Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Más de dos semanas tuvo que esperar la comunidad de Río Iro, en el sur del Chocó, para que unidades especializadas en explosivos de la Policía llegaran a desactivar un cilindro que había sido abandonado en el parque del municipio, junto con una bandera del ELN. Cuentan los habitantes de la región que en ese punto también fue dejado un radio con música y mensajes alusivos a la guerrilla.
Pero no ha sido el único hecho de violencia del ELN. Desde que se suspendió la mesa el pasado 17 de enero por cuenta de los cruentos ataques en Catatumbo, esa guerrilla ha arreciado la guerra en varios puntos del país. Para no ir más lejos, este martes se inició un paro armado de 72 horas en la región de San Juan, en el sur del Chocó. Según el grupo armado, la acción se da por el aumento de la presencia del Clan del Golfo en el departamento y la supuesta connivencia con el Ejército. El paro se extenderá, según el frente, hasta las 00:00 horas del 21 de febrero.
Le recomendamos leer: No ocurre solo en Catatumbo: las alarmas por desborde de deslazamiento forzado
Otras amenazas también se presentaron en ciudades como Bogotá y Medellín. En la capital del país, decenas de ciudadanos fueron sorprendidos la semana pasada por la presencia de dos banderas del ELN. Las insignias rojas y negras fueron instaladas en la Autopista Norte con calle 222 y en la avenida Boyacá con calle octava, muy cerca a la planta de Bavaria.
En Antioquia otras dos banderas más fueron instaladas. La primera fue vista en la vía que de Bello conduce a Copacabana durante la mañana del 14 de febrero, mientras que la segunda fue instalada a las 2:00 de la tarde del sábado en el barrio Moravia, en el oriente de Medellín. En Boyacá y Catatumbo también fueron instaladas banderas de la organización criminal.
Un suceso violento también se produjo en la vía Popayán-Pasto, a la altura del municipio de Patía, donde murió un hombre -presuntamente guerrillero del ELN- al intentar instalar un explosivo con una bandera de ese grupo armado.
Según Luis Fernando Trejos, profesor de la Universidad del Norte, el despliegue nacional del ELN con acciones criminales se da en medio de un intento por retomar la dinámica “político- militar” que estuvo en una intensidad muy baja durante las negociaciones con el Gobierno que, aunque suspendidas, aún no han sido totalmente levantadas.
“Se ha iniciado una especie de proselitismo o campaña política con la instalación de banderas, con lo que el ELN quiere mostrar que son una organización nacional con capacidad de coordinación operativa en distintos territorios y que no solo opera en la frontera”, dijo el académico.
Además: Gobierno pagará un salario mínimo a familias de Catatumbo que sustituyan cultivos de coca
Sin embargo, explicó que aunque esta guerrilla quiera mostrar que funciona bajo una dinámica nacional, su estrategia de guerra tiene diferentes particularidades territoriales que son lo que definen el actuar de los distintos frentes de guerra.
“El anuncio del paro armado en Chocó hace parte de una larga cadena de paros que ha hecho el ELN y por eso no es algo sorpresivo. Ese es el modus operandi del Frente de Guerra Noroccidental cada vez que hay una arremetida militar de las AGC (Clan del Golfo)”, explicó Trejos.
Esta es la décima vez que el ELN anuncia un paro armado en el país, siendo Chocó el departamento más afectado por este tipo de violencia. El último paro armado en esa región del país se dio en noviembre de 2024, cuando el departamento afrontaba una emergencia ambiental por las fuertes lluvias que causaron inundaciones. A pesar de eso, el grupo armado confinó a la población de tres municipios y los dejó sin acceso a la ayuda humanitaria que llegaba por el río San Juan.
La preocupación de este momento por el incremento de acciones terroristas por parte del ELN también recae sobre la Fuerza Pública, pues históricamente esta guerrilla ha sido reconocida por la crudeza con la que ataca a los uniformados.
“En Catatumbo el ELN ya ha atentado a unidades militares. El ELN nunca ha renunciado a las confrontaciones contra el Estado. De hecho, es el único grupo armado que tiene como enemigos a la Fuerza Pública. La dinámica de los grupos ha cambiado y ahora se enfrentan entre ellos, el ELN no”, agregó Trejos.
Las dinámicas de violencia del ELN también fueron alertadas por la Defensoría del Pueblo, que publicó este domingo un informe sobre los 11 puntos de violencia y de emergencias humanitarias que están encendidos en el país. Según el órgano de control, la guerrilla del ELN también es responsable de los enfrentamientos con la disidencia de las FARC, al mando de Iván Mordisco, en Arauca, lo que ha dejado asesinatos, privaciones de la libertad, ataques contra infraestructura y reclutamiento de menores de edad.
El conflicto en esa zona del país está dominado por el Frente de Guerra Oriental del ELN, en una protección por lo que han considerado su “fortín” histórico.
Le podría interesar: Denuncian ante Fiscalía a Otty Patiño por supuesta obstrucción en captura de Araña
Sin embargo, como en el caso de Arauca, el actuar del ELN también estaría causando serias afectaciones humanitarias en el Magdalena Medio, la Serranía del Perijá, el Bajo Cauca y el Pacífico Vallecaucano.
Por ahora, la mesa de paz con la guerrilla permanece suspendido y está en el punto más crítico desde su inicio, lo que ha dejado afectaciones humanitarias sobre las comunidades desde el fin del cese al fuego bilateral el pasado 3 de agosto.
✉️ Si le interesan los temas de paz, conflicto y derechos humanos o tiene información que quiera compartirnos, puede escribirnos a: cmorales@elespectador.com; jrios@elespectador.com; pmesa@elespectador.com jcontreras@elespectador.com o aosorio@elespectador.com.
