Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
El general Nicacio Martínez Espinel lleva 49 días como comandante general del Ejército y quiere hacer mañana su primer lanzamiento: una nueva política de derechos humanos y derecho internacional humanitario. Ese fue el tema que convocó esta conversación, pero las noticias de coyuntura primaron durante la charla con este hombre que nació en Ubaté, Cundinamarca, se graduó en la Escuela de Cadetes en 1981 y fue oficial de caballería. Entre los varios cargos que ha ocupado se destacan: jefe de Inteligencia y de Contrainteligencia, comandante de la Fuerza de Tarea Omega y director de la Escuela Superior de Guerra. El año pasado fue inspector general del Ejército.
Mañana usted lanzará una nueva política de derechos humanos, ¿de qué se trata?
Organizamos un equipo de trabajo interno para actualizar nuestra política de protección a los derechos humanos y aplicación del derecho internacional humanitario con unas reglas de enfrentamiento claras en cada uno de los niveles: estratégico, operacional y táctico, para que nuestros soldados no tengan dudas de en qué momento pueden aplicar o no la fuerza. Siempre priorizaremos las personas que tienen orden de captura y que pueden ponerse a disposición de la autoridad o aquellos que, estando en armas, quieren entregarse y someterse al programa de reinserción del Gobierno Nacional; pero en un combate, el soldado tiene que defenderse y en legítima defensa tiene que aplicar la fuerza.
¿Para qué sirven esas reglas de enfrentamiento?
Estas reglas de enfrentamiento demarcan qué es lo que yo puedo hacer y qué es lo que no puedo hacer. Por ejemplo, si me encuentro a una turba desarmada que está haciendo una protesta, no puedo emplear las armas.
¿El Ejército se compromete a garantizar la protesta social y no se violentarán los derechos de los ciudadanos?
En caso de protesta social, en primera instancia quien actúa es la Policía. Nosotros estaremos apoyando cuando lo requiera. Aquí hay unos derechos para todos los colombianos y se podrán movilizar y podrán hacer protestas y tenemos que garantizar esos derechos. Esa es la democracia. En el momento que nos corresponda actuar, lo haremos con absoluta claridad de que hay que respetar los derechos humanos y no podemos abusar por el hecho de tener un arma. Y hoy con lo que está haciendo el Eln, con ese terrorismo que nadie entiende, pues tenemos que ser aún más respetuosos de esos derechos y esas garantías.
¿Cómo será la persecución contra el Eln después del atentado a la Escuela de Cadetes? ¿Se augura una guerra dura?
Quien renunció a la oportunidad de sentarse a la mesa fue el Eln, con sus acciones terroristas. En 17 meses que duró el diálogo con el anterior gobierno, el Eln efectuó 400 acciones violentas. El atentado terrorista a la Escuela de Cadetes tuvo que ser planeado por lo menos un año antes, o sea, estando en funcionamiento la mesa de diálogo. El presidente ha sido claro: la puerta está abierta para que entreguen los secuestrados y dejen de hacer acciones terroristas. Nosotros como Ejército tenemos que cumplir con nuestro Plan de Campaña Bicentenario (ver recuadro), que es atacar todos los agentes generadores de violencia, incluyendo al Eln, dentro del marco de la ley, respetando los derechos humanos y aplicando el DIH.
Lea también: Punto final a los diálogos con el Eln
¿Cómo perseguir a un grupo que opera de manera clandestina, que en su mayoría no está en campamentos?
Se hace un poco más difícil, quienes hacen la inteligencia no son los mismos que hacen las acciones terroristas. Lo hacen de manera compartimentada y están infiltrados en organizaciones sociales. Es más difícil detectarlos. El gran reto es hacer una inteligencia más proactiva para capturarlos y colocarlos a disposición de las autoridades. Nos vamos a enfrentar a grupos muy pequeños, que se mueven muy rápido en moto, que hacen una acción terrorista, que hacen un plan pistola, que colocan un artefacto explosivo improvisado; pero nos toca combatirlos y enfrentarlos.
¿Cómo se pueden lograr esos resultados?
Tenemos unas organizaciones bien estructuradas y una de las líneas de acción que vamos a fortalecer es la inteligencia. Tenemos gente muy bien preparada. Vamos a irradiar hacia las unidades tácticas, en los municipios, en las veredas, en las regiones, para poder saber dónde se encuentran, quiénes son y poder entregar esa inteligencia a la Fiscalía para que se generen las órdenes de captura.
¿Qué sabe de “Pablito” hoy? ¿Por qué está separado de la mesa?
Pablito fue capturado y fue colocado a disposición de las autoridades, pero aprovechó un movimiento, se fugó y siguió delinquiendo, y está ahora en esas altas esferas del liderazgo criminal. Quienes estén en el territorio colombiano, quien tenga orden de captura, iremos a colocarlo a disposición de la autoridad competente.
¿Qué hacer si está en Venezuela?
Hay unas personas que mantienen en Venezuela y pasan a este lado y se devuelven. Desafortunadamente, quisiéramos que los gobiernos vecinos nos ayudaran, algunos lo hacen con mucho cariño y nos han venido ayudando, otros no tanto, pero lo más importante es que logremos imponer la justicia colombiana en el territorio colombiano.
Sobre la tensión en Venezuela, ¿qué mensaje puede usted enviar cuando hay tanto nerviosismo?
El presidente de la República ya se pronunció. Ya hizo sus comentarios al respecto el ministro de Relaciones Exteriores. Nosotros estamos haciendo lo que nos corresponde en el territorio nacional. Estamos ubicados cumpliendo la ley y esperamos que se mejore la situación de Venezuela. Los cierto es que tenemos más de un millón de personas venezolanas que están aquí y que se han ido también a otros países.
¿Y en lo operativo, qué hacen ustedes? ¿Refuerzan la frontera? Hay temor por actos de provocación.
Nosotros tenemos un plan de campaña que se está aplicando. Siempre lo tenemos en ejecución y no nos salimos de esos parámetros. No queremos provocar a nadie, ni queremos dejarnos provocar de nadie. Tenemos un comandante en jefe de las Fuerzas Militares y de la Policía Nacional. Él da los lineamientos y es él quien nos dice qué hacemos desde el ámbito estratégico y lo cumplimos cabalmente, como nos mandan la Constitución y la ley.
¿Por qué no hay capturas ni resultados sobre las disidencias de las Farc, por ejemplo, contra “Gentil Duarte”?
Estos residuales, que desde el comienzo no se acogieron, están lucrándose del narcotráfico. Aprovecharon ese espacio de transición, donde no sabían si se iban a desmovilizar o no, para fortalecer sus finanzas y organizarse. El accionar delictivo sigue siendo muy parecido al que tenían, quieren copar esas áreas que tenían, están incorporando nuevas personas. En la medida que tengamos órdenes de captura y sepamos dónde están, pues allá iremos a capturarlos y a colocarlos a disposición de la autoridad.
Si esos grupos siguen en las mismas zonas, ¿por qué no hay resultados?
Cuando sepamos que (Gentil Duarte) está en Colombia y que lo podemos bombardear y que no tenemos ninguna infracción al derecho internacional humanitario, lo haremos. Ya hemos hecho algunos bombardeos con base en la inteligencia, tenemos que ser cautos de no bombardear cuando están en una población.
“Iván Márquez”, el “Paisa” y cerca de ocho ex mandos medios no se han declarado en disidencia, pero se desconoce su paradero, ¿Qué saben de ellos?
Nosotros y todas las agencias del Estado hicimos una apreciación de inteligencia y el ministro de la Defensa consolidó un informe que presentó a la JEP. Estamos esperando las determinaciones de la JEP, lo que ellos consideren es lo que vamos a cumplir.
Lea también: JEP deja en firme práctica de pruebas ante no comparecencia de “El Paisa”
Pero no es la JEP la que dice si están delinquiendo o no, es la Fiscalía y su información de inteligencia, ¿qué dice esa información? ¿Están delinquiendo o no?
Un buen funcionario de inteligencia es reservado. Estamos haciendo nuestro trabajo de la mano con la Fiscalía. Estamos esperando las determinaciones de la JEP. La Fiscalía tiene otras informaciones. Estamos cotejando, y ellos determinarán qué tenemos que hacer con ellos.
Hay una crítica a la Fuerza Pública porque no copó esos espacios que dejaron las Farc. y en zonas como Catatumbo, el Pacífico nariñense, en Chocó y Cauca. Están sufriendo hoy la guerra entre diferentes grupos.
Quien ha ocupado esas áreas han sido las Fuerzas Militares, somos los que venimos haciendo soberanía. Siempre hay un soldado, un policía, y son ellos quienes van allá a mitigar todas esas necesidades. Es el Estado, con todas sus instituciones, el que debe ir. Nosotros permanecemos en las mismas áreas. Eso es lo que estamos tratando de lograr con este plan Bicentenario, lo que llamamos la acción unificada. Es traer a todas las institciones a estos sitios. La Fuerza de Tarea Omega, por ejemplo, no se ha desactivado. Tiene sus mismas bases en La Uribe, la Macarena, San Vicente del Caguán, Cartagena del Chairá. Los grupos al margen de la ley han vivido durante 54 años en esas mismas áreas, ya saben cómo manejar ese terreno. Necesitamos que todas las instituciones acompañen esa acción unificada.
Eso suena muy parecido a otros planesque han existido para acompañar la entrada de otras entidades del Estado, no es nuevo.
El Estado no ha sido tan eficiente y lo que usted dice es cierto, no es de hoy, es de hace cuarenta o cincuenta años. La acción ha sido muy escasa. Quienes hemos estado allá somos nosotros, los soldados y policías. Pero eso no se hace solo con el garrote, toca dar las oportunidades a través de estas instituciones. Hay unos planes del Gobierno que se están adelantando y que nosotros estamos acompañando en Norte de Santander, en Nariño. Hay que darle tiempo y el Gobierno está buscando los recursos precisamente para poder implementar estos procesos.
Si ustedes no se movieron, ¿qué pasó entonces?
Le doy un ejemplo: en la Macarena todavía no hay carreteras, quizá las cosas cambien con la construcción de la carretera que va de la Macarena por Uribe y sale a Granada, o con la carretera que va de la Macarena a Puerto Cachicamo, en el Guaviare. Es un tema de necesidades, de vías terciarias. Se están haciendo otras carreteras. En Norte de Santander, la que va de Tibú a La Gabarra, y los ingenieros militares estamos haciendo otra en Nariño. Hay un plan del Gobierno para emplear a fondo a los ingenieros militares en las vías terciarias. Estamos esperando los recursos. Estamos iniciando este Plan Bicentenario; seguramente en unos meses ya debemos tener hechos cumplidos.
¿Cómo explicar que en el Catatumbo haya 14.000 hombres de la Fuerza Pública, pero secuestran un avión, a su tripulación y se roban una plata?
Al Catatumbo le ha faltado Estado por muchos años. Es un área muy compleja, porque tiene una frontera porosa y han existido otros factores de inestabilidad como el contrabando, la extorsión y el secuestro. Esto se convierte casi que en una cultura de la gente que está allá. Hubo unas decisiones políticas en el pasado que pararon la sustitución de cultivos ilícitos y lo que se hizo fue incentivar este cultivo. Hoy estamos haciendo erradicación. La Fuerza Pública ha estado allá desde tiempo atrás. Hoy ingresó la Fudra 3, que son cerca de 4.000 hombres más. Nos toca de manera lenta porque hay minas sembradas. Eso no es de hoy para mañana. Hay que llegar al área, convivir con la población, saber cuáles son sus necesidades, que la población tenga confianza en su Fuerza Pública.
Lea también: Reanudar diálogo con Eln, el clamor de los líderes sociales
La comunidad se ha quejado porque ustedes se quedaron viendo cómo el Epl y Eln se mataban entre sí, ¿qué responder a eso?
Eso no ha sido así, nosotros actuamos con los medios y recursos que el Estado nos da. Hemos tenido dificultades en el tema de la aceptación de la ley, porque está la cultura del contrabando. Es común ese adagio de “el vivo vive del bobo”, es común eso de hacer justicia por su propia mano. Es una cultura que hay que ir erradicando y tendrán que pasar varias generaciones para poder superar eso.