Unidad de Búsqueda y Fiscalía entregan cuatro cuerpos de personas desaparecidas
Las ceremonias de entregas dignas de los cuerpos a las familias se hicieron en Granada (Meta) y en Pereira (Risaralda). Las cuatro personas llevaban desaparecidas por más de una década por acciones dentro del conflicto armado.
Gracias a la articulación interinstitucional, el Grupo interno de trabajo de búsqueda, identificación y entrega de personas desaparecidas (GRUBE) de la Fiscalía General de la Nación y la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD) entregaron dignamente a sus familias cuatro cuerpos de personas que fueron desaparecidas en circunstancias del conflicto armado.
“Tocayo”, un joven chocoano a quien llamaba así su familia, fue desaparecido en 2007 cuando tenía 23 años. Ese mismo año recibieron una llamada en la que les decían que el joven había muerto en hechos relacionados con el conflicto armado en Puerto Rico (Meta) y que su cuerpo estaba en el cementerio de Granada.
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La entrega de su cuerpo, luego de un proceso de identificación hecho por la Fiscalía, se hizo en Pereira. “Se acabó esta zozobra que se prolongó por 14 años. Yo no perdía las esperanzas de que algún día pudiéramos enterrarlo y darle cristiana sepultura. Al fin nos llegó esta oportunidad”, explicó la hermana mayor del joven desaparecido. Ella lideró el proceso de búsqueda.
En 2002 la familia se había tenido que desplazar forzadamente de Chocó a Pereira. Los temores de volver a la zona y los costos que esto representaba atrasó la entrega del cuerpo. Luego de la ceremonia, la familia decidió que el joven sería enterrado en el cementerio San Camilo de Pereira. Lo recordaron como un joven alegre, parrandero, obediente y, sobre todo, amante de los perros.
Uno de los cuerpos entregados en Granada corresponde al de una mujer que tenía 35 años al momento de la desaparición. Según el relato de la familia, en 1985 un grupo guerrillero emboscó la casa de la familia ubicada en Lejanías (Meta). Su esposo y la mayoría de sus hijos lograron huir para salvar sus vidas mientras que ella quedó en medio del fuego cruzado. “Estamos tranquilos de que mamá tenga un lugar digno donde honrar su memoria”, indicó uno de sus hijos durante el acto solemne.
Otra de las entregas dignas de Granada corresponde a un joven de 21 años que fue desaparecido hace 19 años. Según el testimonio que la familia entregó a la Unidad de Búsqueda, los hechos ocurrieron en 2002 cuando la víctima fue retenida y, posteriormente, asesinada por un grupo paramilitar. Sus hermanas emprendieron la búsqueda y, en ese camino, los mismos actores armados que desaparecieron su ser querido les aseguraron que el asesinato había sido una equivocación.
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En el acto solemne también se encontraba la familia de un agricultor víctima de desaparición forzada en 2001. Su familia denunció que hace 20 años un grupo paramilitar llegó a su finca, ubicada en El Castillo (Meta), y se lo llevó sin explicación alguna. “Es muy duro todo esto, pero ya nos lo entregaron y podemos llevarlo, y que descanse en paz”, fueron las palabras de su compañera sentimental durante la entrega digna.
Con la realización de esta ceremonia, la Unidad de Búsqueda ha coordinado y contribuido, en articulación con otras instituciones, a la entrega digna de 13 cuerpos identificados a sus familiares y seres queridos desde el inicio de su despliegue territorial en el Meta.
“Las víctimas que buscan a sus seres queridos llevan años en este proceso, con muy pocas respuestas. Eso demuestra que es necesaria la convergencia de las instituciones y de la sociedad civil para agilizar este proceso”, aseguró Luz Marina Monzón, directora de la UBPD.
A la fecha este mecanismo -en articulación con otras instituciones- ha entregado dignamente a más de un centenar de cuerpos de personas que fueron desaparecidas en circunstancias relacionadas con el conflicto armado en Meta, Caquetá, Guaviare, Norte de Santander, Tolima, Cundinamarca y Chocó.
Gracias a la articulación interinstitucional, el Grupo interno de trabajo de búsqueda, identificación y entrega de personas desaparecidas (GRUBE) de la Fiscalía General de la Nación y la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD) entregaron dignamente a sus familias cuatro cuerpos de personas que fueron desaparecidas en circunstancias del conflicto armado.
“Tocayo”, un joven chocoano a quien llamaba así su familia, fue desaparecido en 2007 cuando tenía 23 años. Ese mismo año recibieron una llamada en la que les decían que el joven había muerto en hechos relacionados con el conflicto armado en Puerto Rico (Meta) y que su cuerpo estaba en el cementerio de Granada.
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La entrega de su cuerpo, luego de un proceso de identificación hecho por la Fiscalía, se hizo en Pereira. “Se acabó esta zozobra que se prolongó por 14 años. Yo no perdía las esperanzas de que algún día pudiéramos enterrarlo y darle cristiana sepultura. Al fin nos llegó esta oportunidad”, explicó la hermana mayor del joven desaparecido. Ella lideró el proceso de búsqueda.
En 2002 la familia se había tenido que desplazar forzadamente de Chocó a Pereira. Los temores de volver a la zona y los costos que esto representaba atrasó la entrega del cuerpo. Luego de la ceremonia, la familia decidió que el joven sería enterrado en el cementerio San Camilo de Pereira. Lo recordaron como un joven alegre, parrandero, obediente y, sobre todo, amante de los perros.
Uno de los cuerpos entregados en Granada corresponde al de una mujer que tenía 35 años al momento de la desaparición. Según el relato de la familia, en 1985 un grupo guerrillero emboscó la casa de la familia ubicada en Lejanías (Meta). Su esposo y la mayoría de sus hijos lograron huir para salvar sus vidas mientras que ella quedó en medio del fuego cruzado. “Estamos tranquilos de que mamá tenga un lugar digno donde honrar su memoria”, indicó uno de sus hijos durante el acto solemne.
Otra de las entregas dignas de Granada corresponde a un joven de 21 años que fue desaparecido hace 19 años. Según el testimonio que la familia entregó a la Unidad de Búsqueda, los hechos ocurrieron en 2002 cuando la víctima fue retenida y, posteriormente, asesinada por un grupo paramilitar. Sus hermanas emprendieron la búsqueda y, en ese camino, los mismos actores armados que desaparecieron su ser querido les aseguraron que el asesinato había sido una equivocación.
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En el acto solemne también se encontraba la familia de un agricultor víctima de desaparición forzada en 2001. Su familia denunció que hace 20 años un grupo paramilitar llegó a su finca, ubicada en El Castillo (Meta), y se lo llevó sin explicación alguna. “Es muy duro todo esto, pero ya nos lo entregaron y podemos llevarlo, y que descanse en paz”, fueron las palabras de su compañera sentimental durante la entrega digna.
Con la realización de esta ceremonia, la Unidad de Búsqueda ha coordinado y contribuido, en articulación con otras instituciones, a la entrega digna de 13 cuerpos identificados a sus familiares y seres queridos desde el inicio de su despliegue territorial en el Meta.
“Las víctimas que buscan a sus seres queridos llevan años en este proceso, con muy pocas respuestas. Eso demuestra que es necesaria la convergencia de las instituciones y de la sociedad civil para agilizar este proceso”, aseguró Luz Marina Monzón, directora de la UBPD.
A la fecha este mecanismo -en articulación con otras instituciones- ha entregado dignamente a más de un centenar de cuerpos de personas que fueron desaparecidas en circunstancias relacionadas con el conflicto armado en Meta, Caquetá, Guaviare, Norte de Santander, Tolima, Cundinamarca y Chocó.