Colombia + 20
Haciendo País

Los consensos dejan de ser efectivos cuando son paralizantes

Andrés Felipe Stapper Segrera
22 de septiembre de 2021 - 05:50 p. m.

Más allá del reciente debate relacionado con el acceso a vivienda para la reincorporación, lo primordial es documentarse bien y comenzar por reconocer los logros obtenidos por el Gobierno en esta materia para poder dar una discusión argumentada y equilibrada.

El planteamiento más importante, que paradójicamente es al que menos hacen alusión, es que el acceso a tierras y vivienda para las personas en reincorporación no estaba contemplado en el acuerdo firmado inicialmente. Fue gracias al presidente Iván Duque, y a su política de Paz con Legalidad, que se incluyó y priorizó la gestión de compra de predios y el diseño y ejecución de proyectos de vivienda definitiva para las personas que hacen su tránsito a la legalidad.

Producto de esta gestión, se avanza satisfactoriamente en la consolidación de los 24 antiguos Espacios Territoriales de Capacitación y Reincorporación (ETCR), que por decisión de este Gobierno pasaron de ser transitorios a convertirse en figuras permanentes, con el fin de fortalecer el arraigo de las 2.469 personas en reincorporación y sus familias que residen en estos espacios repartidos por todo el país. Para la compra de los predios se destinaron $16.000 millones de pesos.

A la fecha, ya se han adquirido 10 territorios para la consolidación de 8 antiguos ETCR en diferentes puntos del país: Pondores, en la Guajira; La Variante, en Nariño (dos predios); El Estrecho, en Cauca; Mutatá, en Antioquia (dos predios); Colinas, en Guaviare; La Fila, en Tolima; Llano Grande, en Antioquia y Charras, en Guaviare. Esta tarea ha requerido del concurso de autoridades nacionales y locales que han sumado esfuerzos para optimizar trámites y tiempos, porque más que dilatar, la misión del Gobierno no es otra que cumplir.

Pero no nos hemos quedado solo ahí, y en paralelo se avanza en los estudios de prefactibilidad de estos predios, para definir los aspectos técnicos claves que le dan paso a la estructuración y ejecución de los proyectos de vivienda definitiva en los antiguos ETCR, y en la selección de las gerencias técnicas que tienen la tarea de concertar con la población los modelos constructivos, materiales, urbanismo, entornos y demás aspectos de las soluciones habitacionales, porque está claro que cada territorio a consolidar tiene particularidades geográficas y culturales que deben tenerse en cuenta antes de iniciar la construcción.

Esta concertación con la comunidad, que además ha contado con el acompañamiento permanente de la ONU, se materializó hace poco más de dos meses cuando presentamos públicamente el primer prototipo de vivienda rural elegido por las personas en reincorporación del antiguo ETCR Llano Grande, en Dabeiba, Antioquia, que posteriormente, motivados por la decisión de algunos liderazgos, y pese a que se hicieron 5 reuniones y talleres, decidieron replantear cuando estaba ad portas de iniciar su construcción. No obstante, el Gobierno mantiene su compromiso y seguirá avanzando en este ejercicio de construcción colectivo.

En los antiguos ETCR restantes también se adelantarán procesos de concertación permanente con las comunidades, y en ese sentido tendremos modelos de vivienda y materiales diferentes para cada uno, que tendrán en consideración el clima, la cultura, las necesidades de la población y la ubicación de estos espacios, que en su mayoría están lejos de los cascos urbanos.

De igual forma, para que las más de 9.000 personas en reincorporación restantes, que están ubicadas en 586 municipios del país, también puedan cumplir el sueño de tener vivienda propia, el Gobierno ha puesto a su disposición toda la oferta de rutas de ahorro y acceso a subsidios por parte del Ministerio de Vivienda Ciudad y Territorio (MVCT) y el Fondo Nacional del Ahorro (FNA). Para ello se están desarrollando ferias en diferentes ciudades del país en coordinación con las entidades de distintos niveles de Gobierno, y empresas públicas o privadas, que puedan aportarles recursos para que alcancen el cierre financiero.

Como se evidencia, la concertación ha sido clave en este proceso de acceso a tierras y a vivienda. De lo contrario no se tendrían los avances obtenidos a la fecha. Y aunque no ha sido una tarea fácil, el Gobierno reitera su compromiso con la población en reincorporación.

En un artículo publicado el pasado 17 de septiembre por el periodista Camilo Pardo Quintero en la Sección Colombia+20 de El Espectador, se indica que el proceso de desarme, desmovilización y reincorporación a la vida civil de los excombatientes en Ruanda fue la primera experiencia de paz, tras la caída de la Unión Soviética, en la que el componente de vivienda para antiguos actores armados entró como prioridad en la reconstrucción del tejido social. Inicialmente esto no fue así, pues el Gobierno de Ruanda (cuyo conflicto se basó en temas étnicos) tardó 4 años fortaleciendo su programa para poder financiar e incluir el acceso a vivienda en una fase posterior, de implementación de los acuerdos, como lo estamos haciendo en Colombia.

En el caso colombiano, el Gobierno ha tomado las mejores prácticas internacionales y ha innovado en otras. Y producto de todo este esfuerzo, que alineó voluntades políticas y técnicas, sigue en la concertación y consolidación de un modelo de acceso a vivienda para la reincorporación que en el futuro cercano también puede ser un referente mundial en materia de asentamientos para las personas que le siguen apostando a la paz.

Y hacia allá seguimos trabajando. La comunidad académica también ha entendido la importancia de tema y ha querido rodear y sumarse al proceso. Hoy contamos con los valiosos aportes en materia de hábitat de la Universidad Javeriana de Cali y Bogotá, la Universidad del Atlántico y la Universidad del Área Andina en el César, solo para citar algunos ejemplos. Y la invitación a expertos, comunidad, periodistas, medios de comunicación y ciudadanos del común está abierta para que la concertación nos permita seguir avanzando positivamente.

Finalmente, más allá de definir en conjunto tipologías constructivas, materiales, áreas comunes, etcétera, el debate debe centrarse en la importancia de avanzar y cumplirles a las personas en proceso de reincorporación y sus familias, que sueñan con tener su casa propia y vivir en paz. Los consensos dejan de ser efectivos cuando son paralizantes.

*Director de la Agencia para la Reincorporación y la Normalización.

Por Andrés Felipe Stapper Segrera

 

Periscopio(2346)23 de septiembre de 2021 - 02:48 p. m.
¿Esta columna fue escrita por Ernesto Macías, José Obdulio Gaviria o Mafecabal? No lo se, pero lo cierto es que en EL ESPECTADOR está más desubicada que un Támpax en el trasero. Es admirable la democracia de EE cuando respeta el derecho de expresión hasta de los gacetilleros de SEMANA y de La Bodeguita uribista.
German(51480)23 de septiembre de 2021 - 01:58 p. m.
Don Andres, el título de su columna es muy interesante, es un parafraseo de otra frase famosa que algunos atribuyen a Napoleón Bonaparte, pero el contenido es el lugar común de los tecnócratas: jerga técnica para ocultar la ignorancia sobre los asuntos que se tratan, proyectos que se embolatan en los vericuetos de la burocracia estatal y lambonería.
Hugo(12843)23 de septiembre de 2021 - 12:16 p. m.
No seguí leyendo porque el autor comenzó mal.
Periscopio(2346)23 de septiembre de 2021 - 11:56 a. m.
En su busca de un contratista-constructor Duque resolvió exhumar la momia de Rafael Escalona, el autor de La casa en el aire, no sólo para construir las casas de los reincorporados sino para reconstruir a Providencia. Pero los miles de millones destinados para ese contrato ya fueron abudinados, pues le fueron anticipados a Escalona, QEPD.
Periscopio(2346)23 de septiembre de 2021 - 11:50 a. m.
No es la paz lo que el subpresidente Duque se esfuerza por legalizar sino hacerla trizas, por orden del innombrable presidente eterno.
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