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El luto de los habitantes de El Tarra, Norte de Santander, está acompañado por un mar de dudas. Varios cuestionamientos han recaído sobre la Fuerza Pública por los hechos que rodearon la masacre del 30 de julio que terminó con la muerte de nueve personas. Hoy será el funeral colectivo en ese municipio.
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Sin embargo, muchos se preguntan, por ejemplo, cómo 10 hombres armados pudieron entrar al casco urbano de uno de los municipios más militarizados del país para cometer la matanza a las 2:30 p.m.
La región del Catatumbo es desde el 14 de marzo de 2018 un escenario de confrontación entre el Eln y el Epl. Habitantes de la zona han denunciado que ambos grupos armados ejercen control sobre cascos urbanos y áreas rurales de algunos municipios.
El coronel William Moyano, comandante operativo de la Policía en Norte de Santander, defiende a la institución ante las críticas. El uniformado niega que los grupos tengan control de distintas áreas de la región, dice que la Policía ejerce sus funciones en el Catatumbo y cuenta que se están adelantando investigaciones para dar con los responsables de la matanza que enluta al país.
¿Qué información tienen de los hechos sucedidos en El Tarra?
Está siendo materia de investigación por parte de la Policía Nacional, direccionado y coordinado con la Fiscalía por cuanto se presenta una situación en la cual resultan asesinados unos exintegrantes de las Farc, un presidente de una junta de acción comunal y personas que al parecer se dedican al cultivo de la coca. Los hechos ocurrieron en una zona donde hay injerencia y presencia de estructuras del Eln y el Grupo Armado Organizado Pelusos, que se vienen enfrentando y causándose afectaciones en varios sectores del Catatumbo. Se presentó esta inusual situación en la que resultaron afectadas personas que no son de ninguno de los dos bandos.
¿Han podido establecer algo de los móviles?
No. Eso es materia de investigación. Está en cabeza de la Fiscalía General de la Nación. En El Tarra hay tres fiscales, personas del Cuerpo Técnico de Investigación, de la Dirección de Investigación Criminal y tenemos otras capacidades policiales para tratar de determinar, junto con inteligencia policial, cuáles fueron los responsables y las causas de esta situación. Llaman la atención los pronunciamientos de los elenos y los Pelusos, porque esta es una zona donde ellos se han venido enfrentando y posiblemente alguna de esas estructuras está vinculada o tiene responsabilidad en lo sucedido.
Líderes han comparado lo que sucedió con las masacres paramilitares de hace una década. ¿Tienen reportes de grupos paramilitares en la zona?
Lo primero que llama la atención es el rápido pronunciamiento del Eln frente a la situación presentada. Cuando hay golpes por parte del Eln contra la Fuerza Pública o algún tipo de objetivo militar se toman su tiempo para dar declaraciones y reivindicar el hecho. En este caso ocurrió muy pronto y cuando lo hicieron hubo una vinculación directa a un fenómeno que en Colombia no está vigente. No tenemos reportes, información confirmada, de presencia de estructuras de bandas criminales salvo la de los Pelusos en la jurisdicción. Hay diferencias con una masacre paramilitar: no llegaron con lista en mano a sacar la población de sus casas, no acostaron a las personas en el piso para darles un tiro de gracia. Lo que ocurrió, al parecer, fue un grupo de personas que llegó con arma en mano abriendo fuego de manera indiscriminada. De ninguna manera podemos asegurar que se trate de un hecho por parte de algún grupo de autodefensas.
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Se habla de presencia de carteles mexicanos en el Catatumbo. ¿Qué información tienen sobre eso?
No tenemos conocimiento si en el Catatumbo se está dando presencia de integrantes de los carteles que se encuentran en México. Sabemos de intenciones de estas estructuras transnacionales dedicadas al narcotráfico de cooptar todo el mercado de drogas ilícitas que se produce en Colombia, pero información puntual frente a ese tema no podríamos aserverarlo, menos poder asegurar que el hecho del martes tuviera que ver con una presencia transnacional.
¿Cuántos efectivos de la Policía hay en el casco urbano de El Tarra?
De cifras no le puedo hablar, pero hay un componente importante en esa estación de Policía a raíz de que es una estación priorizada.
¿Cómo así priorizada?
Es una estación en la que el departamento y la Policía Nacional mantienen un amplio número de hombres para garantizar las condiciones de seguridad, porque este municipio contiene un corredor de movilidad de los diferentes grupos dedicados al narcotráfico. Hay un grupo importante de Policía, pero frente a los hechos ocurridos el lunes se hizo una inserción de otro componente que es de operaciones especiales del Gaula, de prevención ciudadana, de investigación criminal y de inteligencia.
En la región dicen que la Policía es simbólica, porque siempre está acantonada. ¿Qué responde?
Así como hay personas que aseguran eso, también hay quienes alaban la actividad de la Policía. Es importante resaltar que los policías que están allá se enfrentan a unas amenazas que son incluso directas hacia el personal de la Fuerza Pública. Frente a ese hecho, las unidades de la Policía tienen que adoptar todas las medidas para garantizar su propia seguridad y poderle prestar la seguridad a la comunidad. Es una desafortunada afirmación que no corresponde a la realidad.
La gente dice que el Eln y el Epl ejercen el control sobre el casco urbano. ¿Quién controla El Tarra?
El control del territorio lo tiene la Fuerza Pública, la Policía Nacional y la Unidad del Ejército que se encuentra en la jurisdicción. El Estado tiene el control territorial. Tan así es, que los hechos ocurridos el lunes son situaciones en las cuales un grupo entra, realiza una acción armada y se retira de manera inmediata porque conoce el control y las capacidades de la Fuerza Pública. No hubo un ingreso y un sostenimiento en el tiempo de una estructura dentro de la jurisdicción.
¿Cómo llegan 10 personas armadas a pleno casco urbano habiendo tanta Fuerza Pública?
Eso es materia de investigación. Como tal, el hecho ocurrió en las afueras del municipio, no en una zona céntrica, sobre la vía que conduce hacia San Calixto. Esa es una zona subnormal, de invasión, conocida como Villa Esperanza, que queda después del último barrio del municipio, el 1° de Enero. Las condiciones del lugar, un poco apartado del epicentro urbano, facilitaron el ingreso de estas personas. Como tiene una salida inmediata hacia la zona rural es posible que por allí se haya presentado el ingreso y la retirada de los sujetos que provocaron la afectación ayer.
La gente se quejó de que las autoridades se demoraron en llegar al lugar de los hechos...
No. Eso es mentira. La demora no fue superior a 30 minutos y eso correspondió a varias circunstancias especiales. En el municipio se estaba desarrollando un taller en cabeza del Ministerio del Interior acerca de temas relacionados con la protección a las comunidades, esa es una situación con la cual la Policía Nacional está comprometida participando en el taller y facilitando los talleres. Cuando se presenta el hecho lo primero que hacen los policías y soldados, que han sido víctimas de francotiradores y de acciones terroristas en ese municipio, es tomar las medidas para poder llegar al sitio y poder evacuar las personas heridas, y si hay personas asesinadas para tomar el control de la situación y garantizar el cuidado y la recolección de elementos materiales probatorios que permitan esclarecer un delito. El lunes hubo una llegada prudente por cuanto muchos de los ataques tienen el objetivo de lograr que la Fuerza Pública llegue para emboscarla. Nuestros policías y soldados no son de acero, son de carne y hueso.
Hay muchas áreas controladas por las guerrillas. ¿No?
Podríamos decir que hay zonas que son de alta injerencia de estas estructuras. No hablaría de control territorial, porque ese lo ejerce el Estado, ellos tienen una injerencia basada en el terror. Persona que se oponga a sus intereses se vuelve objetivo militar para ellos.
¿Cuáles?
Las zonas rurales. Esto es un corredor por donde se mueve muchísima droga, hay cultivos en el Catatumbo donde hay laboratorios en los cuales producen base de coca y cocaína, entonces son de interés para estos grupos.
¿Cómo están cuidando el Espacio Territorial de Capacitación de Caño Indio?
Tenemos personal de Unipep que fue preparado y capacitado especificamente para la protección y el aseguramiento de todos aquellos programas que faciliten la normal reintegración de los excombatientes de las Farc a la vida civil. Hay una base de la Policía en Caño Indio que está para garantizar que estas personas que dieron un paso hacia la legalidad puedan realizarlo sin inconvenientes.
¿Qué medidas están tomando en otros cascos urbanos para que hechos como los de El Tarra no se repitan?
Se ha venido trabajando en un fortalecimiento de las unidades de la Policía Nacional, estaciones y subestaciones. Ha habido un despliegue importante de escuadrones móviles de Carabineros hacia la zona que acompañan con sus capacidades en desarrollo de operaciones contra los grupos armados organizados a las unidades de Policía que prestan sus servicios en los diferentes cascos urbanos. Se da un fortalecimiento en capacidades de capacidad humana y en capacidades de investigación criminal e inteligencia.
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