres y hombres

Columnista invitado
30 de enero de 2018 - 08:35 p. m.
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Por: Ana Güezmes García – Representante de ONU Mujeres Colombia

A inicios del año, Carrie Gracie destacada editora y periodista de la BBC en China renunció por la desigualdad de género en los salarios de la corporación británica y la poca transparencia al respecto.  La renuncia recibió el apoyo mundial y una respuesta institucional de la cadena para impulsar y lograr la igualdad salarial en el año 2020.

Sin duda su caso no es el único. De acuerdo con datos de ONU Mujeres y OIT (2017), la brecha salarial entre hombres y mujeres en el mundo es del 23%.  Movimientos como #TimesUp están haciendo eco de esta problemática que impide una mayor participación de las mujeres en puestos de liderazgo y poder, así como igualdad en beneficios, oportunidades y remuneración.  

Esta cifra es aún más alarmante cuando reconocemos que hoy tenemos en el mundo y en Colombia la generación de mujeres con mayor formación y talento de la historia de la humanidad, pero ello no se está viendo reflejado al ritmo esperado en su participación económica. Perdemos las mujeres, pero sin duda pierde la sociedad en su conjunto.  De hecho, la inclusión económica de las mujeres es el principal dinamizador de la economía. El Secretario General de la ONU calcula que “si las mujeres pudieran participar en la economía en igualdad de condiciones, el PIB mundial podría aumentar un 26% para el año 2025[1]. La evidencia es contundente, la igualdad de género es un derecho y un buen negocio,  pero sin duda hay que avanzar para que la igualdad en la ley se convierta en igualdad la sociedad. 

Los datos del último informe Mundial sobre Salarios 2016/2017 de OIT, destacan que la brecha salarial por mes ha estado viviendo un proceso de reducción, lo que constituye un avance importante, pero no suficiente[2]. Colombia con una brecha salarial de un 18.7% (DANE, GEIH 2016), se encontraría en una situación menos crítica que la del promedio global pero aún con brechas significativas que deben ser atendidas.

Afortunadamente los cambios, aunque lentos, están ocurriendo. El pasado 29 de enero en Ciudad de Panamá, América Latina y el Caribe se sumó a la Coalición Internacional en favor de la Igualdad de Remuneración EPIC (por sus siglas en inglés Equal Pay International Coalition).

Lanzada a nivel mundial en septiembre de 2017 en el marco de la Asamblea General de la ONU, EPIC es una alianza creada por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), ONU Mujeres y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que busca integrar a múltiples actores públicos y privados con el propósito de contribuir a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y en particular a la Meta 8.5 de alcanzar la igualdad de remuneración entre mujeres y hombres por trabajo de igual valor[3]..

A la luz de los compromisos asumidos en la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible, y para de acelerar el cumplimiento del Convenio 100 de la OIT sobre igualdad de remuneración, ratificado por Colombia en 1963,  la EPIC convoca  a tomar acción urgente en tres líneas centrales: 1) Medidas legales y políticas y mecanismos para cerrar la brecha salarial con una clara responsabilidad por el incumplimiento en el sector privado y público. 2) Programas de certificación de igualdad de remuneración por trabajo de igual valor, que deberán adoptar todas las empresas públicas y privadas; y 3) Establecer como obligatorios los mecanismos de presentación de informes salariales a todas las empresas e instituciones públicas y privadas, y a las organizaciones.

Actualmente, Colombia cuenta con la Ley 1496 de 2011 “por medio de la cual se garantiza la igualdad salarial y de retribución laboral entre mujeres y hombres, se establecen mecanismos para erradicar cualquier forma de discriminación y se dictan otras disposiciones". También, la Corte Constitucional de Colombia[4] se ha pronunciado sobre esta materia en varias ocasiones, al referirse al principio de garantizar el pago de un mismo salario por un trabajo de igual valor, sin embargo, la realidad aún no refleja este objetivo.

Desde ONU Mujeres hacemos un llamado a transformar la economía para que las mujeres tengan acceso igualitario a los recursos productivos como el empleo de calidad, el crédito, la tecnología, la tierra o la propiedad; a la protección social, incluyendo servicios de cuidado, y que también les garantice ingresos suficientes para lograr un nivel de vida adecuado. Una economía sostenible e inclusiva fomenta el crecimiento con beneficios para todas y para todos. No perjudica el medio ambiente, y utiliza recursos de manera sensata para que sigan estando disponibles para las generaciones venideras.

Avanzar en igualdad de ingresos labores entre hombres y mujeres por el mismo trabajo se constituye en una oportunidad para cumplir con los compromisos de la agenda de desarrollo sostenible en Colombia. Es fundamental que el Estado, el Sector Privado y la sociedad en su conjunto articulen esfuerzos para avanzar en este ámbito de acción. ¡El compromiso es conjunto!

 
[1] http://www.un.org/sustainabledevelopment/es/2017/09/guterres-si-las-mujeres-pudieran-participar-en-la-economia-en-igualdad-de-condiciones-el-pib-mundial-podria-aumentar-un-26/

[2] Informe Mundial sobre Salarios 2016/2017. La desigualdad salarial en el lugar de trabajo. OIT, 2017.

[4] Ver entre otras, las sentencias T-597/95, SU-547/97, T-047/02, T-103/02, T-105/02, T-097/06, T-545A/07, T-369/2016

 

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